DOMINGO Ť 28 Ť ENERO Ť 2001
Ť Buscará acuerdos en temas de la agenda económica
El PRD acordó establecer relación de oposición con el gobierno de Fox
El pleno del Consejo Nacional del PRD votó ayer de manera unánime establecer una relación diferenciada y de oposición al gobierno de Vicente Fox. Se trata de rechazar el proyecto neoliberal, que atenta a la responsabilidad social del Estado, pero sin cerrar las posibilidades de encontrar acuerdos sobre temas específicos en la agenda económica, política y social.
Sólo una parte mínima de los consejeros se opuso a la idea de tener acuerdos con el gobierno foxista. Los integrantes del Movimiento de Bases Insurgentes del PRD -entre los que se encuentran Raúl Alvarez Garín, Carlota Botey y Gerardo Fernández- presentaron un documento donde manifiestan que "es equivocado e inaceptable crear una política de colaboración con el régimen foxista por no corresponder éste con los intereses mayoritarios de los mexicanos, y es absolutamente contrario a una sociedad justa, libertaria, igualitaria y democrática".
A pesar de que se aceptó el documento original de la comisión para la reforma, presentado por Imanol Ordorika, según el cual el PRD debe presentarse como un partido alternativo al gobierno foxista y como alternativa de gobierno, también se votó a favor de la formación de un equipo de trabajo que redacte las diferencias presentadas por las corrientes, para ser enviadas al sexto Congreso Nacional, que se efectuará en abril.
Quedó pendiente para este domingo discutir y aprobar la propuesta de adecuar el programa de lucha del PRD que, en opinión de diversos consejeros, está rebasado por las circunstancias nacionales e internacionales, pues se ubica en una etapa (1989) donde todavía el PRI era el partido dominante y no se preveía el arribo de la derecha conservadora y neoliberal, encabezada por Fox.
En la línea política ya aprobada, el PRD carcteriza al gobierno foxista como "neoliberal de derecha", como una continuidad del proyecto iniciado por los gobiernos del PRI en los últimos 18 años (De la Madrid-Salinas-Zedillo) y que ha producido 60 millones de mexicanos pobres.
"Acontecimiento histórico"
Los perredistas reconocen que la derrota del PRI el 2 de julio es un "acontecimiento histórico de signo positivo", que la mayoría ciudadana votó por el cambio político y que se abre la posibilidad de iniciar el proceso de democratización del Estado mexicano. No obstante, aclaran que esto no supone el inicio de la solución de los grandes problemas sociales de México, pues Fox y su equipo con sus declaraciones confirman que buscarán dar continuidad al proyecto económico que privilegia al libre mercado y la apertura hacia el exterior.
La pretensión del PRD es no sólo presentarse como un partido opositor, sino como una alternativa de gobierno, con propuestas económicas, sociales y políticas, al lado de los movimientos sociales.
Los perredistas, sin embargo, no descartan formar alianzas electorales con el PAN en algunos estados, sobre todo en el sureste, para acabar con el cacicazgo priísta. O también acuerdos legislativos con el PRI para detener las pretensiones foxistas de reducir las responsabilidades sociales del Estado.
"El reto fundamental es formar una nueva correlación de fuerzas con la ciudadanía, acompañar a los movimientos sociales y lograr acuerdos de largo alcance con organizaciones de izquierda, sin dejar a un lado la posibilidad de acuerdos específicos y coyunturales", explicó Ordorika.
El grupo de los "chuchos", formado por Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Sotelo, Carlos Navarrete, Lorena Villavicencio y Eduardo Espinoza, presentó su propuesta en la que piden que el PRD asuma una postura de "oposición socialmente útil". Es decir, propositiva y constructiva, de presión enérgica y con presencia en las calles, "que utilice todas las herramientas de la política para convertir a la administración de Vicente Fox en un gobierno de transición".
Dicha propuesta sería enviada al Congreso Nacional para ser discutida, al igual que la idea de alcanzar "un nuevo pacto político interno" en el cual se pide que las corrientes de opinión se mantengan y sólo desaparezcan los "grupos de control burocrático (...) que se disputan el control de la estructura administrativa del partido y los espacios de poder público".
A pesar de que se esperaban confrontaciones entre los diversos grupos y corrientes, al final de la jornada de ayer se pusieron de acuerdo para aprobar la nueva línea política del partido, caracterizada por recuperar los "puentes" que contruyeron los sectores y movimientos sociales, por insistir en el cambio de modelo económico y terminar con los altos índices de pobreza del país.