VIERNES Ť 26 Ť ENERO Ť 2001
Ť El panista Fernando Estrada será el cuarto embajador de México
Sigue la línea de enviar un político al Vaticano
Ť Lamenta Antonio Roqueñí que la extrema derecha de la Iglesia objete la designación
JOSE ANTONIO ROMAN
Con la designación de Fernando Estrada Sámano como nuevo embajador de México ante el Vaticano, se mantiene el perfil de encargar esa misión a un político, más que a un diplomático de carrera.
De recibir la aprobación del Senado -como se espera que ocurra en las próximas semanas-, el panista se convertirá en el cuarto embajador, desde que el 21 de septiembre de 1992 se establecieron relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.
Con esta designación se confirma la versión de que el PAN permitió la designación de un priísta (Javier Moctezuma Barragán) como subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, a cambio de proponer a la persona que representaría a México ante el gobierno vaticano.
En tanto, trascendió que en la primera quincena de febrero el arzobispo italiano Giussepe Bertello arribaría a México para comenzar su gestión como nuncio apostólico, luego de dejar la representación de observador del Vaticano ante los organismos de la ONU en Ginebra, Suiza. Bertello también será el cuarto nuncio acreditado ante México.
De 59 años de edad, michoacano, católico, Estrada Sámano ha sido dos veces diputado federal y miembro del Consejo Nacional panista. Pertenece a una de las familias cofundadoras del PAN, y fue vicecoordinador de la mesa de la reforma del Estado del presidente electo Vicente Fox.
Para el ex apoderado legal de la arquidiócesis de México, el presbítero Antonio Roqueñí, Estrada Sámano tiene una "trayectoria intachable" en el PAN y es un "hombre de mentalidad abierta" respecto a las asociaciones religiosas y la libertad de creencias. Lamentó que su designación sea objetada por la "extrema derecha" de la Iglesia, representada por un sector del llamado Club de Roma, y sobre todo del obispo de la diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda.