SABADO Ť 20 Ť ENERO Ť 2001
Ť Kinshasa, en calma
Choques en el norte del Congo dejan al menos 59 muertos
DPA, REUTERS Y AFP
Kinshasa, 19 de enero. Una serie de combates en la ciudad de Bunia, en el extremo norte de la República Democrática del Congo, tuvo un saldo de al menos 59 muertos este viernes, mientras la capital, Kinshasa, se mantiene en calma en espera de los restos del presidente Laurent Desiré Kabila.
En este ambiente, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, Joseph Kabila, hijo del asesinado presidente, asumió la jefatura del gobierno de manera interina, al tiempo que en Lumumbashi, ciudad natal de Desiré Kabila, comenzaron los preparativos para la ceremonia fúnebre, la cual empezará el sábado.
El cuerpo del presidente se encuentra en Zimbabwe, adonde fue transportado para recibir atención médica luego del tiroteo del martes pasado.
Pese a que Kinshasa retomó su actividad normal, la noticia del asesinato fue recibida con preocupación por los habitantes del Congo, que temen que su muerte prolongue la ocupación extranjera.
"Kabila padre carecía de legitimidad para gobernar, por lo que su hijo tiene aún menos", externó en el portavoz de la Agrupación para la Democracia del Congo, Odolf Onusumba.
El vocero de la Reunión Congoleña para la Democracia, Kin Kiey Mulumba, acusó al gobierno de haber lanzado seis bombas cerca de la localidad de Basankusu, en el norte del país.
Aunque el bombardeo no fue confirmado, fuentes de Naciones Unidas dijeron en Goma, Zaire, que 59 personas murieron en enfrentamientos entre grupos armados de las tribus Lendu y Hema.
Bunia, capital de la provincia de Ituri, fronteriza con Uganda, está bajo el control del Frente de Liberación del Congo, asociación de grupos rebeldes apoyados por el gobierno de Kampala y presididos por Jean Pierre Bemba.
Uganda negó estar implicada en el asesinato, como acusó el ministro de Defensa congolés, Godefroid Tchamlesso. "El gobierno quiere dejar en claro que no aprueba el asesinato político como método para quitar a líderes del poder", declaró el gobierno de Uganda; añadió que las diferencias con el régimen de Kinshasa bajo régimen de Kabila eran sólo políticas, no personales.