DOMINGO Ť 28 Ť ENERO Ť 2001
Ť Unicef: necesario, invertir en los primeros años de vida del menor
Alta, la tasa de mortalidad infantil en el país
GEORGINA SALDIERNA
México ocupa el lugar 97 en la lista de países con problemas de mortalidad infantil. Los primeros sitios los tienen Estados como Angola, Sierra Leona, Afganistán y Nigeria, mientras los últimos corresponden a Suiza, Suecia, Japón y los Países Bajos, según informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En su reporte El estado mundial de la infancia 2001, el organismo internacional muestra que la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años en México es superior a la que registran países de un desarrollo económico similar e incluso más bajo, como Venezuela, Argentina, Uruguay, Chile, Jamaica y Cuba.
De acuerdo con el documento, la tasa de mortalidad mexicana es de 33, mientras la de Venezuela es de 23, la de Argentina 22, Uruguay 17, Chile 12, Jamaica 11 y Cuba 8.
El reporte de la Unicef llama la atención sobre la necesidad de extremar los cuidados y atenciones para los niños, pero sobre todo para los que se encuentran entre el nacimiento y los tres años de edad, periodo durante el que se registra la mayor parte del desarrollo del cerebro y se adquiere la capacidad de pensar, hablar, aprender y razonar, además de que se integran los fundamentos de los valores y comportamientos sociales que acompañarán a los pequeños hasta su vida adulta.
Prioritaria, la atención de gobiernos a la primera infancia
Destaca que la época de la primera infancia debería recibir la atención prioritaria de los gobiernos; sin embargo, señala que estos son los años en los que los niños reciben menor atención.
Como consecuencia de ello, casi 11 millones de menores de cinco años murieron el año pasado en todo el mundo, por causas que se podían evitar fácilmente. Las cinco enfermedades más mortíferas para los infantes durante 1998 fueron los trastornos perinatales, infecciones de las vías respiratorias, enfermedades diarreicas, prevenibles mediante la vacunación, y el paludismo.
La Unicef refiere que es necesario invertir en los primeros años de la infancia, porque ello asegura grandes rendimientos económicos en el futuro con ahorros en servicios destinados a remediar deficiencias anteriores, además de que ofrece a los países las circunstancias más favorables para competir en la economía mundial al mejorar la competencia de las personas.