DOMINGO 21 DE ENERO DE
2001
Derechos indígenas
Las claves del debate que viene
La legislación sobre los derechos de los
pueblos indígenas es hoy el punto principal de la agenda
nacional.
El Senado de la República apenas comienza la
discusión de la reforma constitucional sobre este asunto. El
país entero deberá tomar parte en este debate porque
como nación se comparte la responsabilidad de hacer justicia a
los pobladores originarios de México. Sin derechos plenos para
los indios puede decirse que no hay democracia cabal ni habrá
paz en nuestro país.
Aquí presentamos algunas claves
de este debate que para muchos es crucial e
histórico
Jesús RAMIREZ CUEVAS
La reforma constitucional sobre los derechos indígenas tiene una importancia nodal para el futuro del país. Del resultado del debate y de la decisión de los legisladores dependerá el rumbo de la democracia mexicana y, particularmente, el destino de los pueblos indios.
Estas modificaciones a nuestra Carta Magna representan una reforma del Estado mexicano que tiene que ver con la democratización del poder y de las instituciones nacionales. Es una reforma que necesariamente apunta a cumplir los anhelos de justicia social y de reconocimiento del derecho a la diferencia, del carácter plural de la sociedad mexicana. "La mayor riqueza de nuestro país está en su diversidad cultural", suscribió Vicente Fox pocos días después de asumir la Presidencia de la República (aunque luego los gobiernos panistas se empeñen en desmentir este enunciado).
Este debate tiene como base la iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) con base en los acuerdos de San Andrés, firmados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno de Ernesto Zedillo el 16 de febrero de 1996. Esta propuesta legislativa fue enviada por Vicente Fox al Senado de la República el 5 de diciembre pasado, cumpliendo así un compromiso que hizo durante su campaña electoral.
"He empeñado mi palabra para que los pueblos indígenas se inserten en el Estado mexicano, para garantizar que sean sujetos de su propio desarrollo y tengan plena participación en las decisiones del país".
El presidente Fox retomó la iniciativa que había quedado a la deriva después de que el gobierno de Zedillo la rechazó provocando con ello una crisis en el diálogo de paz en Chiapas, suspendido desde 1996.
Al incumplir su palabra, Zedillo minó la confianza de los rebeldes zapatistas hacia el proceso de negociación. Fox ha estado obligado a reconstruir esa confianza para reanudar las negociaciones. Así lo ha reconocido implícitamente al considerar "atendibles" las tres condiciones propuestas por el EZLN para reanudar el proceso de paz y promover acciones para cumplirlas (calificadas como "insuficientes" por el presidente de la Cocopa, el senador panista Felipe de Jesús Vicencio).
*Los derechos indígenas, siempre ignorados
La reforma constitucional en cuestión beneficiará a los 56 pueblos indios que hay en el país, es decir, entre 12 y 15 millones de mexicanos (el gobierno sólo reconoce a 10 millones de indígenas).
En el debate parlamentario y nacional que se avecina hay diferentes posturas. Muestra de ello es que en el Senado hay tres iniciativas de ley sobre el mismo tema. Además de la mencionada, está la que envió el entonces presidente Zedillo y otra del Partido Acción Nacional (PAN), que son opuestas entre sí en los principales temas.
En estos días los legisladores comenzaron el análisis de esta iniciativa enviada por el Ejecutivo federal para reconocer constitucionalmente los derechos de los pueblos indios, que siguen ignorados después de más de 200 años de que fue creado el Estado mexicano.
La mayoría de los actores políticos y sociales han reconocido que la nación tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas. Este consenso no se entendería sin el levantamiento armado del EZLN en enero de 1994, que enarboló la causa indígena como bandera.
Los pueblos originarios han vivido desde hace siglos una campaña sistemática de reducción: un genocidio abierto o encubierto. Han sido despojados de sus tierras, han vivido explotados, discriminados, víctimas de injusticias sin fin; los indios continúan siendo ciudadanos de segunda categoría. Sin embargo, han resistido y sobrevivido.
Los pueblos indígenas han protagonizado las principales gestas nacionales. En la Independencia, durante las intervenciones extranjeras, durante la Guerra de Reforma y en la Revolución Mexicana. Sin embargo, aún no se les ha hecho justicia, ni social ni política ni jurídica.
En este contexto tiene que entenderse la discusión sobre los derechos indígenas en el Congreso de la Unión.
Así lo ha reconocido Vicente Fox en la exposición de motivos de la iniciativa sobre derechos indígenas cuando señala que "los pueblos originarios... han vivido muchas veces sometidos al dominio caciquil, así como a humillaciones racistas y discriminatorias y les ha sido negada la posibilidad de expresión y participación políticas".
A pesar de que en 1992 se reformó el artículo 4o. constitucional para reconocer la composición pluricultural de México, "esto no resultó suficiente para aliviar las graves condiciones de los pueblos y comunidades indígenas del país", afirma Fox.
"Esta situación -suscribe el Presidente de la República en su iniciativa- propició entre otras cosas el levantamiento de un grupo armado, el EZLN, que reivindicaba mejores condiciones para los indígenas chiapanecos en particular, y para la totalidad de los indígenas del país".
El reconocimiento de esta situación no ha impedido que la mayoría de los mexicanos apenas entienda la dimensión histórica de esta reforma. La necesidad del debate público sobre el tema se confirma con la desinformación, la confusión, los prejuicios y hasta el racismo exhibidos en los últimos días por periodistas, políticos y actores de nuestra vida nacional.
Persisten los enfoques que abogan por la integración de los indios a una sola cultura nacional mestiza (herencia de un autoritarismo cultural y político), aunque también hay muchos que se pronuncian por reconocer su autonomía en una sociedad plural y diversa en lo cultural, lo social, y en materia de preferencias sexuales.
Diversas voces han cuestionado el contenido de la iniciativa de la Cocopa, señalando que contiene imprecisiones y que de aprobarse tal cual, llevaría al establecimiento de "fueros especiales", "privilegios" para los indígenas y que hasta "provocaría la balcanización del país".
Por el desconocimiento general sobre el asunto, resulta importante recordar que la iniciativa está basada en los acuerdos de San Andrés, que fueron "un esfuerzo por conciliar problemas de raíz que dieron origen al levantamiento y, además, recogieron las demandas que han planteado los pueblos y comunidades indígenas del país" (exposición de motivos de la iniciativa). Estos acuerdos fueron producto de un diálogo inédito intenso entre especialistas, representantes indígenas y gubernamentales, así como los rebeldes zapatistas.
La reforma propuesta por la Cocopa es, como describe el Ejecutivo federal, "una manifestación del propósito común de lograr la paz y la reconciliación, así como el reconocimiento de la autonomía de los pueblos indígenas".
*ƑCuáles son los derechos indígenas?
El centro de la iniciativa de la Cocopa es el reconocimiento de la libre determinación de los pueblos indígenas ejercida a través de la autonomía. La iniciativa también reconoce a los pueblos indios como figura colectiva con personalidad jurídica y como sujetos de derecho público.
Aunque la idea de autonomía establecida en la iniciativa crea temores, éstos son infundados ya que es limitada y no representa una separación del país.
De acuerdo con la propuesta de la Cocopa, los indígenas podrán decidir sus formas internas de convivencia y de organización social, económica, cultural y política; aplicar sus sistemas normativos (usos y costumbres) en la regulación de sus conflictos internos, respetando las garantías individuales y los derechos humanos, en particular, la integridad de las mujeres.
Con la reforma se reconocerán sus formas de elegir autoridades internas, garantizando la participación de las mujeres en condiciones de equidad; y se fortalecerá su participación y representación política de acuerdo con su cultura comunitaria.
Otro tema polémico de la iniciativa es el enunciado de que los indígenas "podrán acceder de manera colectiva al uso y disfrute de los recursos naturales, de sus tierras, de sus territorios, entendidos éstos como la totalidad del hábitat que los pueblos indígenas usan y ocupan". Pero este tema tiene un candado: "quedan a salvo los recursos naturales cuyo dominio directo corresponde a la nación" (artículo 4o., fracción 5).
La propuesta también respeta los actuales niveles de gobierno (federal, estatal y municipal). En la reforma propuesta al artículo 115 se reconoce a las comunidades indígenas como "entidades de derecho público" y se faculta a los municipios indígenas la posibilidad de asociarse entre sí a fin de coordinar sus acciones y propuestas de desarrollo.
Otro aspecto importante es que se amplían los derechos políticos para los pueblos indígenas al establecer que en la configuración de los distritos electorales se tome en cuenta su ubicación para garantizar su participación y representación política.
Además, la iniciativa propone preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que configuran su cultura e identidad, así como adquirir y administrar sus propios medios de comunicación.
Ante los temores infundados que generen estos derechos, la misma Cocopa escribió en su momento: "el ejercicio de la autonomía es un conjunto de derechos limitados, acotados, no coloca a los pueblos indígenas y su autonomía por encima del Estado y la nación mexicana". Tampoco se está proponiendo la autonomía territorial, que pudiera calificarse como la creación de un Estado dentro del Estado, ni se plantea un sistema plural de justicia ni fueros especiales para los indígenas.
"La autonomía de los pueblos indígenas se propone sin menoscabo de la soberanía nacional y siempre dentro del marco constitucional del Estado mexicano", advierte la iniciativa enviada por Fox.
En relación con los territorios, otro de los puntos que provocó el rechazo del anterior gobierno, la iniciativa advierte que éstos "no constituyen jurisdicciones separadas del territorio nacional" pues "sigue vigente el principio del artículo 27 constitucional, según el cual la propiedad originaria de tierras y aguas en el territorio nacional corresponde a la nación".
La iniciativa de la Cocopa también prevé diversos mecanismos para garantizar que los pueblos indígenas de México tengan acceso a las instancias de representación política, a los recursos materiales, a la defensa jurídica, a la educación, así como a la protección de derechos compatibles con sus usos y costumbres y, en general, con su especificidad cultural.
La iniciativa asimismo propone "adecuar la estructura y circunscripciones electorales, con el propósito de facilitar la representación política de los pueblos indígenas".
En este debate resaltan dos lógicas: la primera piensa que la solución de la situación de los indígenas está en su integración al desarrollo nacional abandonando su identidad y su cultura. Y que sólo se trata de crear oportunidades de acceso a la educación, la salud y el desarrollo. (Hay que recordar que el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, señaló recientemente que se propome volver empresarios a todos los campesinos y los que no estén en condiciones de competir en el mercado van a desaparecer. Esto incluye a los indígenas.)
Del otro lado, se resaltan la defensa de la identidad cultural y las especificidades políticas, sociales y económicas de los pueblos indígenas, basadas más en la comunidad que en el individualismo competitivo.
Este enfoque señala que para garantizar su permanencia como culturas diferentes, los pueblos indios deben contar con su propia autonomía: ser considerados una entidad de derecho público, con prerrogativas colectivas sobre el uso y la explotación de la tierra y el respeto a sus usos y costumbres, lo mismo en materia de elección de autoridades que de impartición de justicia.
Estas son algunas nociones sobre el debate que viene sobre los derechos indígenas.