MARTESŤ 30 Ť ENERO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
MUY CONTENTOS están el presidente Fox y su equipo por los resultados del viaje a Davos y otros lugares europeos. El guanajuatense fue una de las principales figuras del afamado Foro Económico Mundial, y además consiguió colocar a México en la mira de importantes firmas trasnacionales.
ANUNCIANDO EL SUYO como "un gobierno empresarial", Fox se dedicó ante múltiples interlocutores de gran peso a "vender" bien a México, destacando el privilegio de tener tratados de libre comercio con Estados Unidos y Europa. De hecho, una de las finalidades del viaje fue buscar que inversiones del llamado Viejo Continente compensen los efectos negativos que la desaceleración económica estadunidense provocará en México.
PERO NUNCA HAY dicha completa para los hombres buenos que en la Tierra hay. Pese a la fascinación que generó la extrovertida personalidad del nuevo mandatario mexicano, y que se tradujo en declaraciones y discursos de buena voluntad, siguen vigentes muchas dudas sobre la casi mágica conversión que, al decir del verbo foxista, se habría dado en México a partir del 2 de julio. Deseoso de cerrar ventas con el novedoso (como una ofertaaaá, como una novedaaaá) producto denominado Mé- xico (mejorado y extragrande), el presidente pintó a los posibles inversionistas un panorama en el que corrupción, inseguridad y pobreza estarían en camino de la desaparición gracias, entre otras cosas, al nuevo estado mental que los mexicanos tendríamos luego de la histórica y pacífica revolución que él, Francisco I. Fox, habría llevado al triunfo el pasado 2 de julio.
Estribillos y parcialidades
NADIE TUVO LA descortesía de mostrarse escéptico frente a las profecías genéricas del guanajuatense. Pero en cambio, en todos lados y en distintos tonos, el tema de Chiapas estuvo presente al grado de hacer que en más de una ocasión se descompusiera la figura del presidente mexicano. Una y otra vez hubo de valerse de estribillos machacones, al grado de pronunciar en una rueda de prensa nueve veces continuas la palabra paz para dar fe de su profunda devoción por ella. En todos los casos usó tendenciosamente las aportaciones parciales e insuficientes que hasta ahora ha hecho en busca de que se reabra el diálogo entre gobierno federal y zapatistas, tratando de afianzar la certidumbre de que su administración ha cumplido íntegramente las peticiones de los insurgentes.
HUBO, ADEMAS, una expresión que no puede pasar desapercibida, en cuanto podría ser el anuncio de un endurecimiento de la postura presidencial. Contra el tono suave que había mantenido anteriormente en sus referencias a los zapatistas y su dirigente, el subcomandante Marcos, ahora el presidente Fox prefirió el estilo presuntamente irónico y desmitificador de su antecesor, Ernesto Zedillo, al referirse al guerrillero de la pipa como "Sebastián Guillén". No es el de su falsa o verdadera identidad el punto al que quiere referirse esta columna como preocupante, sino a la pretensión presidencial de dar por sepultado al subcomandante Marcos y en su lugar poner a un ciudadano llamado Rafael Sebastián Guillén (así fuera éste en realidad el nombre del jefe rebelde). No puede ser bien visto en el ánimo zapatista el que, apenas comenzadas a crearse ciertas posibilidades de diálogo, el Presidente trate de cambiarle de nombre, y de sentido, al deseado interlocutor.
Y ES QUE, según Fox, Marcos ya no es Marcos, sino Sebastián Guillén. En Francfort, a pregunta de un periodista que deseaba saber si mencionar tales apellidos significaba que ya se había confirmado la identidad del subcomandante y ya se había hecho contacto con él, explicó el Presidente: "Bueno nos estamos refiriendo a Sebastián Guillén. No he estado en contacto con él. Nos estamos refiriendo a Sebastián Guillén porque ahora está participando en política, porque ahora siento que lo que desea es participar en el debate político del país, y que va a hacer este recorrido precisamente con esas características. Por esto es Sebastián Guillén".
Rafa, Rafita...
ASI DE FACIL. El presidente de México ha decidido que el subcomandante Marcos, ahora que andaría de grillo explícito y de marchante por el país, sea Sebastián Guillén. Nótese el tono categórico, casi de declaratoria judicial, con el que estableció: "por esto es Sebastián Guillén". Más adelante, si se sentara a dialogar, Sebastián Guillén podría ser denominado por decreto presidencial como Rafa, y ya cuando firmara la paz y se quitara el pasamontañas y aceptara un microcrédito changarrero... Rafita.
LA RESURRECION del zedillismo en la persona de Fox muestra la desesperación que le embarga. Los proyectos de captación de inversión extranjera estarán condicionados a la solución del conflicto chiapaneco, y no habrá lugar del mundo donde se pare el vendedor estrella sin que le pregunten una y otra vez por Chiapas y el subcomandante Marcos.
El gabinetazo
NO SON SOLO las personales ansias del Presidente las que están llevando a un endurecimiento respecto a "Sebastián Guillén" y el EZLN. Son también las presiones de los grupos empresariales nacionales que le exigen puño fuerte a su colega. Y las evidencias de que el gabinetazo está metido en riñas internas desgastantes, como denunció el subcomandante Guillén, o Marcos Sebastián Guillén, o Sebastián Marcos, en entrevista publicada en El Universal, en la que asegura que Jorge Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser están jugando sucio, tratando de hacer contacto directo con los zapatistas para arrebatarle a Luis H. Alvarez, comisionado foxista para el tema, el eventual mérito de reinstalar las mesas del diálogo y eventualmente firmar la paz. El canciller y el comisionado de Orden y Respeto negaron tal versión salida de La Realidad, pero Santiago Creel, secretario de Gobernación (a quien los rumores mencionan enfrentado con la pareja Castañeda-Aguilar), reconoció que otros integrantes del gabinete han intentado hacer contacto con el EZLN aunque, eso sí, siempre coordinados con Luis H. Alvarez. Así es que, si el río suena, es que alguien le puso buenas bocinas.
CON TALES ENREDOS es de entenderse que el ánimo presidencial se descomponga y las urgencias se manifiesten. Fox quiere que los insurgentes se sienten "ya" y firmen la paz "hoy". En la medida en que tales apremios no se cumplan (y en el mundo se sepa que no es cierto que México cambió del negro al blanco en unos cuantos meses), se habrán de producir cambios de humor y texturas musculares. El ya, y el hoy, podrían ser cambiados por el "šDuro, duro!" deseado por los halcones empresariales y la derecha nerviosa.
Astillas:
La cruzada nacional contra el narcotráfico y el crimen organizado va viento en popa: ayer, en Tonalá, Chiapas, varios cruzados cruzaron fuego entre sí para ver quién defendía con más pasión sus creencias. Unos, agentes de la Policía Judicial Federal, creían que otros, que eran miembros de la Armada, no debían revisar la Suburban en la que se movían. Para demostrar que están bien coordinados, como les pidió el presidente Fox en Sinaloa, sacaron sus armas y se dispararon entre sí, cayendo muerto un civil y quedando cuatro heridos. Con tanto escándalo, ni siquiera se supo si en la camioneta de la discordia viajaba algún narcotraficante, aunque no fuera El Chapo, sino algunos "pobres delincuentes" como los que en días pasados fueron detenidos allá por los marinos con 3 milloncillos de dólares en efectivo. Seguiremos informando de las próximas acciones de Los cruzados...
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