LUNES Ť 29 Ť ENERO Ť 2001

CLASE POLITICA

Miguel Angel Rivera

EN FEBRERO SE realizará una decisiva reunión del Consejo Político Nacional (CPN) del PRI, pero en realidad lo que allí suceda dependerá de los acuerdos o distanciamientos que se produzcan en el curso de la presente semana.

NO PARECE UN panorama cómodo. Por el contrario, se prevén negociaciones duras, difíciles y ríspidas. La recompensa vale la pena. Como lo destacó el secretario general del tricolor, Sergio García Ramírez, el pasado viernes: sumadas las elecciones realizadas después del 2 de julio de 2000, el PRI es el partido que, en lo individual, recibió más votos.

POR SUPUESTO, A pesar de la votación en su favor, el PRI sufrió derrotas. Como la de Chiapas, en donde una coalición de partidos le superó al presentar un candidato salido de sus filas; el resultado favorable en Tabasco fue anulado por una decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y no pudo recuperar Jalisco, aunque está en proceso otro litigio judicial, pues los del tricolor sostienen haber sido despojados de una victoria mediante fraude electoral.

PERO COMO DICE el adagio popular: "más le queda al rico cuando empobrece que al pobre cuando enriquece". Y no son pocos los que desean ser los responsables de conducir al otrora invencible instituto político. En términos de la picaresca política, son muchos lo dispuestos a "sacrificarse".

POR ENCIMA DE las diversas corrientes priístas, dos grupos aparecían como los más capaces de hacerse del control y ambos se agrupaban en torno a dos prominentes personajes. Uno, con el derrotado candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, que al parecer tiene como abanderado para la presidencia del partido al ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Oaxaca Diódoro Carrasco Altamirano. Dos, con el ex precandidato presidencial y ex gobernador de Tabasco Roberto Madrazo Pintado, quien también aparecía como aspirante a dirigir al partido.

A SU PESAR, Madrazo Pintado es una figura polémica. Por ello, decidió no ser candidato a la presidencia partidista, al menos por el momento. Si embargo, no desatiende a su organización y por ello empezó los movimientos, al convocar a conversaciones a los otros dos aspirantes derrotados en el proceso de nominación a la Presidencia de la República: Manuel Bartlett Díaz y Humberto Roque Villanueva.

AL PARECER LOS tres llegaron a acuerdos sobre el proceso para la renovación interna del partido y por ello pretenden reunirse con la presidenta de la organización, Dulce María Sauri Riancho, en el curso de la presente semana. También está abierta la invitación para el grupo de Labastida Ochoa.

DE RESULTAR POSITIVOS los encuentros, se disipará el peligro de enfrentamiento y división. Los puntos de acuerdo se confirmarían en la proyectada reunión del CPN del inminente febrero. Podría haber cambio de Comité Ejecutivo Nacional (CEN), pero también podría ser ratificado el actual.

MUCHAS VECES, EL trabajo periodístico impide matizar. No obstante conviene precisar que ni la presidenta Dulce María Sauri ni el secretario general Sergio García Ramírez han afirmado que van a renunciar. Ambos expresaron que sus cargos están a disposición del CPN y esa es la realidad, pues ese órgano colegiado tiene facultades para remover o designar a los dirigentes partidistas.

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