DOMINGO Ť 28 Ť ENERO Ť 2001
 
Ť El pilar de la defensa de Cuervos se vio involucrado en un doble asesinato
 
Ray Lewis, del borde del abismo al Supertazón
 
Ť Odiado por algunos, adorado por otros, el jugador será pieza clave del encuentro de hoy
 
Tampa, 27de enero. Hace un año, Ray Lewis, el pilar de la defensa de los Cuervos de Baltimore, estaba en el ojo de la tormenta y su carrera profesional al borde del precipicio.

Tras asistir a una fiesta, Lewis se vio involucrado en una reyerta en un club nocturno de Atlanta, el escenario del Super Bowl del año pasado, que dejó un saldo de dos muertos.

Inicialmente, el corpulento linebacker de 25 años fue encarcelado y acusado por los homicidios, pero los fiscales no hallaron pruebas que lo comprometieran en lo ocurrido.
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Lewis se libró de los cargos a cambio de rendir testimonio contra dos de sus acompañantes la noche del incidente. Ambos, posteriormente, fueron declarados inocentes por un jurado. Lewis fue condenado por el delito menor de obstrucción.

La NFL lo castigó con una multa de 250 mil dólares. Sin darse por vencido, Lewis se reincorporó a los Cuervos y fue la bujía de un equipo que tuvo una foja de 12-4. Lewis ganó la votación al mejor jugador defensivo de la liga.

La historia de Lewis en los últimos meses está repleta de adversidades y triunfos. No sorprende que sea el foco de atención del Super Bowl.

Para algunos, Lewis representa todo lo malo de la NFL, cuya imagen ha sido salpicada por el creciente número de incidentes con la ley en la que varios de sus jugadores se han visto involucrados.

Para otros, en cambio, Lewis es un hombre que venció la adversidad y que solamente trata de redimirse ante los ojos de la afición.

A Lewis no le gusta hablar sobre el tema, como ocurrió al ser acosado por docenas de reporteros durante la semana.

"Yo escucho lo que me preguntan, pero es mi derecho no responderles. Para mí, lo ocurrido es un capítulo cerrado", manifestó.

Hace un año, Lewis apareció ante las cámaras de televisión esposado y ataviado con un uniforme anaranjado, de preso.

Esta semana, Lewis lució una franela de Baltimore y por más de una hora se esforzó en esquivar cualquier pregunta que no fuese sobre el partido contra los Gigantes de Nueva York.

Lewis no expresa remordimientos por lo ocurrido y se declara convencido de que  los fiscales se ensañaron con él, debido a su condición de astro de la NFL.

También piensa que, en forma injusta, la liga lo utilizó como un chivo expiatorio para dejar en claro que no permitirá que su imagen sea empañada, en momentos en que hay varios casos de jugadores involucrados en asesinatos y violaciones sexuales.

"Esto nunca tuvo nada que ver con las dos personas que resultaron muertas", dijo Lewis. "Esto tiene nombre y apellido: Ray Lewis. Eso no es justo. No se molesten conmigo por el mero hecho de que sea el centro de la atención de todos".