Ť Disminuyen las esperanzas de hallar sobrevivientes, admite el presidente Flores
Se eleva a 403 el número de muertos en El Salvador; la cifra podría crecer
Ť Más de un millar de desaparecidos, unos 11 mil desalojados y 8 mil viviendas destruidas
Ť Van 600 réplicas del terremoto; el gobierno guatemalteco
informa sobre 6 víctimas mortales
CARLOS RAMIREZ CORRESPONSAL
San Salvador, 14 de enero. El número de muertos por el terremoto que la víspera azotó a El Salvador se elevó este domingo a 403, pero el presidente Francisco Flores aseguró que el número de víctimas mortales podría sobrepasar con mucho esa cifra, ya que con el paso de las horas disminuyen las esperanzas de encontrar sobrevivientes en las barriadas sepultadas por los aludes de los cerros cercanos.
En Guatemala, las autoridades dieron cuenta de seis personas muertas y tres desaparecidas por el violento sismo que impactó Centroamérica y el sur de México, y que ha tenido centenares de réplicas que provocaron esta tarde pánico entre la población salvadoreña.
Los organismos de socorro en El Salvador indicaron que el número de desaparecidos es de alrededor de mil 200. "Es casi nula la posibilidad de que haya más sobrevivientes por la increíble cantidad de tierra que cayó sobre las casas", afirmó la inspectora de bomberos, Claudia Salazar, al referirse a las labores de recate en el residencial barrio Las Colinas, donde un cerro sepultó unas 300 viviendas.
Se presume que en esa colonia, ubicada a 12 kilómetros al oeste de la capital, en la ciudad de Nueva San Salvador, habrían quedado sepultadas un millar de personas, aunque ya se han recuperado alrededor de 200 cuerpos.
Un informe de la Policía Nacional Civil indicó que el sismo, de entre 7.6 y 7.9 grados en la escala de Richter, dejó 349 muertos, mil 177 lesionados, 11 mil 57 desalojados, 7 mil 934 viviendas destruidas en forma total y 16 mil 890 dañadas en forma parcial. A nivel nacional, la policía reportó 68 edificios dañados, 133 derrumbes en carreteras y comunidades, 89 iglesias y 34 muelles con daños severos en sus estructuras.
Sin embargo, otro informe del Comité de Emergencia Nacional (COEN), creado por el presidente Flores e integrado por empr esarios y profesionales destacados, ofreció en su balance de esta noche cifras un poco diferentes, al señalar que el número de muertos es de 403, mientras que habría 779 heridos y mil 336 desalojados.
En tanto, el Servicio Sismológico Nacional reportó hasta el medio día de hoy, hora local, un total de 600 réplicas del terremoto, que alcanzaron hasta los cuatro grados en la escala de Richter, en tanto que la policía comenzó a desalojar a unas 50 familias de la colonia residencial Los Pinares de Suiza, ubicada a unos 12 kilómetros de la capital, donde un cerro cercano comenzó a tener desprendimientos.
Una de las réplicas, de 4.3 grados de magnitud, provocó pánico esta tarde entre la población, que aún no se sobreponía del terremoto del sábado, y ocasionó un pequeño deslave de lodo en la zona del barrio Las Colinas, lo que obligó a evacuar el lugar.
En el oriental departamento de Usulután, donde 17 de los 23 municipios sufrieron daños, el movimiento telúrico de la víuspera, provocó la destrucción de parcial del hospital San Pedro, por lo que los pacientes eran atendidos en los jardines o en tiendas de campaña. A su vez, el Congreso decretó duelo nacional por tres días, tras reunirse de emergencia en un hotel de la capital, luego que el recinto legislativo resultó con daños severos.
El presidente del COEN, Mauricio Ferrer, informó que Flores visitó este domingo los poblados de Berlín y San Agustín, ubicados ambos a unos 115 kilómetros al este de San Salvador, para constatar los daños que sufrieron las viviendas de los campesinos.
Mientras, el aeropuerto internacional de San Salvador fue reabierto a las 13 horas local, tras ser reparados los daños que sufrió la pista. De esta manera, serán reanudados todos los vuelos comerciales y la ayuda internacional podrá fluir sin dificultadas, declaró el coordinador de transporte de la comisión de seguridad, David Gutiérrez.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, expresó este dominio sus condolencias al gobierno y pueblo de El Salvador por las pérdidas humanas y materiales, e instó a la comunidad internacional a brindar a una generosa ayuda. También el Papa Juan Pablo II oró por las víctimas del terremoto y envió palabras de aliento a los sobrevivientes. "Quiero expresar mi cercanía espiritual con las personas afectadas", dijo en Roma.
Las promesas de ayuda técnica, humanitaria y financiera de varios países de Europa, América Latina y hasta de Taiwán y Turquía comenzaron a llegar este domingo. La comunidad internacional se ha movilizado para socorrer rápidamente al país, pero el presidente Flores solicitó además unos 3 mil ataúdes para ayudar a los salvadoreños pobres a sepultar a sus deudos, luego de calificar las cifras oficiales de "absolutamente preliminares".
En Guatemala, las autoridades dijeron que están aportando 40 por ciento de la electricidad que ocupa El Salvador. Aunque Guatemala resintió el temblor, los daños fueron considerablemente menores, pero se reportó la muerte de seis personas, dos en el departamento de Jutiapa y los restantes cuatro en Totonicapán. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres indicó además que hubo un total de 16 derrumbes en diferentes carreteras del país, mientras que un total de 31 viviendas resultaron con severos daños.
En Nicaragua el terremoto activó una falla geológica próxima a la capital, lo que desencadenó una serie de movimientos telúricos que mantiene en zozobra a la población, que aún recuerda aquel terremoto que en diciembre 1972 destruyó Managua, causó por lo menos 10 mil muertos, y dejó millonarias pérdidas económicas al país.
Fabio Segura, del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, explicó que cuando ocurre un sismo como el que hubo en El Salvador, es normal esperar que tenga influencia en las fallas de tierra firme, y que dispare su actividad.
El especialista añadió que el sismo del sábado, que estremeció a toda la región del Pacífico de Centroamérica y parte de México, "fue algo excepcional, su orden de ocurrencia es de (una vez cada) 100 años" .