MIERCOLES Ť 17 Ť ENERO Ť 2001
Ť Con la medida se ahorra energía a nivel nacional, dicen
La medida debe abolirse si lo pide la mayoría: expertos
KARINA AVILES
El coordinador del Programa de Energía de la UNAM, Arturo Reinking, afirma que con el horario de verano sí se ahorra energía y dinero, sin embargo, es un asunto que "todos debemos decidir", de manera que si para la mayoría de los mexicanos ese ahorro no compensa las molestias que le ocasiona, "la medida debería desaparecer".
Especialistas de la universidad explican cuáles son las implicaciones del cambio de horario y en que ámbitos tiene efectos positivos y negativos.
En ese estudio, los efectos positivos fueron en tres áreas: energía, turismo y zona fronteriza, los efectos "neutros" en 13 áreas y los negativos en el ámbito de familia e individuo. En términos de descanso, la gente tiene la "impresión" de que el cambio de horario le perjudica en términos tanto emocionales como prácticos y eso "tiene una lógica porque en abril la gente se levanta más temprano y, obvio, más cansada y con la sensación de que le rinde más el día".
Pero al estudiarse las razones políticas y sociales detrás del cambio de horario, hay un abierto rechazo de la población, que lo asimila como una acción "autoritaria, centralista, sin utilidad práctica. Es un problema de percepción", dice.
El investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), Fernando Pliego, considera que si el ahorro de energía es real, la medida se justifica, pero si no es así "Ƒpara qué hipotecar a la sociedad las molestias de mantener el cambio de horario?".
Con base en una investigación del tema realizada el año pasado en donde participaron investigadores de la UNAM y de distintas instituciones educativas, Pliego -quien coordinó la parte del estudio referente al individuo- señala que el balance general de la investigación fue que el horario de verano no produce efectos positivos ni negativos.
El coordinador del Programa Universitario de Energía, Arturo Reinking, indicó que según las mediciones realizadas el ahorro de energía anual es de .7 por ciento y en verano más o menos 4 por ciento.
Entonces, con el cambio de horario se ahorra dinero y energía porque se posterga tener que satisfacer mayor capacidad instalada para atender la solicitud de aumento y, además, "hay gastos de operación que no se hacen".
Y explica que si la población no percibe en su recibo ese ahorro es porque "todos pagamos el consumo con base en las tarifas domésticas que no tienen una diferenciación horaria". Para Reinking sí se justifica el cambio de horario, pero insiste en que "todos lo tenemos que decidir" con base en el convencimiento y conocimiento y no debe establecerse de manera "autoritaria".
Rolando Collado, coordinador del estudio en mención en los aspectos de salud, indicó, con base en ese informe, que en general el horario de verano no ocasiona daños para la salud, pero a nivel individual o de grupos puede traer efectos por motivos diferentes porque algunas personas biológicamente son poco flexibles a los cambios.
"Desde el punto de vista de salud no es trascendente si se aplica o no el cambio de horario porque son otros motivos los que se tienen que analizar. Pero si se lleva a cabo se deben establecer medidas para las personas en riesgo", finalizó.