Cristian Castaño, director del organismo
El Instituto de la Juventud ya no será caja chica presidencial
Cofundador de la comisión respectiva en la Cámara
de Diputados, el funcionario presenta un bosquejo de los proyectos que
pretende desarrollar para ese sector, entre los que son prioritarios el
empleo y el combate a las adicciones
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
El director del Instituto Mexicano de la Juventud, el panista Cristian Castaño, está dispuesto a hacer "lo que sea" para acabar con la tradicional imagen de la dependencia como canasta de votos para el partido en el poder. Sus principales proyectos son el combate a las adicciones, acercarse a todo tipo de grupos; por ejemplo, a la comunidad gay, a la cual "no conozco", sumar esfuerzos para que la "raza pueda tener un changarro" y, como crítico del modelo asistencialista, no regalar dinero.
Se declara convencido de que las instituciones de atención a los jóvenes no serán más "la caja chica de apoyo del Presidente o de algún dirigente político", y promete que en temas controvertidos, como el aborto, se apegará a la ley, la cual lo tipifica como delito. Su opinión y su ideología "aquí no importan", y menos "con una juventud cansada de dogmas".
A sus 30 años, el abogado simboliza la nueva generación de panistas exitosos. Nació en el Distrito Federal, pero casi toda su vida ha residido en la capital de Nuevo León. Inspirado en la figura de Manuel J. Clouthier se afilió al PAN desde los 19 años, fue líder de la juventud de su partido y ha escalado puestos de representación popular, desde regidor de Monterrey hasta diputado local y federal.
Castaño dice tener mucho que ofrecer como servidor público. Cuenta con experiencia en el trabajo con jóvenes, pues fue uno de los fundadores de la Comisión de Juventud de la Cámara de Diputados. Su visión de este sector va más allá de "clichés", y como no es un "chavo de clase alta" está consciente de que es necesario "chambearle".
A dos semanas de hacerse cargo de una institución de poco peso en la estructura gubernamental (recibe un presupuesto de apenas 126 millones de pesos), pero con una carga enorme, como es la de atender una población de 50 millones de jóvenes, el funcionario prefiere esperar tres o cuatro semanas para anunciar proyectos muy concretos. Pero está seguro que los asuntos prioritarios serán la prevención de adicciones y el empleo.
-¿Cuál ha sido la política de atención a los jóvenes y cómo se inserta el IMJ?
-Hoy no se identifica una política de Estado que presente alternativas concretas y de desarrollo para la juventud. Esta es una gran oportunidad de fortalecer un instituto muy valioso, pero sin llegar a convertirlo en un elefante blanco.
-El problema es que estas instituciones de apoyo a los jóvenes están muy desprestigiadas por el uso político que se les ha dado.
-Nunca más puede repetirse que este instituto se convierta en la caja chica de apoyo para el Presidente o para cualquier dirigente político. Por algo, a la llegada del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari se desapareció el Crea.
-El problema es que los priístas privilegiaban a sus cuadros juveniles y ahora puede suceder lo mismo con los panistas
-Eso es algo que vamos a desterrar. Por ejemplo, en la entrega del Premio Nacional de la Juventud si el chavo es bueno y el jurado así lo considera tendrá que ser promovido más allá de su pertenencia o no a un partido político. No vamos a hacer manipulaciones.
-La reciente encuesta nacional de juventud es un retrato sobre las necesidades de empleo, educación sexual y formación de los jóvenes. ¿Qué plantean para atender estas demandas?
-No adelantaría programas ni planes porque sería irresponsable. Pero puedo definir dos prioridades: combate a adicciones y empleo. En el caso de las adicciones tenemos que crear redes de vigilancia ciudadana. También hay que llegar a la discoteca, al barrio, a los chavos que te piden lana para un taquito y resulta que van por el chemo, por el resistol o por el churro. Lo más importante es entender que solos no podemos resolver este problema, mucho menos con el presupuesto que tenemos.
-¿Con cuánto presupuesto cuentan?
-Lo desconozco porque no se me ha notificado. Puedo decir que el del año pasado fue de 126 millones.
-¿Es poco?
-Dependiendo de lo que queramos hacer. Si creemos que vamos a atender y resolver toda la problemática de los jóvenes del país sería un error, porque deberíamos asignarle 40 o 50 por ciento del gasto social. El diseño del instituto es distinto, se encarga de coordinar y diseñar algunos programas, sobre todo en vinculación con las organizaciones sociales.
-Los jóvenes son los peor pagados y con menos oportunidades de empleo. ¿Qué opciones les van a dar?
-Yo me cuadraría a la propuesta que ha hecho el Presidente. A los jóvenes que no tienen recursos para estudiar, los ayudaríamos a encontrar oportunidades de becas y créditos. Y para los que no tienen instrucción ni mecanismos para prepararse, buscaríamos abrirles puertas de formación no precisamente en el instituto, sino en los municipios y en los estados. La idea es que tengan herramientas con la que generen riqueza y productividad.
-¿Promoverán las microempresas?
-Nos vamos a sumar al proyecto de Fox para que la raza pueda tener su changarro.
Sobre el aborto y la sexualidad
-Estos temas son importantes, pero ¿qué hay en torno a la sexualidad?
-El instituto tiene una tarea prioritaria al respecto para informar de manera adecuada todo lo que envuelve el mundo de la sexualidad y creo que aquí tenemos que ser muy respetuosos de cada joven, pues el gobierno debe cumplir con una misión de informar pero no de imponer.
-¿Estás a favor o en contra del aborto?
-Me parece que lo que yo piense o deje de pensar del aborto aquí no importa, porque estoy en una tarea de gobierno. De lo que sí estoy seguro es que se debe respetarse la ley tal cual está establecida y en ese sentido no se va a imponer lo que piense el director.
-Lo lógico es que prevalezca la línea ideológica panista.
-Tienes razón con ese prejuicio que se puede generar, pero aquí todos estamos supeditados a la ley que establece que el aborto es un delito, que tiene excluyentes de responsabilidad en materia federal y en los estados.
-Pero es una realidad que hay muchos embarazos precoces y que las mayores tasas de mortalidad se dan entre las jóvenes que abortan.
-Para evitar llegar a esos extremos, nosotros tendremos que informar adecuadamente al estrato juvenil de todos los riesgos que conlleva tener una sexualidad sin responsabilidad. Ahí esta nuestra tarea. El tratamiento específico del aborto le compete a los legisladores.
-¿Qué tipo de información van a ofrecer a los jóvenes?
-Información objetiva, verídica y sin dogmas sobre los riesgos que trae tener una sexualidad sin responsabilidad.
-¿Qué significa hacer un uso responsable de la sexualidad?
-Decir lo que pienso sería imponer un criterio. Hay que dar las opciones y presentar sus consecuencias y los chavos tendrán que escoger. El decir nadie puede usar condón, sería irreal y estúpido. Pero también estaría mal regalar condones en secundarias sin dar alguna explicación. Son soluciones extremas que no funcionan.
-¿Cuál es tu visión de los jóvenes mexicanos?
-Están cansados de dogmas, de luchas históricas y eternas por el poder. Eso no les interesa. Si hoy hubo un cambio en gran parte es porque los chavos tuvieron un papel fundamentan. Hoy, ellos no están viendo qué les va a regalar el gobierno, sino qué alternativas, qué puertas les puede abrir para salir adelante en sus estudios, en su trabajo, en ganar dinero. No hay una visión asistencialista respecto de la autoridad, porque eso ha fracasado.
-¿A qué te refieres con que no creen en dogmas?
-Hoy los jóvenes no están compenetrados en ideologías o en doctrinas. Pocos están involucrados en partidos políticos y en organismos gubernamentales. Por eso, el director de este instituto no va a ser el más sabiondo en esta materia de juventud, sino alguien que debe tener toda la capacidad para escuchar y para entender todas las realidades de los jóvenes.
Yo, por ejemplo, no conozco el mundo de las organizaciones gays y es algo que quiero conocer y entender para ver de qué manera este instituto tiene que vincularse con esas agrupaciones. ¿Te suena raro lo que te digo? Lo que pasa es que yo entiendo que mi papel en este lugar es escuchar y entender la realidad de distintos sectores juveniles.
-La comunidad homosexual sufre de graves violaciones a sus derechos humanos, desde el acoso hasta homicidios.
-Soy consciente de eso y aquí yo te diría una cosa, gays o no gays, son seres humanos y tienen los mismos derechos que cualquiera. Me parece que una preferencia sexual no los puede hacer más o menos seres humanos.
-Si los chavos no creen en dogmas ni en instituciones, ¿por qué van a apoyar el IMJ?
-No vamos a hacer que crean en una institución, sino en ellos mismos.
-Cuándo hablas de dogmas, ¿estás dispuesto a dejar los dogmas de tu partido?
-Yo tengo una formación y no la voy a hacer a un lado. No soy un alguien que venga de una clase alta ni mi familia ni mis padres son de ese ámbito; he tenido que chambearle para pagar mis estudios. Por eso mi tarea es ayudar a abrir puertas, pero no que se regalen las cosas.
-¿A qué te refieres?
-A regalar dinero por regalar. El problema es que si das un subsidio toda la vida no generas ningún desarrollo para los chavos. Aquí nada se va a regalar.