LUNES Ť 15 Ť ENERO Ť 2001

Ť Ningún presidente concretó su oferta de apoyo a la ciencia: José Antonio de la Peña

La falta de director en Conacyt enturbia el ambiente

Ť No puede evitarse la impresión de que Fox "tampoco le ha dado la importancia debida"


KARINA AVILES

México no ha tenido un solo presidente que concrete su planteamiento de apoyo a ciencia y tecnología. Las "promesas sexenales" en esta materia "han resultado falsas", y ahora, la falta de nombramiento en la dirección del Conacyt no ayuda a esperar mucho del nuevo gobierno, advierte el vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, José Antonio de la Peña.

El científico expresa que a raíz de la falta de decisión en el Conacyt se "ha enturbiado" el ambiente y la situación se ha complicado, trayendo "efectos graves al no haber un representante en la discusión del presupuesto para la ciencia y la tecnología".

En entrevista, el también director del Instituto de Matemáticas de la UNAM manifiesta que hay "mucha incomodidad" en la comunidad científica porque "se siente que una vez más al gobierno no le interesan" estas ramas del conocimiento, prioritarias para el desarrollo el país.

La gestión pasada, Ernesto Zedillo entró con la promesa de que el gasto en ciencia y tecnología llegaría a uno por ciento del producto interno bruto (PIB); sin embargo, se quedó en .37 por ciento, ejemplifica.

Así, a las distintas administraciones pasadas, "aparentemente les viste decir que la ciencia es el motor del cambio y los apoyos han sido relativamente iguales, por supuesto, dependiendo de los periodos de crisis. Pero ha estado ligado al vaivén de la economía nacional", establece.

Afirma que no ha habido un solo presidente que concrete el ofrecimiento de que la ciencia se convierta en motor de desarrollo del país.

Añadió que como presidente electo, Vicente Fox dijo que la ciencia sería prioritaria. Hoy, "uno no puede evitar la impresión de que no le ha dado la importancia debida".

La demora en el nombramiento de director en Conacyt "de alguna manera lo refleja", y ha desatado una "ola de rumores" que inquietan a quienes producen conocimiento científico y tecnológico, agrega.

Por ejemplo, se dice que por un lado se pretende dividir a la ciencia básica y por otro, se quiere una tecnología más vinculada con la empresa, lo cual "sería un error". Separar a la ciencia básica de la parte de aplicaciones traería consecuencias a mediano y largo plazo. No se desarrollaría "ciencia con el ojo puesto a nivel de aplicación en los problemas nacionales". Y por otro lado, añade, la iniciativa privada "seguiría ignorando a la ciencia con más facilidad".

De cualquier manera, por alguna razón "que no queda clara", las autoridades federales no hicieron el nombramiento al inicio de la gestión de Vicente Fox. La tardanza también ha llevado a "que haya grupos y personas que toman una posición con interés real y otras, un tipo de oportunismo". Añadió que hay "molestia de algunas personas cuyos nombres se usaron para decir que no serían las correctas para el cargo".

Lamenta que la comunidad científica no se haya organizado para proponer candidatos a dirigir el Conacyt. Sin embargo, afirmó que sí se expresó en torno al perfil de quien puede ocupar ese cargo y se dijo que sería importante que fuera un científico. Pero tåmbién abrigaron expectativas de que ciencia y tecnología tendría cambios en su favor. "Hoy se preguntan si esto es cierto", finalizó.