Ť Los candidatos a presidir el organismo no extenderán cheque en blanco al gobierno
Coparmex se apresta a consolidar su influencia en el régimen foxista
Ť Espina y González no descansarán hasta que el ideario se convierta en políticas públicas
Ť Ambos están a favor de reformar la LFT y de abrir
el sector energético al capital privado
DAVID ZUÑIGA
Surgida en 1929 para luchar contra las políticas de Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se alista para consolidar su influencia en el gobierno de Vicente Fox. Los dos candidatos a presidir ese organismo advierten que si bien comparten ideas y objetivos con la nueva administración y aceptan que la victoria del panista es en cierta forma un avance para su causa, no le extenderán un cheque en blanco y no descansarán hasta que su ideario se convierta en políticas públicas.
El primero de los aspirantes a suceder a Alberto Fernández Garza al frente del sindicato patronal es Jorge Espina Reyes, vicepresidente nacional de la Coparmex, egresado de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), de orientación católica, y empresario de los ramos inmobiliario, agroindustriales y textil. ''Ni remotamente hemos llegado al final de la transición. Es necesario darle un mayor impulso y la Coparmex buscará liderear los cambios que requiere el país'', adelanta.
Por su parte, Valentín González Cosío y Elcoro, empresario radicado en Jalisco y egresado de la Universidad Iberoamericana y del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), está convencido de que la Coparmex debe pasar de la etapa defensiva al trabajo con el gobierno para hacer realidad ''los sueños de nuestros antecesores''.
El discurso de ambos no difiere significativamente del de otros líderes patronales: por ejemplo, ambos están a favor de reformar la Ley Federal del Trabajo, repudian el ''monopolio'' de Pemex y la CFE, apoyan la apertura del sector energético a la competencia privada, y están inconformes con la operación del IMSS y el Infonavit.
Historia de desencuentros
A lo largo de más de 70 años, las relaciones entre la Coparmex y el gobierno han fluctuado entre la adhesión y la ruptura. Desde que fue propuesto por el industrial regiomontano Luis G. Sada, el sindicato patronal ha luchado constantemente contra lo que llama ideas ''marxistas''.
El organismo privado se ha opuesto al reparto agrario y al ejido, combatió el plan de gobierno de Lázaro Cárdenas, especialmente la rectoría del Estado en la economía; rechazó el programa de libros de texto gratuito durante el gobierno de Adolfo López Mateos; la pugna se recrudeció en el gobierno de Luis Echeverría y alcanzó un punto candente en 1982, cuando Manuel J. Clouthier, líder de la Coparmex, luego del Consejo Coordinador Empresarial y a la postre candidato del PAN a la Presidencia, encabezó la oposición a la nacionalización de la banca.
La reconciliación pareció llegar en 1987 con los pactos económicos; sin embargo, con Miguel de la Madrid también tuvieron diferencias por las modificaciones a los artículos 25, 26 y 27 de la Constitución, relativos a la rectoría del Estado en la economía, reformas que José María Basagoiti calificó en su momento de ''marxistas'' .
Con Carlos Salinas los patrones quedaron sorprendidos. Según Héctor Larios, nunca imaginaron que las reformas impulsadas en aquel sexenio (apertura económica, privatizaciones y avances en desregulación) pudieran ocurrir tan rápido. Sin embargo, con los errores de diciembre volvió el distanciamiento y la Coparmex fue el único organismo del CCE que rechazó el plan de choque aplicado por el gobierno de Ernesto Zedillo, aunque luego ha elogiado su trabajo.
Ahora le toca a Vicente Fox estar bajo la lupa de los patrones.
La Coparmex está integrada por 50 centros, así como 16 delegaciones en ocho federaciones de sindicatos patronales, 22 coaliciones solidarias, una coalición asociada, más los socios directos de la zona metropolitana del valle de México. Hasta el año pasado agrupaba a poco más de 36 mil empresarios, los cuales empleaban a más de 2.5 millones de personas.
Según Abraham Nuncio, autor de El grupo Monterrey, la Coparmex aglutina ''a la corriente empresarial históricamente opuesta a la Revolución Mexicana''. Asimismo, destaca algunas coincidencias entre el sindicato patronal y el Partido Acción Nacional (PAN): ''visión gerencial del Estado, privatización de la política, democracia reducida al respeto al voto, abatimiento de la inflación mediante recortes al gasto público y libertad de enseñanza religiosa''. (DAVID ZUÑIGA)