DOMINGO Ť 21 Ť ENERO Ť 2001

PAGINA 9

Lourdes Galaz

Ruido y mucha confusión en los partidos opositores

Cárdenas lo pensó y no bajó del Olimpo

Que habrá unidad para la regeneración perredista

La izquierda sin andamiaje

o que ahora más preocupa a cualquier demócrata (más a los de voto útil), a los progresistas y hasta a la derecha, es que se prolongue la ausencia de una alternativa solvente, creíble y capaz de ponerle un freno al foxismo, y hasta de disputarle el poder a los amigos de Fox en los comicios que este año se preparan en 14 estados, y hasta en las elecciones de 2003, cuando cambiará la Cámara de Diputados. Sin una oposición en condiciones de competir, se camina irremediablemente hacia lo que algunos autores definen como "democracia totalitaria". Por eso los asuntos del PRI y los intentos de regeneración del PRD incumben y preocupan tanto o más que a sus dirigentes, a sus militantes y a cualquier ciudadano responsable... en la oposición sólo se perciben ruidos y mucha confusión.

En el priísmo ocurre que quienes deciden no tienen nada qué decir y quienes tienen algo qué decir no deciden. La directiva tricolor se refugia en un verbalismo insufrible -igual se advierte en el PRD, y no es casualidad- para conservar a cualquier precio el remanente de poder o el estatus conseguido gracias a su posición en el tinglado partidario. Como todo mundo sabe, en el PRI ya nadie manda. Hay jaloneos y se intentan coaliciones nucleadas al poder de los jerarcas territoriales (los gobernadores, claro) para conservar en pie una entelequia partidaria que, con todo, serviría a los grupos caciquiles regionales para tener presencia e influencia. La disputa por la directiva nacional del priísmo más parece una lucha por la administración de los más de 800 millones de pesos que este año el partido tricolor recibe como subsidio del Instituto Federal Electoral, que la disputa por el poder al nuevo grupo gobernante.

La izquierda actual -el PRD de carne y hueso-, a pesar de su historia, es casi una izquierda nueva. A fines de los 80 un grupo de dirigentes fue capaz de agrupar, con extraordinaria habilidad y en poco tiempo, a la pulverizada izquierda y a grupos del priísmo progresista en torno a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas. El descontento popular frente a un proceso electoral fraudulento que llevó a Carlos Salinas al poder y a Cárdenas a la organización de una fuerza opositora, indujo a la conformación de un solo partido: el PRD, con un modelo de organización fuertemente centralizado en el liderazgo del ex candidato presidencial y jerarquizado en la fuerza de los grupos de ex priístas y de izquierda integrados al partido. El perredismo aceptó un programa de acción con objetivos políticos claros: uno, sacar al PRI de Palacio Nacional; dos, construir un sistema electoral confiable, y tres, llevar a la Presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas.

Con todo y las agresiones y la abierta represión del salinato en el poder que costara la vida a cientos de perredistas en regiones de fuerte zapata-3 presencia del partido, igual con el avance de la derecha impulsado desde el gobierno y el PRI como partido de Estado, se va consolidando el PRD, también el liderazgo de Cárdenas con un poder casi absoluto del líder que, como todo poder de ese tipo, degrada la moral y la eficacia de la organización. Los órganos directivos del partido, especialmente su Comité Ejecutivo Nacional, se convierten en órganos consultivos formados por personas que sólo aspiran a ser "funcionarios" o asesores sin poder político propio. Y, como cualquier experto en organización conoce, este tipo de estructura partidaria carece de flexibilidad para adaptarse al cambio social, tiene escasa capacidad de innovación e inhibe los mecanismos de renovación y sustitución.

El ejemplo sublime se presenta en el cambio de directiva en 1999, misma que -en ese entonces encabezada por Andrés Manuel López Obrador- organiza unas elecciones internas, aunque abiertas a militantes y simpatizantes. Todo el proceso es esperpéntico. Al final, el grupo que rodea a Cárdenas logra imponer a un comité ejecutivo que encabeza Amalia García y se entregan carteras a burócratas del partido vinculados con los grupos de poder y de presión en el perredismo. Como colofón, el funcionamiento del partido y de sus órganos de dirección comienza a alejarse progresivamente, primero de sus propios militantes y simpatizantes, y luego de sus electores. Y así el PRD llega a las elecciones presidenciales del año 2000 con una directiva ensimismada en sus problemas internos, en sus luchas "de familias" y personales, ignorante de la evolución de la sociedad. De tanto mirarse el ombligo se olvidó de atender el resto del cuerpo social... Los resultados son evidentes y los perredistas a nadie engañan: en las elecciones del 2 de julio no sólo se perdió la Presidencia con Cárdenas, también se cayó el andamiaje ideológico. El error cometido no lo pagarán los dirigentes del PRD (tienen las diputaciones plurinominales y senadurías de primera minoría), sino los millones de mexicanos que perdieron de nuevo, y según se advierte, por mucho tiempo, la oportunidad de una alternativa política progresista.

La salida de esta crisis de la izquierda no es fácil y pareciera que el desconcierto y la confusión se van a prolongar. Cuauhtémoc Cárdenas convocó este sábado a la unidad del perredismo de carne y hueso para regenerar al partido. Cárdenas entiende que la solución no consiste en rechazar o excluir a unos u otros, sino en un cambio de modelo de partido, de estilo y de comportamiento... y eso no se observó en el ambiente del acto del Polyforum Siqueiros. La víspera, Cárdenas se reunió con los dirigentes que encabezan las corrientes internas: Rosario Robles, Armando Quintero, Amalia García, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Andrés Manuel López Obrador y Martí Batres. Aceptaron un "pacto de unidad" para la refundación y regeneración de su partido. Ayer sólo hicieron presencia pública los amigos de Cuauhtémoc y la corriente de Rosario Robles. Justificaciones habrá de las ausencias... aunque lo que ahora importa es que el PRD llegue a tener el liderazgo social, intelectual y político de las ideas progresistas en un país que aceptó en casa a la derecha que trae proyecto para quedarse.

EN 3 TIEMPOS

El pan sugiere a senadores que redacten la reforma fiscal


el gobierno hace un "padron unico de pobres"... regístrese


Remember Texas en nuestra frontera norte

cuadro 1 POR AHI ya hay versiones de que al secretario de Hacienda le quedan pocos días de vida. Es que Francisco Gil Díaz ya está en la mira de los Amigos de Fox y de sus comparsas, los líderes empresariales... y hasta de ciertos legisladores al servicio de la clase empresarial. La tan mencionada reforma fiscal no está lista y ya se le echa la culpa a Gil Díaz. El miércoles pasado, el senador panista Fauzi Handam convocó a la Comisión de Hacienda "para revisar con funcionarios de la SHCP" los contenidos de la reforma. Y nada. El del PAN sugirió a sus colegas de la oposición que comenzaran a redactar los cambios fiscales porque no existe una iniciativa del Ejecutivo. Qué fácil. Y lo que es más, el panista también coordinó en el Senado la entrega de la propuesta de los empresarios para la reforma hacendaria... ƑO Gil Díaz no hace su trabajo o los Amigos de Fox no se ponen de acuerdo?

cuadro2 DE CUMPLIRSE las metas del Progresa, en el primer año del sexenio foxista unos 3.5 millones de familias tendrán un apoyo de diez pesos diarios para aliviar la pobreza, marginación y abandono en que viven. Y qué bueno porque si es verdad, como lo publica el Banco Mundial, que más de 40 millones de mexicanos subsisten con el valor de un dólar por día, con los beneficios del Progresa muchos chiquillos y chiquillas del campo y la ciudad podrán tener mejor vida con el equivalente a dos dólares. Y como ahora dicen que sí habrá "orden y progreso" con el reparto de apoyos del gobierno, doña Josefina Vázquez Mota, de la Sedeso, anunció que hará un "padrón único de pobres" en el que registrará a todos los mexicanos a los que "hay que apoyar de por vida para que sobrevivan"... con la gracia de Dios.

cuadro 3 ASEGURAN QUIENES los conocen que ahora sí habrá buenas relaciones entre Los Pinos y la Casa Blanca. Y es que sus residentes tienen amplias coincidencias en su estilo de gobernar: dirigen el gobierno como una empresa. Ciertamente Bush y Fox tienen mucho en común, pero hay una historia de 150 años de intervenciones, cesiones, discriminaciones, de acuerdos y desacuerdos. Y esa historia se recuerda en Nuestra frontera norte, una serie de estudios del Colegio de la Frontera, recopilados por la maestra Patricia Galeana. Interesante porque muchos estudiosos identifican a la zona fronteriza como una región que no ha tenido un año de paz desde aquella firma de los tratados de Guadalupe Hidalgo en 1848... Ƒremember Texas?

Ilustración: Mauricio Gómez Morín / Serie: Zapateando

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