DOMINGO Ť 21 Ť ENERO Ť 2001
Ť La PFP tomó el control de la vigilancia en las cárceles de alta seguridad
Se fugó El Chapo Guzmán del penal de Puente Grande; arraigan al director y 33 custodios
Ť Más de 120 agentes de elite, de la PJF, se trasladaron a Jalisco en busca del narco
GUSTAVO CASTILLO Y CAYETANO FRIAS ENVIADO Y CORRESPONSAL
Guadalajara, jal., 20 de enero. El líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, se evadió del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. El director del centro penitenciario y 33 custodios se encuentran bajo arraigo de la Procuraduría General de la República (PGR), al tiempo que la Policía Federal Preventiva (PFP) tomó el control de la vigilancia externa de los centros federales de Readaptación Social (Cefereso), y más de 120 agentes de elite de la Policía Judicial Federal (PJF) se trasladaron a esa entidad en busca del narcotraficante.
La fuga aconteció entre la tarde y noche del viernes pasado, luego que Leonardo Beltrán Santana, director de ese penal, se reuniera con Jorge Tello Peón, subsecretario de Seguridad Pública federal (SSP), y Enrique Pérez Rodríguez, director general de Prevención y Readaptación Social de esa dependencia, quienes le ordenaron fortalecer las medidas de seguridad, especialmente en las áreas donde se encuentran los reos de mayor peligrosidad.
De acuerdo con fuentes de la PGR, "los sistemas de seguridad del penal fueron desactivados para facilitar la fuga", versión que se fortalece con la declaración de Tello Peón, en el sentido de que "el plan de fuga habría incluido el bloqueo del sistema de televisión de circuito cerrado", lo que le permitió trasladarse de una celda ubicada en el módulo tres, al comedor; de ahí a la lavandería; al departamento de mantenimiento, y hasta la sección de los desperdicios, para finalmente salir en un camión de limpieza.
Según el subsecretario de Seguridad Pública, las primeras investigaciones indican que el evadido "requirió de apoyo por parte de las estructuras del centro penitenciario, lo que evidencia una traición a la dependencia. Se trata de una conspiración delictiva", afirmó.
Existen dos versiones en cuanto a la hora de la evasión, ninguna de ellas ha sido confirmada oficialmente. La primera indica que Guzmán Loera habría huido cerca del mediodía del viernes. La segunda señala que la fuga ocurrió poco después de las nueve de la noche, ya que supuestamente estuvo presente en el pase de lista nocturno. Sin embargo, Beltrán Santana avisó, hasta las once de la noche con 15 minutos, a las autoridades federales.
Tello Peón dio a conocer que "el informe presentado por las áreas de dirección y seguridad establece que Guzmán Loera pasó lista de asistencia por última vez a las 21:15 del viernes ante el oficial Jaime Sánchez Flores, en cumplimiento de lo establecido en el reglamento", y que el director del Cefereso aseguró que, hasta las 23:35, le notificaron la desaparición del narcotraficante.
El subsecretario dijo, en conferencia de prensa, que cuenta "con elementos para pensar que el hecho pudo haber ocurrido antes del mediodía del viernes", ya que, advirtió, es muy extraño que haya movimiento vehicular a altas horas de la noche.
En este marco dio a conocer que, el mismo día de la fuga, se ordenó al director de Puente Grande que fortaleciera la vigilancia de los internos de mayor pel igrosidad porque se descubrió que la disciplina en el centro penitenciario "había sufrido un gran relajamiento", y que esto se reflejaba en un trato preferencial para este tipo de reos.
A este respecto, el director de Readaptación Social, Enrique Pérez Rodríguez, indicó que durante toda la semana que termina trabajaron en el Cefereso de Puente Grande para dar cumplimiento a la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la que se solicitó que se corrigiera el que algunos elementos de seguridad se habían involucrado con los internos a quienes se otorgaban privilegios.
De acuerdo con lo dicho por Tello Peón, existen "señalamientos muy marcados respecto de quiénes pudieron haber participado en la evasión del dirigente del cártel de Sinaloa".
Joaquín Guzmán Loera fue trasladado en 1995 del penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, en el estado de México, a Puente Grande, Jalisco, donde debía cumplir una sentencia de 20 años y nueve meses de prisión por diversos delitos, entre los que figuran homicidio, asociación delictuosa y narcotráfico.
Su fuga, la primera que ocurre en uno de los tres centros de alta seguridad que hay en México, provocó que el director del centro penitenciario, Leonardo Beltrán Santana, y 33 custodios que estaban de turno, fueran sometidos a arraigo hasta que terminen las investigaciones y se deslinden responsabilidades.
La evasión hizo que Alejandro Gertz Manero, titular de la SSP federal, ordenara que elementos de la PFP asumieran el control de la vigilancia externa en los penales de máxima seguridad; esto es, en Almoloya de Juárez, Matamoros y Puente Grande.
En tanto, el general Rafael Macedo de la Concha, procurador general de la República, dio instrucciones para que, desde la madrugada de este sábado, se trasladaran a Guadalajara el director de la Policía Judicial Federal, Genaro García Luna, y el director de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), José Trinidad Larrieta Carrasco, y también dos grupos de elite, de 60 elementos cada uno, para realizar operativos desde Jalisco hasta la frontera norte, en busca de Guzmán Loera.
Pese a lo anterior, la PGR, de acuerdo con fuentes oficiales, inició la averiguación previa correspondiente hasta la tarde del sábado, es decir, después que el subsecretario de Seguridad Pública reconoció en forma oficial que El Chapo Guzmán se había evadido.
Las investigaciones corren a cargo de la delegación de la PGR en Jalisco, aunque tanto el titular de la UEDO como el de la PJF tienen la encomienda de encabezar las pesquisas en coordinación con los funcionarios de la SSP federal.
Hasta pasadas las 23:00 de este sábado, el director del Cefereso, así como los 33 custodios, continuaban rindiendo su declaración ministerial a fin de determinar su responsabilidad en la desactivación de los sistemas de seguridad, la no filmación del dormitorio tres y de las áreas por las que transitó el narcotraficante para concretar su fuga.
Entre tanto, el Ministerio Público federal giró una orden de presentación en contra de una persona más, que podría estar involucrada, pero de quien no se ha proporcionado el nombre.
En el transcurso del sábado, hasta la explanada que se localiza frente al área administrativa del Cefereso de Puente Grande, se escucharon gritos de protesta de internos que así se rebelaban por la restricción de visitas, cancelación de procedimientos y llamadas telefónicas.
Oficialmente la SSP informó que la situación en Puente Grande "está bajo control y en completa calma"; sin embargo, aclara que "no hay internos lesionados", aun cuando se supone que no hubo motín de reclusos.
Empleados de este Cefereso que se presentaron a trabajar por la mañana del sábado quedaron retenidos fuera del penal, y al ser entrevistados, algunos de ellos confesaron en voz baja que "80 por ciento están comprometidos, cuidan a los narcos, y hasta les sacan la basura de sus celdas". Dijeron: "šNo falló el sistema, falló el personal!"
Leonardo Beltrán Santana fue sustituido en el cargo de director del Cefereso de Puente Grande por Jaime Fernández, quien hasta este sábado se desempeñó como director del archivo de sentencias de la SSP. El ahora ex director ocupó el puesto de junio de 1995 hasta mediados de 1997. Posteriormente fue designado como encargado del penal de las Islas Marías; después se hizo cargo de Almoloya de Juárez, y en 1999 regresó a Puente Grande.
En Aguascalientes, el gobernador Felipe González González informó que elementos de la PGR, de la PFP, así como policías estatales y municipales montaron un operativo especial, ante el temor de que Guzmán Loera pudiera pasar por esta entidad rumbo a la frontera con Estados Unidos. CON INFORMACION DE CLAUDIO BAÑUELOS.
Fugas memorables
Marcos Kaplan, traficante de armas. Es ingresado a la cárcel por el delito de homicidio. Se fuga de manera espectacular de la penitenciaría de Santa Mar-tha Acatitla, en el Distrito Federal. En 1971 huyó a bordo de un helicóptero que aterrizó en el patio del dormitorio uno, cuando la mayoría de los internos se encontraba viendo una proyección de cine. Ningún custodio disparó contra la aeronave y logró huir de México. Nunca fue recapturado.
Alberto Sicilia Falcón. De origen cubano -y que a decir de Juan Pablo de Tavira se relacionó sentimentalmente con la actriz Irma Serrano-, fue considerado como el primer gran capo del narcotráfico que operó en México. Se fugó de la cárcel de Lecumberri a través de un túnel de más de cien metros de largo, el cual fue considerado como una "maravilla de ingeniería", y que fue construido ex profeso desde una pequeña casa cercana al llamado Palacio Negro hasta su celda, en 1975. Poco después fue recapturado e ingresado a Almoloya, donde cumple una sentencia de 20 años.
Alfredo Ríos Galeana. El mayor asaltabancos en el país; se fugó en tres ocasiones distintas de igual número de prisiones. Fue comandante del Batallón de Radiopatrullas del estado de México durante el gobierno de Carlos Hank González. Escapó en 1983 del Centro de Readaptación Social de Pachuca, Hidalgo; en agosto de 1984 del Reclusorio Oriente, y en 1987, cuando purgaba una pena acumulada de 110 años, del penal de Santa Martha Acatitla. Nada se sabe de su paradero.
Carlos Estrada Ortiz, Don Carlos. Narcotraficante. El primero que se fuga del Reclusorio Oriente. En 1977 logra escapar a su encarcelamiento; lo había intentado en 1975 en Lecumberri, pero falló.