LUNES Ť 29 Ť ENERO Ť 2001
Ť La disputa por la presidencia de la Permanente aflora en el conflicto
Fractura priísta en el Congreso veracruzano
Ť El legislador Ramos Vicarte buscó obtener el cargo de manera automática
GUADALUPE LOPEZ CORRESPONSAL
Jalapa, Ver., 28 de enero. El PRI enfrenta en Veracruz fracturas internas, si no tan graves como las del tabasqueño, sí lo suficientes como para que ocurriera una crisis en el Congreso, donde la bancada tricolor ventiló públicamente el profundo divisionismo que padece.
Las fisuras entre el priísmo de Veracruz salieron a relucir cuando militantes de importante trayectoria en la entidad se inconformaron ante la designación de Carlos Brito Gómez como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI. No obstante, los descontentos se disciplinaron.
El poder y el control de la 59 Legislatura, cuyo periodo en esta ocasión será de cuatro años, es el motivo de la disputa en cuyo centro están Raúl Ramos Vicante, presidente de la mesa directiva del Congreso, e Ignacio González Rebolledo, coordinador de la bancada priísta y presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara.
Ramos Vicarte pugnó por obtener una especie de pase automático para ocupar la presidencia de la diputación de la Permanente una vez que este martes concluye el actual periodo ordinario.
En la última reforma de la Constitución Política del Estado (en febrero de 2000) se estableció que quien presidiera el Congreso no encabezaría automáticamente la Permanente, de ahí que había que adecuar la ley secundaria a lo dispuesto en la Carta Magna, lo que de ninguna manera gustó a Ramos Vicarte.
El conflicto al interior de la bancada priísta hizo crisis el pasado jueves, cuando los correligionarios de Ramos Vicarte, siguiendo a su guía y coordinador, pretendieron "descabezarlo" o "decapitarlo", como lo señaló en tribuna la diputada perredista Leticia García Perea, valiéndose de una reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, con la que de una vez por todas le cerrarían toda posibilidad de que automáticamente pasara a ocupar la presidencia de la Diputación Permanente, como estaba previsto anteriormente en la citada ley.
El escándalo no se hizo esperar y la ruptura al interior de la fracción del Revolucionario Institucional, que hasta ese momento era un secreto a voces, afloró públicamente, justo cuando el gobernador Miguel Alemán Velasco se encontraba en Davos, Suiza.
En reunión previa a la sesión legislativa en la que se discutirían y aprobarían las reformas en cuestión, la bomba explotó el jueves pasado ante el desacuerdo de Ramos Vicarte, del también priísta José Luis Salas Torres, secretario de la mesa directiva, y del panista Alfonso Gutiérrez de Velazco, vicepresidente de la Legislatura, quienes en señal de protesta resolvieron no acudir a presidir la asamblea plenaria, lo que dio lugar a que se tuviera que elegir una directiva para que condujera los trabajos de ese día.
Fue tal el borlote que armó Ramos Vicarte que si bien finalmente se aprobó la modificación a la ley que dispone que la presidencia de la diputación Permanente será elegida por los legisladores que la integren, el coordinador de la fracción priísta, Ignacio González Robolledo tuvo que garantizar a Ramos Vicarte que tendrá el voto y el consenso de la mayoría para que presida a ese órgano.