MARTES Ť 23 Ť ENERO Ť 2001
Ť Legisladores demócratas presentan un plan; pérdidas por 1,700 mdd en una semana
En California se reestatizarían compañías eléctricas
NOTIMEX Y AFP
San Francisco, 22 de enero. En Sacramento, la capital de California, los legisladores demócratas se disponían a presentar un plan según el cual las dos mayores distribuidoras de electricidad cederían al Estado el control de sus plantas hidroeléctricas. Paralelamente, la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC) anunció que la semana pasada el estado tuvo pérdidas por mil 700 millones de dólares debido a la peor crisis energética en su historia.
De acuerdo con la propuesta de ley que presentarían los demócratas, Pacific Gas and Electric y Southern California Edison quedarían bajo control estatal. Esta nueva propuesta se agregaría a los proyectos de ley aprobados los primeros días de la semana pasada para modificar la ley de 1996 de desregulación progresiva de la electricidad, considerada como la causa de la crisis actual.
California, la séptima economía más poderosa del mundo, entró el lunes al séptimo día de máxima emergencia energética, con un agotamiento constante de más de 98.5 por ciento en las reservas eléctricas, escasez de gas natural, alza en la gasolina, y a punto de vencer una orden para que otros estados le abastezcan.
California tomó nuevas medidas para detener un efecto dominó que provocó las pérdidas millonarias y ''para garantizar la seguridad y salud de los residentes'', dijo la vocero de la CPUC, Claudia Chandler.
Entre las 300 mayores empresas fuera de operaciones y otras mil 200 con paros frecuentes por falta de energía, el gobierno exceptuó de los apagones a partir de este lunes y hasta el viernes próximo a los dos principales ductos importadores de gasolina.
Interrupciones diarias al suministro de las operadoras de esos ductos, Kinder Morgan y Gatx, generaron escasez y un aumento de al menos 17 centavos de dólar por galón. El alza de gasolina es el ejemplo más claro de los efectos directos de la crisis energética.
La crisis que comenzó hace más de siete meses se agudizó la semana pasada cuando dos de las tres principales corporaciones -Edison y Pacific Gas and Electric (PGE)- se declararon insolventes para cubrir deudas. De inmediato las compañías generadoras se negaron a mantener el abasto de electricidad y gas natural. La falta de gas obligó al cierre de generadoras que se alimentan con ese combustible, y produjo un déficit de 14 mil megawatts, una cantidad suficiente para abastecer a 14 millones de domicilios.
El Sistema Operador Independiente (ISO), la agencia supervisora de consumo eléctrico, decretó por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial apagones regionales rotatorios.
Los apagones, la escasez y los altos precios de energéticos repercutieron en industrias como la Asociación Industrial de Productores Lácteos, que derramó cientos de miles de galones de leche por imposibilidad de conservarlos debido a la falta de electricidad. La industria de la construcción tiene constantes interrupciones, y las cementeras y fundidoras que emplean gas están fuera de operación.
La Universidad de California en San Diego (UCSD) advirtió que las investigaciones de 18 planteles universitarios están en riesgo, porque casi todos emplean electricidad.
El lunes la Administración de Recursos Hidráulicos de California continuaba sus gestiones para concertar contratos de suministro de energéticos a largo plazo y con precios estables, con un presupuesto de 400 millones de dólares que autorizó la legislatura.
El martes vence la última orden que giró el ex secretario de Energía, Bill Richardson, a compañías generadoras del oeste estadunidense para mantener el abastecimiento de gas y electricidad en California.
Al menos una de las tres corporaciones, PGE, advirtió que sin el apoyo de esa orden, sin recursos y sin crédito para conseguir más energéticos, esta semana tendrá que suspender el suministro de gas natural a 3 millones de usuarios del Pacífico californiano.