MIERCOLES Ť 23 Ť ENERO Ť 2001
Ť No habrá "caza ni captura" de extranjeros sin papeles, afirma Madrid
En vigor, nueva ley de extranjería; podrían ser expulsados de España 150 mil indocumentados
Ť Anuncian sindicatos mayoritarios movilizaciones contra la "arremetida conservadora"
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
M adrid, 23 de enero. Carlos G. M., un ecuatoriano de 25 años que reside en España desde julio del año pasado, se ha convertido des-de este martes, tras la entrada en vigor de la nueva ley de extranjería, en uno más de los 150 mil migrantes que ante la falta de papeles han adquirido la clandestinidad como forma de vida.
La nueva normativa, que fue aprobada en diciembre pasado gracias a la mayoría ab-soluta del Partido Popular, también ha mermado derechos civiles básicos: los "sin pa-peles" no tienen a partir de hoy derecho a huelga, a asociación y a pertenecer a un sindicato, si bien lo que más preocupa es el rubro referido a la expulsión, que podrá ser bajo el "procedimiento de urgencia".
En un intento por calmar los ánimos, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, afirmó que en Madrid no va haber ninguna "caza ni captura" de extranjeros sin papeles, y que se negociarán convenios laborales con Ecuador, Marruecos y Polonia, de donde provienen la mayoría de los inmigrantes que proveen de mano de obra.
Carlos G. M. participó la semana pasada en las movilizaciones que congregaron a miles de extranjeros para pedir al gobierno del presidente conservador José María Az-nar una "medida de gracia".
Sobre esta petición, Mayor Oreja respondió hoy que "no se contemplarán más procesos de regularización extemporales". Aunque la cifra oficial de inmigrantes ilegales en España es de más de 150 mil, cálculos de las organizaciones no gubernamentales llegan a duplicar esa cifra.
El titular de Interior habló desde Marruecos, donde se encuentra sentando las bases para un futuro pacto de colaboración en materia de inmigración, y aseguró que "lo más importante de la ley es que el hábito, el instrumento de la legalidad predomine so-bre el componente irregular de la emigración. Podríamos seguir con una inmigración cuy0 componente principal fuese lo irregular, pero si algo hemos aprendido de la experiencia de otros países es que no hay quien administre la emigración irregular".
Carlos G. M. narró que para cruzar el Atlántico y probar suerte en España "tuve que hipotecar mi parcela y así pagar el via-je", pues una empresa que no quiso identificar "tramitó" su migración por 3 mil dólares, que podría pagar abonando 300 dólares mensuales e intereses de 25 por ciento.
El joven aseguró que la entrada en vigor de la nueva ley lo pone en una situación todavía peor: "Si me agarra la policía y me regresan a Ecuador, Ƒcómo pagaré mi deuda para no perder mi propiedad?"
Agregó que ahora será doblemente más difícil conseguir trabajo, pues la nueva ley prevé una multa de unos 10 mil dólares a los empresarios que contraten a los extranjeros "sin papeles".
En Valencia, hoy se registró una marcha de unos mil ecuatorianos que exigieron a las puertas del ayuntamiento una oportunidad al gobierno de Aznar, mientras que en la madrileña Puerta Sol y en la Plaza de Catalunya, en Barcelona, unas 200 personas se solidarizaron con los 400 extranjeros que mantienen el encierro y la huelga de hambre en la iglesia Santa María del Pi.
El vocero del Partido Socialista Obrero Español, la principal fuerza opositora, Je-sús Caldera, afirmó que la nueva ley de ex-tranjería es errónea pues "no trata a los in-migrantes como seres humanos".
El dirigente instó a Aznar a que supere esa "obsesión conservadora por considerar a los irregulares como carne de cañón y personas próximas a la delincuencia".
El líder de Izquierda Unida (tercera fuerza en votos), Gaspar Llamazares, pidió a Madrid la "inmediata regularización de los sin papeles", y advirtió que su formación estará "vigilante de qué va a hacer el go-bierno con estas 150 mil personas".
Los sindicatos Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores apuntaron el carácter discriminatorio de la ley, por lo que anunciaron más movilizaciones contra esta "arremetida conservadora".