SABADO Ť 20 Ť ENERO Ť 2001
Ť Continúa el silencio oficial sobre el cambio de consejo nacional a centro
Inquieta a ONG el nuevo estatus de Conasida
Ť La autoridad debe comprobar que el trabajo será mejor y se fortalecerán programas, dicen
ANGELES CRUZ
Organizaciones civiles con trabajo en la lucha contra el sida demandaron al secretario de Salud, Julio Frenk Mora, que informe sobre el nuevo estatus del Centro de Prevención y Control del VIH/Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual, pues aunque el cambio de nombre -ya no será consejo nacional- sea sólo de tipo administrativo, la autoridad tiene que comprobar que el trabajo será mejor y se fortalecerán los programas en la materia.
Para José Antonio Izazola, coordinador del Programa de Sida para América Latina y el Caribe (Sidalac) de la Fundación Mexicana de la Salud, el paso de consejo nacional a centro es congruente con lo que realmente ha pasado en Conasida, porque no se tomaban decisiones interinstitucionales, ni siquiera en coordinación con las agrupaciones sociales. Se perdió de vista el carácter de consejo nacional que se le dio desde su creación y por decreto presidencial en agosto de 1988. En los hechos, dijo, el consejo se reunía "pero no deci-dían nada"; incluso se llegó a pensar que la dirección general, a cargo de Patricia Uribe, podía resolver sola el problema del sida en el país. Esto fue un error.
El especialista admite, sin embargo, que ahora además del centro, tendrá que existir un consejo nacional que responda a los lineamientos del decreto de 1988, y que principalmente reúna a las instituciones sanitarias para el diseño y la planeación de los programas de prevención y control de la pandemia.
Hasta ayer, no hubo información oficial respecto al cambio de denominación de Conasida, aunque ya está en vigor. Así puede confirmarse en la página de Internet de la institución, donde el nombre ya ha sido modificado. Trascendió que la reforma únicamente responde a cuestiones administrativas. En adelante, el manejo de los recursos, la contabilidad en general, estará bajo la responsabilidad directa de la Secretaría de Salud (Ssa), pero el resto de sus atribuciones seguirán siendo las mismas.
La organización Propositivo, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, opinó que es de fundamental importancia el cumplimiento de las directrices internacionales que México ha suscrito y en las cuales se establece, por ejemplo, que la prevención y control del VIH/sida es responsabilidad del Estado, en una actuación coordinada, participativa y transparente de las diversas instituciones de salud.
Raymundo Sandoval, integrante de Propositivo, señaló que la transformación que sufrió el Conasida, para quedar en centro, tiene el riesgo de extenderse a los estados y que los consejos o programas estatales pierdan su autonomía y poder de decisión.
En tanto, Jorge Huerdo, integrante del Comité de Observación y Vigilancia Civil Ciudadana en VIH/Sida, dijo que con la nueva denominación el Conasida "quedó reducido a un módulo de atención". Al menos -dijo- "esa es la impresión que da".
Mencionó que las autoridades tendrán que comprobar que administrativamente mejorará el funcionamiento del Conasida, y de todas maneras señaló su desacuerdo con el cambio, porque la dependencia "debe operar conforme a lo dispuesto por el decreto que le dio origen".
Alejandro Brito, director de Letra S, destacó la importancia de que no existan malos entendidos y solicitó que el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, explique el nuevo papel de Conasida, porque "habíamos entendido que se fortalecerían las acciones y con esto parece que ocurrirá exactamente lo contrario".