JUEVES Ť Ť FEBRERO Ť 2001

Orlando Delgado

Los caballeros de hierro

Mientras en Francfort, el presidente Fox presentaba a su gobierno como empresarial y presto a hacer negocios, en México se anunciaba el cierre de tres plantas del grupo Daimler Chrysler. El viaje presidencial incluyó la presentación de Francisco Gil Díaz y Guillermo Ortiz -responsables de la política económica y monetaria del gobierno- como "los caballeros de hierro" que evitarán nuevas decepciones y mantendrán la estabilidad económica nacional.

Enero ha reiterado la convicción de analistas privados respecto a las dificultades para alcanzar las metas de crecimiento, empleo, inflación, tipo de cambio y tasas de interés, ya que las expectativas sobre la evolución de la economía estadunidense han mejorado.

El secretario Derbez admitió en España que la desaceleración estadunidense nos impactará, pero que en el primer semestre del año la economía se recuperará; agregó que este escenario había sido previsto por el equipo de transición, lo cual llevó a diseñar un plan de contingencia y ajuste fiscal que permitirá enfrentar la desaceleración. En el segundo semestre, "se aprovechará el despegue de la economía estadunidense para que el impulso de las exportaciones se vea combinado con el programa de impulso que nosotros haremos a la pequeña y mediana empresas".

Los despidos de personal en Chrysler tendrán efectos en las empresas abastecedoras de esta automotriz, lo que a su vez provocará despidos en empresas que giran a su alrededor; el asunto, sin embargo, no se reduce a la industria automotriz, sino que ya se percibe en la textil, química, del calzado y electrónica, así como en las principales constructoras, que de noviembre de 1999 al mismo mes del año pasado, de acuerdo con información del INEGI, redujeron el personal ocupado en 48 mil 291 personas, al pasar de 291 mil 404 a 243 mil 113. El sector exportador en su conjunto sólo podrá crear la mitad de los empleos previstos.

Pese a esta difícil situación, el programa de política monetaria que se anunciará el último día legalmente permitido, mantendrá como elemento central una mayor astringencia monetaria, esto es, la reducción del volumen de dinero en circulación a través de cortos y de la obligación para las instituciones bancarias de constituir depósitos en el propio banco central. De esta manera se enfrentará la nueva situación, caracterizada por el inicio de despidos y reducciones en el ritmo de crecimiento de diferentes industrias con las mismas medidas con las que se atacaron el crecimiento de la producción y del gasto el semestre anterior, cuando crecían por encima de lo esperado.

La "novedad" residirá en el ajuste fiscal que, como se recordará, solicitó reiteradas veces el Banco de México, precisamente en ese semestre, y que fue rechazado por las autoridades hacendarias de entonces; ahora, con una desaceleración que puede hacerse cada vez mayor, las nuevas figuras hacendarias ya habían previsto ajustar las finanzas públicas en el primer semestre de este año para crecer en el segundo. "Los caballeros de hierro", en consecuencia, defenderán la estabilidad nacional recortando el gasto público e introduciendo restricciones adicionales a la liquidez, lo que provocará una disminución mayor en el crecimiento, pero en ciertas ramas habrá contracción con la consiguiente pérdida de empleos que no podrán recuperarse en un semestre.

"Los caballeros de hierro", advirtió Fox a empresarios alemanes y a la opinión pública nacional, evitarán nuevas decepciones; pero la pregunta obvia es: Ƒde qué decepciones habla? y Ƒquiénes se decepcionarían? Porque es claro que lo que sería decepcionante para ciertos sectores de la población, como algunos empresarios, no lo sería para otros, como los asalariados. La defensa a ultranza de la meta de inflación es muestra de congruencia para las cámaras empresariales y su relajamiento para evitar despidos les resultaría decepcionante; para los asalariados, en cambio, es fundamental que se mantengan las fuentes de trabajo, aunque la inflación terminase en 10 por ciento en 2001.

Así, "los caballeros de hierro" defenderán la estabilidad, es decir, una inflación de 6.5 por ciento para evitar que sus apoyadores se decepcionen, sin importar que esta defensa envíe a la calle a miles de trabajadores. Los decepcionados serán, sin embargo, muchos que votaron por Fox y muchos otros que no lo hicieron.