LUNES Ť 29 Ť ENERO Ť 2001

PARABOLA

Emilio Lomas M

En espera de cambios

LO QUE TODAVIA no creen algunos funcionarios de primer nivel es que el presidente Fox sigue en espera de cambios. Los que pensaron que todo sería igual, ahora mismo estan pagando las consecuencias, y como muestra, ahí está el asunto de las penitenciarías. Los directores de las principales empresas del país no han movido un dedo, no obstante que las empresas que les encomendó el jefe de la nación estan ávidas de cambios.

LA ADOPCION DE un modelo de organización de tipo corporativo en Petróleos Mexicanos no reviste un alcance meramente administrativo. Al menos eso es lo que se deduce del discurso político utilizado para amparar la restructuración de la paraestatal. Se dice que se trata de elevar su eficiencia y eficacia a grado tal que se aumente sustancialmente la productividad.

TAL ES EL espíritu, que según las declaraciones oficiales está detrás de un proceso de modernización al que responde la conformación de cuatro empresas subsidiarias, a las que han girado instrucciones para que, en un plazo perentorio y a partir de la autonomía que les representa contar con personalidad jurídica y patrimonio propios, incrementen su productividad de manera que resulten competitivas frente a las grandes empresas petroleras del mundo.

SIN EMBARGO, DE no variar sustancialmente el estado de cosas que rodea el desarrollo del petróleo en México en los años por venir, tal propósito parece a todas luces inalcanzable. Así puede deducirse de un proceso de "modernización" que ha traído consigo el indiscriminado despido de trabajadores. En un contexto huérfano de criterios y de mecanismos para la adecuada selección o depuración del personal, los considerables recortes realizados han traído consigo no sólo la separación del personal efectivamente redundante, sino la de personal que, por su experiencia, conocimiento y disposición para el trabajo, resulta en el corto tiempo irremplazable.

EN PARALELO CON dichos recortes, y a pesar de las estrictas disposiciones emitidas en contrario, durante las administraciones de Adrián Lajous y Rogelio Montemayor se siguió contratando personal. Además, la incorporación del mismo no fue sujeta al estricto proceso de selección que, cabría esperar, sería utilizado por cualquier empresa que tuviera entre sus objetivos el alcance de altos niveles de productividad y rentabilidad como los pretendidos. Los criterios en que se basaron las nuevas contrataciones, en su esencia, no parecen diferir sustancialmente de los utilizados por el sindicato petrolero, cuyos supuestos intereses, prepotencia y corrupción dictaron la conveniencia de desmantelarlo.

EN UNO DE los muchos diagnósticos que se le han entregado al nuevo director de Pemex, la asociación civil Todos por Pemex, integrada por profesionistas y técnicos de primer nivel, se advierte además que ni en Petróleos Mexicanos en su conjunto ni en ninguna de las subsidiarias en particular existe control sobre los factores que determinan la rentabilidad y productividad que le dan viabilidad a cualquier empresa.

SE BUSCABA TAMBIÉN facultar a cada organismo para invertir, ampliar capacidades, desinvertir, convertir o tomar alianzas estratégicas o cadenas productivas, a fin de convertirlo en un ente eficiente, rentable y moderno. Se podía, por lo tanto, establecer filiales o subsidiarias mediante la forma jurídica más conveniente. Esto se presentó como algo ventajoso, pero lamentablemente, al paso del tiempo se ha demostrado lo contrario.

AHORA SE PRETENDE ampliar las alianzas estratégicas con la trasnacional Mobil bajo una serie de argumentos insostenibles, por lo que se puede concluir que la visión que se presentó a la pasada legislatura fue incompleta y carente de honestidad, puesto que la pretendida eficiencia ha quedado en la subjetividad de quien la dirige, mientras que la rentabilidad en términos de maximizar el valor de los productos sólo se ha alcanzado a través de una política de alza de precios en el mercado nacional, lo que ha generado mayor carestía entre los mexicanos, obstaculizando el desarrollo de la economía nacional.

Melée


LA FALTA DE coordinación y hasta corrupción que aún prevalece en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), han provocado que haya alrededor de 100 millones de dólares invertidos en subestaciones que están terminadas, pero sin funcionar, porque no cuentan con líneas de transmisión y distribución.

[email protected]