DOMINGO 28 DE ENERO DE
2001
Donde la fusca es como el cinturón
Viaje al Guerrero bronco
Ejecuciones, secuestros, asaltos, venganzas... No
son las noticias de los primeros días del 2001 en Guerrero,
sino la historia interminable de un estado olvidado por la Federación.
Una entidad que tiene 13 municipios entre los 100 más miserables del país, donde la corrupción de la clase política
erigió durante décadas el imperio de la impunidad, donde
el rezago social se entrevera con los imperios económicos y los
cacicazgos políticos, y donde las balas de AK-47 son las que hacen justicia
Daniela PASTRANA
Ciudad Altamirano, Gro. De la camioneta de doble rodada bajaron cuatro hombres armados con metralletas y pistolas de uso restringido. De un tirón abrieron la puerta descascarada de la vieja unidad de servicio público, a la que interceptaron en el cruce de Piedra Parada.
-ƑQuién aquí es Roberto Baltazar?
Nadie respondió.
Tayde Cervantes Morales detuvo la vista en el joven de 19 años instalado al fondo del vehículo, junto a su madre.
Roberto Baltazar Segura todavía tenía las huellas del accidente automovilístico que apenas en diciembre lo hizo interrumpir sus estudios en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Moreliay regresar a su casa en Las Cruces, justo en el corazón de la Tierra Caliente.
Nada pudieron hacer los pasajeros por el muchacho. Los hombres lo bajaron a empujones y lo arrastraron 20 metros hasta un claro. Ahí lo arrodillaron y le metieron cinco balas en el cráneo. Tres de AK-47 (mejor conocida como "cuerno de chivo") y dos de 38 súper.
Así pagó la cuenta pendiente de su padre, Pablo Baltazar Jiménez, quien meses atrás mató a Efigenio Cervantes Morales, hermano de Tayde.
El asesinato de Roberto Baltazar ocurrió -según la causa 04-2001 del distrito judicial de Coyuca de Catalán- a las tres de la tarde del 10 de enero pasado, en un crucero que está a poco más de una hora de Ciudad Altamirano.
Su ejecución fue producto de una venganza, una de tantas que ocurren en estas tierras guerrerenses.
Pero su muerte ni siquiera ocupó un lugar relevante en los diarios locales (concentrados en los muertos de principio de año en Taxco y el Kilómetro 30). Quizá porque la violencia en esta zona es casi parte del paisaje cotidiano.
"En Tierra Caliente es la Ley del Talión. La gente hace justicia por su propia mano", lamenta Gabriel Jiménez Montiel, juez penal de Coyuca de Catalán.
Algo sabe. Aquí, la quinta parte que de los delitos que se cometen son homicidios.
*El primer productor de amapola
La imagen, a la entrada de Nueva Cuadrilla, sería la escena perfecta de una película del oeste, si no fuera porque en lugar de revólver al cinto, el hombre que está en el caballo carga una cuerno de chivo.
Y porque el miedo que flota en el pueblo con la llegada de los extraños es muy real.
No es para menos. El hombre que está en el caballo es uno de los Delgado Cruz, cuatreros, secuestradores y ladrones de ganado. El azote -desde hace varios años- de la zona que abarca la parte alta de Coayutla y Vallecitos, arriba de Zihuatanejo y Petatlán.
Porque aquí, en la sierra guerrerense, hace tiempo que la policía no se atreve a entrar.
La zona alta de Filo Mayor, cercana a los límites de Michoacán, se ha convertido en tierra fértil para la siembra de mariguana y amapola. Son 400 kilómetros entre Zihuatanejo y Ciudad Altamirano dedicados a la producción de amapola, goma de opio y mariguana.
El dato lo desliza un funcionario de la Procuraduría general de Justicia: Guerrero es el primer estado productor de amapola en el país, según los reportes del Ejército mexicano.
Aunque de acuerdo con el funcionario estatal, se trata de "pequeños productores", que han "cambiado de giro" porque la siembra de enervantes les deja cinco veces más de lo que ganaban con sus cosechas. Pero "todavía" no hay grandes capos, insiste.
Es -dicen aquí- la "siembra de la sobrevivencia". Los narcochangarros, se diría en estos tiempos.
Lo que sí hay, admite Pedro Quiroz, ex presidente de la Unión de Ejidos de Vallecitos y actual coordinador del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig), son gavillas de bandoleros y cuatreros, que "viven de quienes medio están trabajando".
Por algo la gente de los poblados recomienda no tomar la carretera de Zihuatanejo a Altamirano.
Ahí fue asesinado en enero de 1998 el segundo secretario de la embajada de Egipto en México, Mohamed Ismail Sadek, cuando vacacionaba con su familia. Justo en el municipio de Coyuca de Catalán. Por resistirse a un asalto, dijo el reporte oficial.
Y ya nadie lleva la cuenta del número de asaltos y violaciones que se han registrado en esos caminos, donde los pastizales se ven vacíos.
"Al que denuncie lo fusilan, por eso nadie dice nada", admite un ganadero de Vallecitos.
Quizá por eso, en Nueva Cuadrilla, el ejido más pobre de Coahuayutla, y donde -según calcula el ex comisariado ejidal Antonio Vargas- más de la mitad de los pobladores ya vive en Estados Unidos, los Delgado Cruz se pasean de día con sus cuernos de chivo.
*De Disneylandia a Metlatonoc
"Aquí hay muchos problemas. Esto no es Disneylandia, no es tener una grabadora en la mano. Esto es gobernar Guerrero", respondió el jueves pasado el gobernador René Juárez Cisneros a los cuestionamientos de los reporteros por los conflictos del inicio de año en la entidad: las ejecuciones en el Kilómetro 30, el enfrentamiento de priístas en Xochistlahuaca, los bloqueos de carreteras federales en Atoyac y Chilpancingo...
"No es Disneylandia", dijo al fin el exasperado gobernador.
Y vaya que no lo es. Según la Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición en el Medio Rural (Enal) 1996, Guerrero tiene el nada honroso primer lugar a nivel nacional en rubros, por ejemplo, como el índice de desnutrición infantil de alto riesgo (32.4%) o en el porcentaje de padres analfabetos (54%). También es líder nacional en viviendas de calidad muy mala (69%) y con piso de tierra (57.5%).
En Guerrero está el segundo municipio más pobre del país, Metlatonoc; casi la mitad de su población (44%) vive en localidades de menos de 2 mil 500 habitantes, y según el Consejo Nacional de Población (Conapo) al menos 23 de sus municipios tienen índices de marginación "muy altos".
A la miseria se agregan los conflictos políticos y sociales, que por lo menos han provocado la caída de tres gobernadores (Israel Nogueda, Javier Olea y Rubén Figueroa Alcocer) en las últimas tres décadas.
El rezago es tan grande que los intentos de los últimos años por mejorar las condiciones presupuestales del estado han reducido muy poco la brecha que hay con respecto a las entidades del norte del país.
Un ejemplo claro se vio en la discusión del Programa de Apoyos para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (PAFEF) para el 2001. Este programa fue creado el año pasado con el fin de dar un apoyo extra al presupuesto federal de las entidades.
Guerrero fue, después de Oaxaca, el estado que más se benefició con la fórmula presentada por el PAN y que finalmente fue aprobada por los otros partidos. Le asignaron 200% más de los recursos que obtuvo por este programa el año pasado.
Sin embargo, la diferencia de aportaciones con respecto a estados como, por ejemplo, Nuevo León, es todavía enorme.
Sólo hay que ver: aun con el aumento, Guerrero, que tiene 3 millones de habitantes, recibirá por conducto del PAFEF 351 millones de pesos; en cambio, Nuevo León, con 3 millones 800 mil habitantes, tendrá un apoyo extra de 602 millones de pesos.
*El procurador y su mala suerte
Iba a cerrar el año con dos homicidios en Taxco. En la tarde del último día del 2000 llegó el tercero... era Constantin Giannitsis, hijo del ministro del Trabajo de Grecia. Se resistió a ser asaltado por tres adolescentes y lo mataron.
Al día siguiente tres miembros de la familia Torres Palacios fueron asesinadas por un comando de ocho hombres encabezados por el comisario municipal del Kilómetro 30, Abel Arizmendi, quien dos días más tarde fue ejecutado junto con su hijo, Abelito.
ƑHubiera sido una historia de ajuste de cuentas en la costa si no se hubiera visto involucrado el jefe de noticias de la televisora estatal, Jorge Torres Palacios?
Mala suerte para el procurador general de Justicia estatal, Carlos Vega Memije, quien no se cansó de aclarar que los índices delictivos no se han "disparado" en la entidad y que los asesinatos registrados en los primeros días del año no tienen ninguna relación entre sí.
Pero no la traía consigo el procurador.
El 2 de enero, Santiago Torres Reyes, comerciante de mango, fue asesinado en la comunidad de Cacalutla. Le dispararon con una cuerno de chivo mientras tomaba un refresco.
El 5 de enero, un militar y un presunto prófugo de la justicia murieron en un enfrentamiento en la comunidad de El Paraíso, municipio de Atoyac de Alvarez.
Cuatro días después, estalló el conflicto político en Xochistlahuaca. El enfrentamiento entre priístas dejó al menos 10 lesionados.
Al día siguiente, Robert Ckets McNulty Murphy, ciudadano estadunidense radicado en Acapulco desde hace 30 años, fue asesinado a puñaladas. Su muerte estaría relacionada con asuntos sexuales pues, al parecer, traficaba pornografía infantil.
A las noticias de muertos se agregan las declaraciones del ex comandante del grupo antisecuestros, Víctor Castro Valente (suspendido hace cinco meses de la corporación): "El procurador es un hombre honesto, pero inepto".
También las denuncias de tortura que hacen los integrantes de una banda de secuestradores y un affaire mediático entre agentes judiciales que acusan de tortura y extorsión a Federico Peredo Jiménez, responsable de recuperación de vehículos de la Procuraduría.
Un caos. En su oficina de Chilpancingo, todavía en el cargo de procurador (una semana después de la entrevista fue invitado a trabajar en la Comisión Nacional de Derechos Humanos), Vega Memije insistía en que la situación en Guerrero no está fuera de control, que son una serie de circunstancias y hechos sin relación que se juntaron a principios de año.
Daba algunos datos: por ejemplo, que más de la mitad de los 30 mil delitos registrados el año pasado fueron patrimoniales, es decir, robos en distintas modalidades. Acapulco, por supuesto, es el de mayor incidencia, con 5 mil 600, seguido de Chilpancingo, con 800. Iguala, Taxco y Zihuatanejo están muy por debajo.
ƑHomicidios? No llegaron a 800, considerando accidentes y homicidios imprudenciales, que son la mayoría. En eso, por lo menos, tiene razón. Según los recuentos de la prensa, en los últimos dos años se han registrado en Guerrero unos 50 asesinatos en los que se presumen ajustes de cuentas relacionados con el narco.
Para Vega Memije, detrás del manejo de la información sobre la violencia en el estado hay "intereses económicos muy fuertes", que buscan ahuyentar al turismo.
Sobre todo, decía el funcionario, no se explican las condiciones de desventaja en las que actúa la dependencia a su cargo.
"Estamos olvidados", insistía. Y daba un dato que dimensiona su queja: hasta el año pasado, el gobierno del estado pudo contar con 12 agencias del Ministerio Público propias. Antes rentaba los locales.
Esto fue posible por los convenios que el Consejo Nacional de Seguridad firmó con los estados.
Guerrero recibió 75 millones de pesos extras, con los que la Procuraduría pudo dar a fin de año "dotaciones complementarias" a los agentes judiciales, peritos y agentes del Ministerio Público, que ganaban entre 3 mil y 4 mil 900 pesos mensuales. También, presumió los avances en los cursos de capacitación que son evaluados por el Ceneval, Sedena y el IMSS. Pero no se puede pedir milagros al personal.
"Compare la oficina de la delegación de la PGR, que es la responsable de los asuntos relacionados con el narcotráfico, con esta -lamentaba el funcionario-. Necesitamos recursos. ƑDe qué sirve que nos hagan caso ya que estemos como en Chiapas?".
*ƑDominio de cárteles?
Las ejecuciones en el Kilómetro 30 abrieron el tema del narcotráfico en Guerrero.
Algunas fuentes judiciales atribuyeron el control de la distribución de drogas en la costa a los hermanos Arellano Félix, del cártel de Tijuana (Milenio Diario, 7/01/2001).
Reportes militares citados por ese diario hacen referencia a otras bandas de presuntos sicarios, cuidadores y transportadores de droga en la región: los Gómez Cabrera, los Rauda Orozco, los Bautista Valle y los Cruz Carrillo.
El reporte es contundente: la red del narco en la región guerrerense de la Costa Grande es controlada por el ex alcalde priísta y líder de la asociación ganadera de Petatlán, Rogaciano Alva Alvarez (bien conocido en la región por sus prácticas caciquiles), quien al menos estaría involucrado en la ejecución de cuatro campesinos en junio de 1998.
ƑLos grandes capos se disputan la plaza guerrerense?
En el estado no lo ven así.
"Las ejecuciones son por venganzas personales. No estamos hablando de crimen organizado como el que hay en otros estados, ni de grandes mafias, sino de campesinos que se dedican a la siembra de enervantes en pequeñas producciones", dicen en la Procuraduría General de Justicia.
Coincide Pedro Quiroz, para quien algunos bandoleros, incluso, ganan más con el secuestro o el robo de ganado. En todo caso, aclara, la percepción de los integrantes del Cresig es de un aumento en la inseguridad general en la región.
En abril del año pasado, la organización defensora de los derechos humanos Global Exchange, con sede en San Francisco, envió una delegación de abogados -integrantes de National Lawyers Guild y La Raza Centro Legal- a investigar los asesinatos en el estado.
Sus conclusiones, disponibles en Internet, son tan contundentes como las del Ejército: el pretexto más común para la represión policiaca y militar en el estado es la guerra en contra de los narcotraficantes; la situación actual en Guerrero es la continuación de una tendencia histórica que incluye una extensa y endémica pobreza.
Entre otros, el reporte destaca el caso de los líderes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán, Rodolfo Montiel (Premio Anual de Ecología de la Fundación Goldman) y Teodoro Cabrera, detenidos en mayo de 1999 por efectivos del Ejército.
Ambos fueron acusados, primero, de participar en la guerrilla, y después, de dedicarse a la siembra de mariguana.
"La sistemática violación a los derechos humanos ha ocurrido y sigue ocurriendo en Guerrero... Usando el pretexto de la guerra contra narcotraficantes y/o en busca de armas o guerrillas, la policía local y los efectivos militares desplegados no respetan libertades civiles básicas, procesos equitativos, ni derechos humanos", concluye Global Exchange.
Algo habrá de verdad. Apenas la semana pasada, por decir un caso, los habitantes de la comunidad de Linda Vista, en el municipio de San Miguel Totolpan, responsabilizaron a miembros del Ejército del asesinato del adolescente Esteban Martínez Nazario, quien falleció de un disparo por la espalda.
*"Guerrilla de papel"
Los vieron varias veces.
Todavía hace un año, los veían bajar por el rumbo de El Coyol, en Tierra Caliente. Unos andaban por la brecha, otros atrás de la cerca. Iban con sus botas, sus armas y sus paliacates cubriendo la cara.
"Nos veían pasar y no decían nada, seguían caminando", cuenta Franco Torres, representante del Consejo Comunitario de Abasto de Diconsa en Guerrero, en su oficina de Tlapehuala.
Lo confirma Jacinto del Angel, responsable de la oficina de Sedeso en Ciudad Altamirano: "Se sabía que bajaban por El Coyol, pero hace tiempo que ya nadie los ve. Se dice luego de encapuchados, pero más bien son asaltantes que se tapan la cara".
Hace dos semanas, agentes judiciales detuvieron a cuatro presuntos integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) en el poblado de Ayutla de los Libres. Victoriano Eugenio Morales, Francisco Flores de Jesús, Margarito Eugenio Rufina y Domingo Constantino Soto fueron acusados de pertenecer al grupo armado con dos elementos: portaban un revólver 357 Magnum y dos pistolas calibre 22 y en el domicilio de uno de ellos se encontró una fotografía de individuos armados, vestidos de verde olivo y con las insignias del ERPI.
Sin embargo, el grupo guerrillero se deslindó esta semana de los detenidos en Ayutla.
Un funcionario de la Procuraduría estatal reconoce: "Por suerte lo que nos ha tocado enfrentar, hasta ahora, es una guerrilla de papel".
* * *
Soy de Guerrero, señores y por guerrero me han de encontrar.
Soy puro Tierra Caliente aunque les parezca mal.
Por más que salten y griten con guerrerense no han de poder.
Porque Guerrero es valiente y se sabe defender.
Con mi pistola y machete voy caminando hasta llegar.
Y a llegar a Chilpancingo que es la mera capital
(Corrido de Coyuca de Catalán)
*La fusca es como el cinturón
Desentrañar la maraña guerrerense y "descubrir el sentido oculto de las absurdas muertes cotidianas" demanda ubicarse en una perspectiva más amplia que la coyuntural, sostiene el historiador Armando Bartra.
En su libro Guerrero bronco (Ediciones Sinfiltro e Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya AC, 1996), el investigador advierte de la "alarmante semejanza de hechos recientes (se refiere a la masacre de 17 campesinos en Aguas Blancas, ocurrida en junio de 1995) con acontecimientos de hace dos décadas, así como la analogía de aquéllos y los sucedidos en la primera mitad del siglo".
Y asegura que desde 1995 está haciendo crisis un "añoso y perverso" entreveramiento de lo político y lo social, de control económico y dominación política en el estado.
También la periodista Maribel Gutiérrez, quien documentó en su libro Violencia en Guerrero (La Jornada Ediciones, 1998) una serie de ejecuciones, linchamientos, enfrentamientos políticos y asesinatos ocurridos entre 1993 y 1997, reconoce: "1995 fue peor".
Eran las épocas del gobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien alguna vez se quejó con los reporteros: "Yo no puedo gobernar si me están contando un muerto cada día".
Ahora es el gobernador René Juárez el que se enoja cuando le preguntan si hay ingobernabilidad en el estado.
"šAquí en Guerrero siempre habrá problemas!".
Quien sabe. A lo mejor es profeta, porque todavía esta semana fue emboscado y acribillado el líder cetemista del municipio de Cutzamala, José Molina Cabrera. Y también corrió la versión -desmentida por la familia- de que habían secuestrado a Juan Pablo Acevedo González, hijo del ex alcalde de Chilapa y sobrino del diputado federal Raúl González Villalba.
Aunque en la Tierra Caliente de Guerrero, ninguna de estas noticias parece impresionar de manera especial a los pobladores.
"Es que aquí, ponerse la fusca es como ponerse el cinturón", dice Franco Torres, no tan en broma.
* * *
Jueves 18. El dueño de una fonda en Ciudad Altamirano mira y escucha las noticias en la televisión: un regalo-bomba que mató a un niño en el Distrito Federal, presunto parricidio, atentado al gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez...
El hombre lanza un largo suspiro.
"El país es un caos,no cabe duda que sólo en Guerrero no estamos así".