LUNES Ť 22 Ť ENERO Ť 2001
Ť Con anotaciones de Claudinho venció 2-1 a un Necaxa que sigue sin ganar
Puebla cortó larga racha sin triunfo de visitante
Ť El ecuatoriano Alex Aguinaga desperdició un penal Ť Raúl Arias, preocupado
JORGE SEPULVEDA MARIN
Con dos anotaciones del brasileño Claudio da Silva, los visitantes poblanos le dieron la voltereta al juego contra Necaxa para imponerse 2-1 en la cancha del estadio Azteca, con lo que rompen una sequía de partidos sin ganar como visitantes.
Desde la semana santa del año anterior, el Puebla no triunfaba fuera de su casa, recordó el dueño del conjunto, Francisco Bernat.
Rayos, que tampoco hizo mucho para obtener la victoria, se había ido al descanso del primer tiempo con una mínima y frágil ventaja de 1-0, pero no pudo mantenerse en plan triunfador.
Fue la tercera fecha de la temporada de Verano y Necaxa sigue sin ganar.
En ambos tiempos los dos equipos se mostraron sin ganas de triunfar, ya que si la pelota iba unos metros adelante, ni la buscaban. Simplemente la dejaban.
El necaxista Agustín Delgado tuvo un par de intervenciones bien logradas, sobre todo la segunda, ya que fue el gol de su equipo, gracias al pase de Hernán Medford al minuto 38, que terminó en las redes de Oscar Dautt.
Para el complemento, sin mayores cambios en cada equipo, Luis Roberto Alves Zague pudo hacer una anotación, pero no se dio. Al minuto 63, Sergio Zárate envió un centro calculado y Da Silva logró el empate de cabeza.
Tras un interesante duelo de atacante-defensa Zague-Mascorro, finalmente a éste se le pasó la mano y lo derribó en el área. Se marcó penal, pero extrañamente Alex Aguinaga disparó el balón a las manos de Dautt.
Prácticamente el final se escribió con una jugada similar para el segundo gol poblano, ya que al minuto 73, a pase de Zárate, de nueva cuenta Claudinho hizo su segundo gol de la tarde.
El entrenador poblano, Mario Carrillo, se dijo satisfecho, pero de ninguna forma contento, ya que espera que su equipo haga mucho más en las siguientes fechas.
Quien de plano no la pasó bien fue el entrenador de Necaxa, Raúl Arias, quien con tristeza dijo que estaba muy preocupado y que ahora el equipo deberá trabajar mucho más fuerte.