JUEVES Ť 18 Ť ENERO Ť 2001
Ť Gobierno y FARC se aprestaban a reanudar el diálogo de paz para Colombia
Asesinan paramilitares a 25 campesinos
Ť Con la matanza se eleva a 96 el número de civiles masacrados por las AUC este mes
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 17 de enero. Una nueva matanza de 25 campesinos a manos de los paramilitares de extrema derecha tuvo lugar hoy, en momentos en que representantes del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se aprestaban a reunirse.
La masacre de los campesinos, cuyas edades fluctúan entre los 22 y los 65 años, ocurrió esta madrugada en el caserío de Chengue, municipio de Ovejas, en el departamento de Sucre, en donde unos 50 hombres fuertemente armados sacaron de sus viviendas a numerosos habitantes y lista en mano seleccionaron a quienes después mataron a machetazos.
Los habitantes denunciaron que los asesinos llegaron uniformados y encapuchados, en jeeps, y tras acusar a las víctimas de colaboradores de las guerrillas y asesinarlos, procedieron a quemar una treintena de viviendas y ranchos de los labriegos, además de saquear los comercios antes de huir.
Imágenes televisivas mostraron a habitantes de Chengue y veredas vecinas saliendo en sus burros, con sus hijos y algunas pertenencias, buscando refugio en municipios cercanos.
Luego de que voceros del ejército y la policía confirmaron la masacre, con testimonios de los habitantes de que los asesinos los reunieron en la plaza del lugar y portaban un brazalete con las siglas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), autoridades municipales de Ovejas dijeron que 80 por ciento del poblado quedó destruido.
Tropas de infantería de marina, con apoyo de dos helicópteros artillados peinaron la zona en busca de los asesinos, en tanto los reportes indicaban que hubo un nuevo desplazamiento de campesinos hacia municipios aledaños, pues con esta matanza se eleva a 96 el número de civiles masacrados por las AUC este mes.
Sólo entre enero y octubre del año pasado los paramilitares asesinaron a 507 personas, pero al comenzar este año esos grupos incrementaron las matanzas luego de que las FARC decidieron congelar los diálogos de paz desde el 14 de noviembre al acusar al gobierno de no combatir a fondo a los escuadroneros.
Antes de que se conociera la masacre de hoy, el gobierno del presidente Andrés Pastrana y las FARC habían dejado entrever la posibilidad de reanudar en breve las negociaciones de paz, pues inicialmente el máximo líder rebelde Manuel Marulanda aseguró que se hacían esfuerzos para reabrir los diálogos.
En respuesta el alto comisionado gubernamental para la paz, Camilo Gómez, calificó de "postivas" las declaraciones de Marulanda sobre el "propósito" de todos los colombianos de aguardar el reinicio de las pláticas entre las partes.
El funcionario también coincidió con el jefe guerrillero en cuanto a que hay avances para la firma de un acuerdo de intercambio humanitario de militares en poder de las FARC por insurgentes encarcelados, quienes están enfermos, y lo que podría dar pie a que la mayor guerrilla libere a otros rehenes en forma unilateral.
Mientras Pastrana se apresta a emprender una gira por Europa para impulsar su "diplomacia por la paz", el embajador francés en Bogotá, Daniel Parfait, destacó los avances logrados por el gobierno colombiano en sus contactos con el Ejército de Liberación Nacional.
A su vez, la administración de Pastrana anunció esta semana una campaña para enfrentar la ofensiva de los paramilitares, al parcer destinada a frustrar los intentos gubernamentales de crear una "zona de encuentro" para abrir un segundo frente de negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional.