Lunes en la Ciencia, 15 de enero del 2001
MONO MODIFICADO GENETICAMENTE
La semana pasada diversos medios de comunicación difundieron la noticia sobre el nacimiento exitoso de un mono macho Rhesus, con un fragmento extra de ácido desoxirribonucleico (ADN), descrito en el número más reciente de la revista Science, y que podría acelerar los nuevos tratamientos para padecimientos de los humanos, desde la diabetes y el cáncer de pecho, hasta el mal de Parkinson y el sida; ese hecho marca un hito en la investigación científica por lo que Lunes en la Ciencia no puede pasar por alto ese acontecimiento.
El espécimen fue bautizado ANDi, debido a que "le fue insertado un fragmento de ADN", el mono activo y saludable recibió un gen extra mientras aún era un huevo sin fertilizar, convirtiéndolo así en el primer primate no humano modificado genéticamente en el mundo.
Nacido el 2 de octubre del 2000, "ANDi es robusto y juega normalmente con sus compañeros, reportó el autor del trabajo, Gerald Schatten, del Centro Regional de Investigación de Primates de la Universidad de Ciencias de la Salud en Portland, Oregon.
El ADN modificado de ANDi se compone sólo de un gen marcador llamado GFP (por sus siglas en inglés), ya que expresa una proteína verde fluorescente, que lo hace fácilmente detectable por huella genética. Este gene fue transcrito a la inversa y copiado dentro de una cadena doble de ADN, la cual entró a los cromosomas de la madre.
"Podríamos introducir fácilmente en ANDi, por ejemplo, el gen del Alzheimer para acelerar el desarrollo de una vacuna para esta enfermedad", explicó Schatten, quien el año pasado reportó la primera clonación exitosa de un mono, por medio de división embrionaria (Science, enero 14 de 2000). "De esta manera esperamos cruzar la brecha científica entre los ratones transgénicos y los humanos. También podremos obtener mejores respuestas de algunos otros animales, mientras se da la aceleración de descubrimientos de curas a través de la medicina molecular".
El más reciente experimento dirigido por Anthony W.S. Chan, Schatten y otros, no fue una tarea fácil: alrededor de 224 huevos fueron modificados y luego fertilizados para producir 40 embriones, los cuales fueron transferidos a 20 madres sustitutas con el resultado de 5 embarazos. De allí nacieron 3 bebes machos, dos más nacieron muertos y otro embarazo no se desarrolló. De los saludables, sólo ANDi, demostró una integración transgénica exitosa. Su ADN extra fue determinado por medio de análisis de trozos de ADN y RNA extraídos de su mejilla, cabello y células de su orina, al igual que de estudios de su placenta y cordón umbilical. Para evaluar su sistema de modificación genética, los investigadores examinaron tejido de los monos que nacieron muertos, ya que ANDi por sí mismo no exhibe fluorescencia, quizá porque la proteína se expresa en muy pequeñas cantidades o porque no empezará a manifestarse hasta que sea mayor. (EurekAlert!)