MARTES Ť 16 Ť ENERO Ť 2001
Ť La expropiación voluntaria de tierras y la compra cuencas, entre las medidas
Cambian estrategias para áreas protegidas
Ť Niega Enkerlin, coordinador del sistema, que se busque privatizar recursos naturales
MATILDE PEREZ U.
La "expropiación voluntaria" de las tierras ejidales o comunales y la compra de zonas y cuencas, de interés biológico para el país, son parte de la nueva estrategia que se aplicará en las áreas naturales protegidas (ANP) de México, expuso el coordinador en ese rubro, Ernesto Enkerlin.
Agregó que durante esta administración se sumarán de dos a tres millones de hectáreas al sistema de las ANP, por lo que se buscará incrementar los recursos fiscales en 70 por ciento, pues en la actualidad únicamente se destina a ese aspecto 165 millones de pesos.
Explicó que ante el escaso desarrollo para industriales y la carencia de recursos de los habitantes para conservar zonas núcleo de reservas naturales y de cuencas, se procedería "a la expropiación voluntaria", que es "un mecanismo de desincorporación del régimen ejidal, para que sus propietarios puedan vender ese pedazo a agrupaciones ambientalistas, empresarios o altruistas interesados en conservar regiones ecológicas altamente sensibles y que no permiten un desarrollo".
Los dos a tres millones de hectáreas que se agregarán a las ANP se ubican fundamentalmente en la Sierra Madre del Sur y Occidental, donde se localiza las selvas secas, las cuales no han sido debidamente protegidas. Esta es una estrategia complementaria para dichas zonas, "no significa una privatización de los recursos naturales del país; la adquisición es el último recurso para conservar áreas", insistió.
Al asumir su nueva responsabilidad, Enkerlin -quien se desempeñó como investigador en el Centro de Calidad Ambiental del ITESM-campus Monterrey y como profesor asociado al departamento de Recursos Naturales, además de director ejecutivo de Pronatura Noreste- dio a conocer su proyecto general para la conservación de las 127 ANP, que abarcan 17 millones de hectáreas.
Los ocho puntos de su proyecto son: capacitación y profesionalización del personal de las ANP; una nueva cultura que privilegie el uso público de esas áreas; vinculación y sinergia con programas y recursos federales, entre ellos, el uso del Progresa, Procampo y recursos de la Comisión Nacional de Zonas Aridas; incentivos fiscales dirigidos a la iniciativa privada para que contribuyan con recursos a la protección de los hábitat naturales; eficiencia administrativa y gestión institucional, "espero no rebasar 10 por ciento de los recursos totales para las ANP sólo para la administración central del sistema", y la adquisición de algunas tierras en áreas estratégicas y reasignación de funciones para la vigilancia y medición del impacto de los programas impulsados en las ANP.
Agregó que ya pasó el momento de decretar grandes extensiones como Areas Naturales Protegidas, ahora es tiempo de consolidar y ajustar un nuevo diseño del paisaje y de que la población comprenda y valore los servicios ambientales que brindan esos 17 millones de hectáreas.
Antes, el presidente del Consejo Nacional Consultivo de las ANP, Gonzalo Halffter, comentó que se inicia un periodo crítico para consolidar los logros de los últimos cinco años en materia de protección de áreas de interés biológico. "Los alcances son sorprendentes, se cuenta con un sistema real de 36 ANP, convenios con la iniciativa privada y con la Agencia Mundial para el Medio Ambiente (GEF), hay muchos avances más".
Sin embargo, el reto más importante a resolver es el social, ya que hay que lograr que esas áreas sean aceptadas y apoyadas por las personas que viven en ellas y en sus límites. La meta es distribuir el costo del cambio, de la conservación y que la sociedad no vea a la protección de la naturaleza como un mecanismo impuesto.
El ex coordinador de las ANP, Javier de la Maza Elvira puntualizó que de las 127 ANP, 55 cuentan ya con equipo y gastos operativos, con programas de manejo y plantillas de personal, lo que representa 82 por ciento de la superficie total bajo protección.
Recordó que el sistema de las ANP arrancó hace cinco años, con un presupuesto de 10 millones de pesos, actualmente cuenta con 200 millones y además tiene un fondo del GEF y con un Consejo Nacional Consultivo, en el que participan empresarios y organismos de la sociedad civil.
Consideró que esta nueva administración debe dar continuidad a la protección que se desarrolló en los cinco años anteriores e involucrar a la sociedad en la protección de esos espacios estratégicos.
De la Maza fungirá como asesor del titular de la Semarnat para el Plan Puebla-Panamá; "su aprendizaje, inteligencia y experiencia servirá para desarrollar dicho proyecto y asegurar que éste sea un desarrollo sustentable que no perjudique los ecosistemas del sureste del país", dijo el titular de la Semarnat, Víctor Lichtinger.