LUNES Ť 15 Ť ENERO Ť 2001

Comparación con otros países

El hábito de la lectura es uno de los rubros en que se hace más evidente la abismal diferencia entre los mexicanos y los habitantes de los países desarrollados.

Con 2.8 libros anuales per capita , la distancia que México guarda respecto de los 47 títulos promedio al año en Noruega resulta incluso insultante, más todavía si se considera que la población de nuestro país alcanza -según la edición 2000 del Diccionario Enciclopedico Universal Espasa-Calpe- más de 93 millones 770 mil habitantes, contra los apenas 4 millones 382 mil de aquella nación nórdica.

En términos económicos el gasto en textos por persona es, respectivamente, de 10 y 113 dólares anuales.

La educación, y con ella la lectura, representa un asunto prioritario para los países denominados del Primer Mundo, los cuales no escatiman recursos en invertir en ese ámbito, al que consideran uno de los principales detonadores en la economía, y factor de la productividad.

Como ya se dijo, los noruegos son los lectores más ávidos del orbe, seguidos por los 81 millones 143 mil alemanes, los 10 millones 130 mil belgas y los 265 millones 455 mil estadunidenses, con un promedio anual de 42, 39 y 33 títulos por habitante, respectivamente.

No se descubre el agua tibia si se subraya la importancia del libro para el desarrollo integral de una nación. En México se ha insistido hasta el cansancio en el tema, pero no fue sino hasta mediados del año pasado que las diversas fuerzas políticas lograron ponerse de acuerdo y aprobar, Congreso de la Unión de por medio, la Ley para el Fomento a la Lectura y el Libro.

Datos recabados por el investigador Enrique Velasco Villafuerte permiten afirmar que el rezago de México en cuanto a expedir una ley en la materia se remontaba a casi 30 años:

"En 1966 la UNESCO crea en cada región geográfica del mundo organismos especializados que atendieron el desarrollo del libro y la lectura. En 1969, Colombia fue elegida sede del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc). En 1971, México firmó el acuerdo de adhesión con los demás países latinoamericanos para el Desarrollo del Libro y la Lectura.

"El Cerlalc ha sido el promotor de una ley del libro en diversos países del continente americano, donde se define al libro en su doble condición de bien cultural y bien económico (...) Desde 1973, países como Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Guatemala, Nicaragua, Perú y República Dominicana cuentan con una ley del libro que protege a cada una de las industrias editoriales de esos países".

La República Mexicana es, desde hace medio año, una más en esa lista. ANGEL VARGAS Y CARLOS PAUL