MARTES Ť 30 Ť ENERO Ť 2001
ITACATE
Ť Marco Buenrostro y Cristina Barros
La Candelaria
El nombre de esta fiesta tiene como origen la tradición cristiana de encender velas o candelas, durante la ceremonia que conmemora la presentación de la virgen María en el templo a los 40 días de nacido su primogénito, como lo establecía la norma judía.
EN MESOAMERICA, se celebraba al dios Xipe Totec durante el segundo mes del calendario mexica. Se le pedía que la tierra reverdeciera después del invierno. Este dios se presentaba cubierto sólo con un faldellín; llevaba una cuerda con un remate especial en los extremos. Tenía también un cetro y calzaba unas cotaras o huaraches. La ceremonia se realizaba junto al fuego y el sacerdote principal se sentaba en un equipal. En el primer día de la fiesta las personas llevaban en sus morrales unas ''tortillas como empanadillas que hacían de maíz sin cocer, a las cuales llamaban huilocpalli..." Al día siguiente los concurrentes se vestían lujosamente ''y llevaban en las manos en lugar de flores todo género de tamales y tortillas".
ESTOS DATOS permiten entender la presencia de los tamales el día La Candelaria, fiesta que se corresponde con la celebración de Reyes, cuyo alimento central es una rosca de harina de trigo cuyo origen es europeo. Al cerrarse el ciclo de la Natividad, se encuentran dos de las tradiciones culturales que coexisten en México.
LA LECTURA de obras como Historia general de las cosas de la Nueva España, de Sahagún, o Historia de las Indias de Nueva España, de Diego de Durán, permite constatar que desde la época prehispánica hubo en Mesoamérica tamales de diversas clases que se utilizaban para la comida diaria, para las fiestas y como ofrenda a los dioses y a los muertos. También los había para los ayunos religiosos, aunque éstos no llevaban ni tequesquite ni agua de cáscara de tomate que servían como levadura. Recordemos que el pan de consagrar y el pan ácimo judío no se fermentan.
PARA ESTAS fechas, el Museo Nacional de las Culturas Populares ha organizado de nuevo una muestra de tamales de varios estados de la República, e incluso de países hermanos como Guatemala, Nicaragua, Colombia, Perú y Honduras, que tienen entre sus tradiciones culinarias la preparación de los tamales. Además pueden disfrutarse las bebidas tradicionales que sirven como acompañamiento: atoles, horchatas, chocolate. Culminará el 4 de febrero.
EN MEXICO la variedad de tamales es tan grande, que el Repertorio de tamales, fruto de la investigación de Guadalupe Pérez San Vicente, reúne 350 tamales distintos. Si hojeamos cualquiera de los recetarios por etnia también publicados por el Consejo, encontraremos varios que no fueron consignados ahí, y es que como dice la autora, las variantes son casi infinitas.
EN LA MUESTRA que nos ocupa se pueden encontrar tamales rellenos de vegetales: acelgas, chipilín, hoja santa, elote tierno, calabaza, chile poblano, pimiento, frijol negro, hongos; de carnes como puerco y pollo; de pescado y mariscos, y también de frutas: piña, plátano, ciruela pasa y fresa. Los de sal se aderezan con salsas de distintos chiles. La envoltura también varía: hoja de plátano, hoja seca de maíz (totomoxtle) y hoja de elote fresca.