MIERCOLES Ť 17Ť ENERO Ť 2001
Ť Empero, Morales Reyes saluda la decisión presidencial al pensar en Samuel Ruiz
La persona idónea para una mediación eclesial en Chiapas es Felipe Arizmendi: presidente de la CEM
JOSE ANTONIO ROMAN
Los últimos acontecimientos ocurridos en Tabasco, Yucatán y Chiapas son signos claros de la transición que vive el país. ''Nada cambia con suavidad y aterciopeladamente. En el cambio también hay momentos de tensión y dificultades'', y estos son algunos de ellos, afirmó el presidente del Episcopado Mexicano, Luis Morales Reyes.
Dijo que el conflicto chiapaneco se ha ''enquistado'' en la sociedad mexicana, al igual que el problema indígena, que tiene más de 500 años. Por ello, pidió a las partes no quemar etapas, actuar con prudencia y cautela, a fin de no perder lo que pudo ya haberse alcanzado. Y aunque aplaudió al presidente Fox por pensar en el obispo Samuel Ruiz para aportar su experiencia en el proceso de paz, aclaró que en este momento la persona ''cualificada'', si es que se busca una intermediación eclesial, es el obispo Felipe Arizmendi, titular de la diócesis de San Cristóbal.
En conferencia de prensa, ofrecida en la sede de la secretaría general del Episcopado -a un costado de la Basílica de Guadalupe-, Morales Reyes se refirió, siempre a pregunta expresa, a la marcha zapatista a la ciudad de México. Pidió que la sociedad no se polarice en ''detalles'' como los pasamontañas o las armas, pues lo verdaderamente esencial es la dignidad y los derechos humanos de los indígenas, crear las condiciones para reiniciar el diálogo y alcanzar la paz.
A la conferencia también asistieron los obispos de Tacámbaro, Rogelio Cabrera, y de Tijuana, Rafael Romo, quienes señalaron que mientras el gobierno foxista ha cedido a las múltiples exigencias del EZLN, a éste no se le ha exigido prácticamente nada.
''Yo creo que no hay que conceder tanto y que el gobierno tenga una luz ámbar de alerta'', dijo el obispo Romo. ''Lo ideal es que los zapatistas lleguen a la ciudad sin armas y sin capuchas'', señaló el obispo Cabrera. Ambos expresaron su negativa a que Samuel Ruiz regrese al escenario del conflicto chiapaneco.
Morales Reyes, también arzobispo de San Luis Potosí, consideró que la paz que vive el país es tan sólida que la marcha zapatista no va a causar ninguna desestabilización. ''Pienso que se le dará la importancia en la medida en que la tiene, pero hay que recordar que no es todo México; el país entero sigue trabajando. Este es un movimiento, y como tal tiene su importancia, y los mexicanos le daremos la importancia que ellos se merecen porque han promovido valores tan grandes que todos anhelamos''.
Respecto a la posibilidad de que la Comisión Episcopal para la Paz en Chiapas pudiera reunirse con la representación zapatista durante su estancia en la capital del país, Morales Reyes recordó que en sus siete años de existencia, siempre que la comisión ha visitado Chiapas ha buscado un diálogo con la representación del EZLN. ''Si con ese encuentro nosotros pudiéramos coadyuvar para la paz, con mucho gusto lo haríamos'', concluyó el religioso.