JUEVES Ť 25 Ť ENERO Ť 2001

Ť La mitad de enfermos a nivel nacional, con escolaridad inferior a secundaria

En 3 años, 62% más casos de sida en el campo

Ť La heterosexual pasó a ser la principal vía de transmisión durante 1999


ANGELES CRUZ

Los casos de sida en áreas rurales se elevaron 62 por ciento entre 1994 y 1997. La mitad de los infectados reportados a nivel nacional en 1999 correspondió a personas con escolaridad inferior a secundaria, contrario a lo que ocurría en los primeros años de la epidemia, mientras que la heterosexual pasó a ser la principal vía de transmisión del VIH en ese mismo año. Estas son las "áreas de preocupación" sobre la enfermedad en México.

De acuerdo con el estudio El sida en México en el año 2000, las repercusiones de la enfermedad ya han rebasado el ámbito de la salud, por lo que se requiere la participación de diversos sectores de la sociedad y la coordinación entre instituciones, sectores y países para combatirla. Hasta el 30 de septiembre pasado, se registraron de manera acumulada 46 mil 870 casos de sida, pero tomando en cuenta el retraso en la notificación y el subregistro, la cifra podría subir a 64 mil.

Las autoridades de salud calculan que existen unas 150 mil personas infectadas por el VIH. Casi 90 por ciento de ellas adquirió el virus por vía sexual. Al contabilizar los casos desde el inicio de la epidemia en el país, en 1983, 62 por ciento de los enfermos son población homosexual y 37.8 por ciento, heterosexual.

Sin embargo, en la clasificación de los casos por año, se observa que entre los hombres que tienen relación sexual con hombres, la transmisión del VIH/sida por vía sexual ha disminuido de manera sostenida, mientras que entre la población heterosexual esta forma de contagio ocupó el primer sitio en los casos diagnosticados en 1999.

Como parte de las acciones de la Secretaría de Salud (Ssa) en el combate de la epidemia, hoy se realizará el seminario La Cooperación Internacional en torno al VIH/sida, durante el cual el gobierno de Japón entregará un donativo en equipo de cómputo para el servicio de los programas estatales en todo el país. El objetivo es, según informes oficiales, dotar a los estados de los insumos que les permitan fortalecer su trabajo en esta área.

Por lo pronto, el Consejo Nacional para la Prevención y Control del Sida (Conasida) publicó recientemente el libro La respuesta mexicana al sida: Mejores prácticas, el cual incluye un diagnóstico de la situación de la enfermedad en el año 2000.

Con relación al sexo de los pacientes, indica que 85 por ciento son varones y 14.3 por ciento, mujeres. La enfermedad afecta principalmente a la población en edad productiva en ambos sexos (15 a 44 años).

Con base en información del Registro Nacional de Casos, las entidades con mayores tasas acumuladas de sida son: Distrito Federal, Jalisco y Morelos. Las de menores tasas son: Chiapas, Tabasco y Zacatecas. Actualmente, 39 por ciento de los enfermos continúan con vida.

La investigación destaca que después de un crecimiento lento, a partir de la segunda mitad de los 80 la epidemia registró un avance exponencial. Al inicio de los 90 se amortiguó y a partir de 1994 empezó una estabilización en alrededor de cuatro mil 100 casos nuevos al año.

México ocupa el tercer lugar en el continente en cuanto al total de casos reportados, detrás de Estados Unidos y Brasil.

En cuanto a la situación en el área rural, la investigación apunta que en muchas ocasiones el problema pasa desapercibido. En realidad existe un impacto importante en las comunidades con menos de dos mil 500 habitantes. Mientras en 1994 los casos reportados en esas zonas representaron 3.7 por ciento del total, para 1997 esa proporción se elevó a 6 por ciento, con más de dos mil enfermos registrados. Esto equivale a un incremento relativo de 62 por ciento en estos años.

Respecto a la escolaridad de los pacientes, menciona que el porcentaje de individuos mayores de 15 años y con menor grado de estudios se elevó, y en 1999, 52.2 por ciento de los casos reportados por transmisión sexual tenían una escolaridad inferior a secundaria completa.

Esto sería un indicador de la vulnerabilidad de la población frente al virus, aunque es posible que en un principio las personas con mayor nivel educativo hubieran tenido acceso a servicios de salud de calidad, y que ahora exista una mayor cobertura y un mejor conocimiento sobre el mal.

El apartado relativo a la mortalidad por sida indica que entre 1988 y 1998 fallecieron 31 mil 108 personas, de las cuales 86.3 por ciento eran varones y 13.7 por ciento, mujeres. A nivel nacional, la epidemia ocupa el lugar 16 como causa de muerte.

Los y las jóvenes son los más afectados por este problema. La tasa de mortalidad se ubicó en 17.2 en 1998.