Ť Robles llama a impulsar una lucha abierta contra la changarrización
Vítores y exhortos a la unidad caracterizaron el cónclave perredista en el Polyforum Siqueiros
Ť Cárdenas acusa a Fox de "tolerar los vicios y excesos del charrismo sindical"
JAIME AVILES
Lleno el Polyforum Siqueiros antes de la hora citada, lleno el vestíbulo al comenzar la reunión, llenas las aceras que rodean el edificio; más de dos mil personas aplauden, gritan vivas y porras, corean los nombres de Rosario Robles y Cuauhtémoc Cárdenas, y a veces levantan el puño recitando en voz alta las tres iniciales del PRD.
Ante militantes y dirigentes de ese partido, oriundos tanto de esta ciudad como de todos, o casi todos los comités estatales del país, Javier González Garza da lectura a un documento que propone una ruta "alternativa" ?esa será la palabra del día? para la "refundación" y "reorganización" de las fuerzas del sol azteca, pero también para impulsar un proyecto político distinto al del presidente Vicente Fox.
Oradora central del acto, Rosario Robles llama a sus simpatizantes
a impulsar una lucha abierta y democrática, sin vacilaciones, contra
"la estrategia de changarrización", de lo que en un lapsus tal vez
calculado calificará como "gobierno faxista", antes de corregir
de inmediato: "perdón, foxista", suscitando una carcajada general
que se felicita a sí misma por la vía del aplauso, uno más
de los muchos aplausos que acompañarán la intervención
de la ex jefa del Gobierno capitalino.
A punto de iniciar una gira por todo el territorio nacional,
con el fin de recabar apoyo para que el documento presentado ayer se haga
voz de mayorías durante el próximo congreso perredista previsto
para abril, Robles Berlanga define que la principal organización
de la izquierda parlamentaria deberá mantener un diálogo
permanente con el actual gobierno "para avanzar en aspectos sustantivos",
pero sobre todo, agrega, deberá alentar "un diálogo fundamental
con la sociedad, para defender la democracia y conservar al país
como un espacio laico", ante la contrarreforma ultraderechista que vivimos.
¿Dónde está Amalia García?
Ausente la presidenta nacional del PRD, que cometió el grave error de automarginarse del acto, como si los militantes de su partido allí reunidos fueran miembros de una fuerza externa a la que ella representa, Rosario Robles precisó que éste no es el lanzamiento de una nueva corriente interna, "ni una contribución a la disputa por el poder dentro del PRD". Es, simplemente, "una convocatoria al diálogo, a la unidad, a la reflexión, y una señal de apertura a todas las expresiones", con la idea de construir "un partido abierto, moderno y receptivo", que pronto, afirma, "en el curso de este año será gobierno en Tabasco y también en Michoacán".
Vestida de falda y saco negros, pero con una vistosa camisa amarilla, Robles reconoce la trayectoria de Cuauhtémoc Cárdenas y "su lucha por la democracia durante más de una década". En seguida, subraya cuán importante es para el PRD "que tenga éxito el Gobierno del Distrito Federal", encabezado "por Andrés Manuel López Obrador, un hombre íntegro y excepcional, que es el líder más importante que tenemos después del ingeniero Cárdenas".
Concluida su intervención entre nuevas porras y aplausos, Robles cede el micrófono a Cuauhtémoc, previamente presentado por Imanol Ordorika, que funge como maestro de ceremonias. Consciente del papel que desempeña en esta nueva etapa, Cárdenas lee un discurso de bajo perfil, actuando más bien como si fuera un secretario de organización y no un dirigente histórico, señalando las tareas prácticas más urgentes.
Pero no olvida los temas del día ni la coyuntura que atraviesan los mexicanos "tras la caída definitiva del régimen de partido de Estado". Si Robles en su oportunidad mencionó que la consolidación de la democracia pasa por la derrota del PRI en el sureste, "donde no sólo está en juego la permanencia del gobierno de Pablo Salazar", Cárdenas denuncia que la nueva administración federal "contemporiza con el cacicazgo político de Tabasco".
Debate con el EZLN, después
Luego de acusar a Fox de "tolerar los vicios y excesos del charrismo sindical" y "profundizar las políticas antipopulares del neoliberalismo", Cárdenas reconoce que "ha habido avances en el conflicto de Chiapas", donde el nuevo gobierno "ha dado pasos que no dio ninguna de las administraciones anteriores". Pero exige "que continúe el retiro del Ejército, el desmantelamiento de los grupos paramilitares, la excarcelación de los presos políticos zapatistas en Chiapas", para que el EZLN, "sin presiones", decida cómo integrarse a la vida pública.
Y entonces aclara: "firmada ya la paz y puestos en marcha los procesos de integración social, económica y política de los núcleos zapatistas", será tiempo de hablar "sobre diferencias y coincidencias entre el EZLN y el PRD, si alguien lo considera de utilidad". Hoy por hoy, improvisa, "no tenemos nada que discutir con ellos".
Finaliza el ritual y los periodistas empuñan micrófonos y bolígrafos para contrastar las declaraciones de la directiva nacional perredista ?el secretario general de ese partido, Jesús Zambrano, ha sostenido que ésta es una nueva corriente?, Carlos Imaz responde en banquetera rueda de prensa: "Sí, sí somos una corriente... pero de aire fresco" .