LUNES Ť 15 Ť ENERO Ť 2001
Ť Busca grupo ecológico conservar más de 383 mil hectáreas de la zona queretana
Darán mayor impulso a la biosfera de la Sierra Gorda
MATILDE PEREZ U.
La reserva de la biosfera de la Sierra Gorda, el puente ecológico entre el norte y sureste del país, recibirá este año un mayor impulso para lograr que las 638 comunidades -la mayoría indígenas- tengan un desarrollo que les permita conservar las 383 mil 567 hectáreas que ocupa esta área natural protegida en Querétaro.
La reserva de la Sierra Gorda es también hábitat -como las áreas naturales chiapanecas- de las cinco especies de felinos que hay en el país: jaguar, ocelote, tigrillo, puma y jaguarundi; del oso negro; de 700 especies de mariposas; de 364 especies de aves -como el chivizcoyo o gallina de monte, el ocofaisán y la guacamaya militar-, y es el banco de semilla de la región conocida por los expertos como el desierto chihuahense, la zona semiárida más representativa del país.
A pesar de su importancia biológica, la Sierra Gorda ha estado marginada de los limitados recursos gubernamentales e incluso de los apoyos internacionales. "Nuestra competencia son áreas naturales protegidas (ANP) como el Triunfo y Montes Azules, Chiapas, entre otras", dijo Laura Patricia Pérez Arce, coordinadora de relaciones públicas del Grupo Ecológico Sierra Gorda.
El año pasado, esa organización -la primera no gubernamental responsable del manejo y administración de una ANP- obtuvo el reconocimiento Conservación de Espacios, otorgado por la empresa Ford. Los 17 mil dólares del premio sirvieron para cubrir parte de los gastos que significa impulsar programas de educación ecológica, producción agroecológica entre las comunidades, plantaciones forestales comerciales, reforestación y combate a incendios forestales.
Además, por primera vez, la Agencia Mundial para el Medio Ambiente -GEF por sus siglas en inglés- aceptó apoyar con 6.7 millones de dólares durante los próximos siete años los proyectos del Grupo Ecológico Sierra Gorda, pero la agrupación también se comprometió a buscar tres dólares por cada uno de los aportados por el GEF. No será fácil, reconoció Patricia Pérez Arce, pero "tenemos que esforzarnos con el gobierno de Querétaro, los alcaldes y con la sociedad civil para convencerlos de la importancia ecológica de esta región. Parte del acuerdo con el GEF incluye el inicio de un estudio para elaborar el inventario de los importantes recursos naturales y del agua de esa región.
Desde 1987, el Grupo Ecológico Sierra Gorda inició un intenso trabajo regional con la intención de proteger la naturaleza, pero sin hacer a un lado a los más de 100 mil habitantes de la región. A la fecha, más de 23 mil personas -la mayoría mujeres- de 25 comunidades han desarrollado proyectos de huertos domésticos, separación de residuos sólidos, impulso de microempresas de carpintería y cerámica. "Buscamos darles alternativas a las familias de los 35 mil hombres que anualmente migran a Estados Unidos en busca de trabajo", agregó Pérez Arce.
El programa de plantaciones forestales comerciales se reinicia. De los tres millones de árboles plantados en 1997, sólo queda la mitad, pues el resto se perdió con los incendios forestales de 1998.
"Hay que trabajar mucho en la aceptación de una nueva cultura, ya que de las 383 mil 567 hectáreas de la reserva, sólo 32 por ciento es ejidal, lo demás es propiedad privada". Por ello, y para lograr nueva relación del hombre con la naturaleza, el grupo abrirá oficinas en San Joaquín, en los límites de Xilitla, San Luis Potosí e Hidalgo, y en Peñamiller, Querétaro.
Pérez Arce explicó que las acciones del grupo incluyen tener una relación estrecha con los gobiernos municipales de los estados colindantes con la reserva para ampliarla en 100 mil hectáreas, además de colaborar con ellos en programa de protección del hábitat.