LUNES Ť 15 Ť ENERO Ť 2001

Ť Insta especialista del IMSS a mujeres infectadas con VIH a vigilar su embarazo

Reduce cesárea riesgo de contagio de sida al bebé


CAROLINA GOMEZ MENA

Cuando una mujer que padece sida se embaraza, existen entre 40 y 60 por ciento de probabilidades de que el bebé adquiera la enfermedad durante el parto vaginal, riesgo que disminuye en cerca de 10 por ciento si se realiza cesárea, manifestó Fortino Solórzano Santos, jefe de Infectología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.

Abundó que la práctica ha demostrado que el simple hecho de remplazar el parto vaginal por la cesárea reduce el índice de contagio y advirtió que para que ello se dé un requisito previo es que durante la gestación se hayan administrado los antiretrovirales de forma oportuna y constante.

No obstante, subrayó que aun tras haber cumplido con la condición mencionada lamentablemente la posibilidad del menor de sortear la inmunodeficiencia adquirida "no es de cero, ya que durante la cirugía hay presencia de mucha sangre proveniente tanto de la herida materna como del desprendimiento de la placenta, lo que acrecienta el riesgo de que ambos fluidos sanguíneos entren en contacto".

Expuso que aunque no es recomendable que las mujeres contagiadas con el VIH se embaracen descartó que a éstas se las inste a interrumpir su embarazo de forma terapéutica, ello por respeto a sus derechos reproductivos y agregó que por el contrario se les sugiere que intensifiquen la vigilancia ginecológica a fin de que el proceso transcurra sin problemas que puedan afectar al producto.

Expuso que de igual forma a pacientes con VIH/sida que se sabe tienen posibilidades de concebir por contar con una pareja, en cada visita médica se les recomienda que, "en cuanto sepan que están embarazadas den aviso para que se les administren los medicamentos que disminuyan la cantidad de virus y con ello baje el riesgo de que el virus se transmita al bebé.

Esquemas de tratamiento

Expuso que los esquemas de tratamiento con AZT se administran en enfermas con alta carga viral desde la semana 16 del embarazo, pero que lo pertinente es hacerlo a partir de la semana 32 o 34 debido a que desde esa etapa de la gestación hay mayores posibilidades de que los antiretrovirales sean prácticamente inocuos para la salud del niño.

Fortino Solórzano precisó que las principales alteraciones que provocan los antiretrovirales en el organismo infantil son alteraciones en las células sanguíneas y en algunas enzimas del hígado, sin que esto implique malformación en este órgano o en otro estructura vital, advirtió.

El especialista explicó que contrario a lo que muchas pacientes creen no es totalmente seguro que los infantes adquieran la enfermedad durante su desarrollo uterino (aunque algunas veces la circulación materna y fetal espontáneamente llegan a tener contacto), pero que este riesgo aumenta en la medida en que la cantidad de virus en la sangre materna se eleva o bien si durante el periodo del periparto hay desprendimientos prematuros de placenta o rupturas de la membranas fetales y salida de líquido amniótico.