ELIZABETH VELASCO
Carlos María Abascal, secretario del Trabajo y Previsión Social, anuncia a La Jornada "giros" radicales en la dependencia y en la política laboral del país, así como transformaciones urgentes en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Para el ex líder de la cúpula empresarial del país (Coparmex), "tiene que haber un acuerdo entre iglesias y gobierno en temas como impulsar los valores éticos en la comunidad. ¿Por qué no ponerse de acuerdo ambas instituciones para impulsar el valor de la justicia, la honradez y veracidad?".
Abogado por la Escuela Libre de Derecho, refrenda su creencia en el Estado laico. "Yo, lo que es de Dios a Dios, y al César lo que es del César". Pero sostiene que "debe estar sobre la mesa una discusión seria sobre si Estado laico quiere decir Estado ateo".
Ex vicepresidente del Instituto Mexicano de la Doctrina Social Cristina (Imdosoc), hoy como responsable de la política laboral del país pide "tolerancia" para sus creencias religiosas. Y lamenta como innovador de la nueva cultura laboral en México, que el anglicismo productividad -asimilado en su filosofía empresarial- haya sido tan "enormemente falsificado" como el término "amor".
Sin preámbulos, quien defiende "el derecho natural de la propiedad sobre los bienes de producción", discurre sobre temas filosófico-religiosos; refrenda su adhesión a las conclusiones del segundo Encuentro con Políticos y Legisladores de América del Consejo Pontificio para la Familia ?promovido en 96 por el Comité Pro Vida?, y a sus 52 años de edad revela que haber compilado los textos del papa Juan Pablo II en el libro Entretejiendo el futuro, le permitió darle "mayor orden" a su pensamiento.
En el sobrio despacho que hoy ocupa, el también especialista en mercadotecnia afirma que "todas las transformaciones jurídicas" en la STPS se concluirán "a más tardar en dos años". Pero los cambios operativos "deben empezar a sentirse desde ya: Estamos preparándonos para, en los próximos días, tratar el tema del servicio nacional de empleo de una manera radicalmente diferente".
-¿En qué radica la diferencia?
-Este servicio es enormemente lento, anacrónico, falto de esa orientación que debe tener para satisfacer realmente, en forma inmediata, la expectativa de quien busca chamba. Yo no le voy a dar trabajo, sino alternativas para que, en minutos, pueda analizar y resolver esté donde esté. Este gran cambio se va a notar en esta segunda semana de enero.
Combate al rezago en la JFCA
En la siguiente, iniciará "el proceso integral de reforma" en la JFCA. Ahí se acabará "lo que ya no puede ser" y desgrana en rosario:
"Que estemos en un edificio sin los más elementales sistemas contra incendio; sin sanitarios para la gran población que a ella asiste; que el cableado de computadoras y equipos esté sobrepuesto en el piso y la gente se tropiece al caminar; que haya áreas sin ventilación; que atendamos 80 por ciento de conflictos individuales, del total que atendemos , de tres o cuatro instituciones (IMSS, Pemex, CFE y Ferronales). ¡Esto es absurdo!, e inadmisible que en la junta haya un rezago notabilísimo en el desahogo de asuntos. Todo esto, ya no puede ser".
-El presupuesto de la STPS, ¿alcanzaría para modernizar instalaciones y equipos, reparar el edificio, mejorar la capacitación y el salario?
-Mire usted, cuando se hizo la discusión en el Congreso a veces se pierde de vista que los programas que las secretarías de Estado presentamos tienen un impacto social de pri-me-rí-si-mo-ni-vel. Los miles de trabajadores que van a dar a la Junta son gente del pueblo ?dice en tono suave?, sencilla, que con frecuencia ganan salarios bajos y necesita llegar a un lugar idóneo, donde se les trate como personas, donde tengan un espacio para sentarse y tomarse un café y una galleta. Porque puede ser que hayan transcurrido 24 horas sin que tomen alimentos. ¡Me consta!... He estado en la junta y he platicado con la gente. Eso también son programas sociales, pero con una dimensión y alcance diferente.
$2 mil millones, a capacitación y becas
Tras un recorte de 20 millones de pesos, el presupuesto de la STPS será de 3.8 mil millones; más de 2 mil millones se destinan a capacitación y becas con recursos provenientes del BID y otras instituciones internacionales, y sólo se usarán "recursos fiscales por mil 600 millones... El problema de los recursos económicos siempre va a ser un problema, sobre todo mientras México tenga los pasivos financieros tan grandes que tiene...".
Ex directivo de Afianzadora Insurgentes ?líder en el mercado afianzador mexicano y miembro de The St. Paul Group, la octava en USA? asegura que en la STPS "no se procederá con criterios de la iniciativa privada". Con otro de varios ejemplos, anuncia cómo medirá la productividad ?entre otros "cambios radicales"? en el caso de los inspectores de la junta.
"Los voy a medir por el número de actas que realizan, haciendo observaciones de irregularidades que son corregidas por el patrón. Es un enfoque radicalmente diferente. Mi inspector no tiene como misión fastidiar al empresario, sino servir a la empresa. Y decir: 'Ojo, ojo, estás mal en esto.Te voy a dar un plazo para que corrijas y corrige'. Si el acta fue veraz y refleja verdaderas violaciones a la ley, entonces el patrón tiene elementos para corregirlas en un plazo determinado. En la siguiente visita, mi inspector habrá cumplido con su cometido si su acta estuvo bien hecha, bien comunicada y si logró que el patrón corrigiera las defectos. Si éste no corrige, esa es otra historia".
"Idénticos empresas y servidores públicos"
El miembro de la Unión Social de Empresarios de Negocios afirma que "hay cosas en que empresas y servidores públicos somos idénticos: Todos tenemos una expectativa y el derecho a que se satisfaga. Yo pago un impuesto, que me den lo que corresponde: Paz, seguridad social, capacitación, servicio de empleo. Eso hace que el trabajo de unos y otros sea eminentemente humano y que tengan un común denominador...".
-¿Encontró en la STPS una caja de Pandora?
-Hay áreas muy bien atendidas como la Profedet (Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo); un poquito anacrónica en algunas cosas. No importa: ¡Bien, bien, la Profedet! Pero otras ameritan una auditoría a fondo, como el Fonacot (Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores). Pero le recuerdo que los principales cambios deben encuadrar, antes que nada, en el tema de la capacitación y el trabajo productivo. Esto tiene que ver con los empresarios y trabajadores. Para construir una nueva cultura laboral, este mes vamos a tener una solución que nos va a permitir conjuntar esfuerzos de las secretarías y la sociedad a favor de la capacitación.
-¿Crearía una comisión nacional?
-No. Es un consejo con características de participación ciudadana y académica muuuy ambiciosas. Será el instrumento para dar sentido, unidad y cauce a esfuerzos que requieren ser amarrados y empujados con visión nacional, estatal, municipal, de sector y hasta de empresa. ¡Es un cambio cultural enorme! Es la capacitación para la productividad y la elevación del nivel de vida del trabajador. ¡El gran cambio del sexenio! Para eso, el cambio de la legislación laboral queremos hacerla por consenso con partidos, empresarios, trabajadores y legisladores. Si modificamos la ley para impulsar la capacitación, la competitividad, la justa distribución de los beneficios de la productividad, si ese es el objetivo del cambio, entonces le estamos atinando.
Urge una ola de desregulaciones
Para emprender la reforma laboral, Abascal ?que cursó el Programa de Alta Dirección de Empresa en el IPADE? se propone "no utilizar viejos métodos para obtener lo que se me da la gana". Ríe como para sí, y confiesa: "Quiero que esta consulta sea real, para impulsar la creación de empleos.
-¿Hay una meta de la STPS para estimular la generación de empleos?
-La meta del gobierno es producir 1.3 millones de empleos anuales que se demandan. Pero ¡ojo!, la STPS no crea empleos, crea condiciones favorables para que los empresarios creen empleos.
Pero ?subraya? eso dependerá de la adecuación a las legislaciones laboral, fiscal, y de una "segunda ola de desregulaciones".
-¿En qué consiste?
-No basta la reforma fiscal que nunca se alcanzó. Se necesita una nueva ola de desregulaciones, porque hay una desregulación que produce parálisis en el gobierno llamada normatividad. Esta nos hace ver a la "señora Contraloría" (Secodam) siempre con el garrote levantado, dispuesta a darnos una multa o inhabilitación por cualquier decisión que tomemos, y dentro de los procesos que se desregularon ?en la secretaría de Economía y otras? cabe una segunda ola. Es un proceso muy amplio que nos permita rápidamente tomar decisiones: Crear empresas. Pero no basta, necesitamos avanzar en seguridad y justicia, estado de derecho, paz, certeza la seguridad de las personas y en sus bienes. Y, sobre todo, seguridad jurídica: Igualdad de todos ante una ley justa. Sin estos elementos, el inversionista, pequeño o gran empresario, no arriesga su capital.
Mística y "mástica", columna del cambio
Profuso en citar ejemplos y apoyar las palabras con gesticulaciones, ademanes y variar las modulaciones en el tono de la voz, el reformador de la cultura del trabajo en México, el también consejero de diversas empresas asegura que esa filosofía ha cristalizado en modelos "extraordinarios": Sabritas, Cervecerías Moctezuma y Cuauhtémoc, despachos financieros foráneos, Dupont y otros "notabilísimos" ejemplos. En particular, precisa, en 1.5 por ciento de empresas "que ocupa 40 por ciento de los trabajadores". Pero falta imprimir ese cambio "cultural" en el micro empresario.
-Lo que llama la atención es esa filosofía de la nueva cultura laboral que debe inculcarse en la micro y pequeña empresas donde, en la gran mayoría, el trabajador percibe un salario mínimo y, muchas veces, ni ése lo cubren, según estudios universitarios. Para tener ese cambio mental, ¿no es necesario un cambio material?
-Dos observaciones. Hoy falta mucha información sobre salarios. Por ello, vamos a instalar a más tardar el 12 de enero esta comisión consultiva (sobre salarios mínimos). Vamos a tener información para diseccionar mejor el problema. Pero déjeme decirle una cosa que me parece muy clara: El ser humano tiene dos niveles de motivación. La más elemental es una remuneración justa. Yo afirmo que es absurdo pedirle a la gente que tenga mística, si no tiene mástica. Es decir, ¿cómo le pedimos a la gente que sea idealista, tenga camiseta, se entregue, ame y sea leal a su empresa si no lo trato como persona, si no la remunero en condiciones dignas, pudiendo hacerlo, sobre todo. Evidentemente, esa es una primera motivación. Pero, además, hay otro tipo de motivaciones conforme se atiende el espacio de trabajo ?condiciones dignas, el trato en la relación trabajadores y empresarios, conforme hay servicios sanitarios, etcéteras?. Conforme se resuelven estos problemas básicos que tienen que ver con la mástica, se van creando otro tipo de motivaciones. La sicológica: "Somos los mejores". La intelectual: "Además, te preparo y te capacito".
La capacitación plantea multihabilidades
La capacitación ?dice? debe responder a las "exigencias que el mundo actual plantea: las multihabilidades". Se haría, según la actividad de la empresa. Y: "Ojo, ojo, la STPS no capacita, organiza".
-Parte de la filosofía de la nueva cultura laboral...
-¡Exacto! Una parte esencial de esa nueva cultura es el desarrollo del conocimiento que es el futuro del país. Por lo tanto, el conocimiento debe ser lo más amplio y profundo. Una persona que sólo aprende a atornillar una tuerca durante 8 horas al día, es una persona sumamente limitada en su desarrollo. Pero si esa persona sabe además de la computadora con que aprieta las tuercas, y además sabe inglés ?porque el programa de la computadora es bilingüe?, y además sabe interpretar, al menos, cierto tipo de fórmulas matemáticas básicas incluidas en el proceso de producción, entonces es como vamos haciendo que la persona se vuelva cada vez más completa y aspire a remuneraciones mayores.
Del amor y otra pifias
Durante la charla, quien inició su vida laboral como mensajero en Afianzadora Insurgentes y recorrió diversos cargos hasta encumbrarse como director ejecutivo, deplora que hoy la productividad sea una palabra "enormemente falsificada como el amor" que, "a fuerza de hablar tanto del amor ?como en las películas?, ya no se sabe lo que es amor". Pero detalla: "La productividad, lo que significa es que el ser humano use mejor su inteligencia para producir más con los mismos o menos recursos. Le pongo ejemplos...".
-Es muy clara su explicación, pero ¿cómo va a medirse?
-Abaratando costos, incrementando el uso de tecnologías. Si la empresa tiene buena salud, habrá productividad para el trabajador. Es como la economía familiar: si hay dispendio de recursos, entonces un padre de familia no puede cubrir los satisfactores de su familia. Es necesario que las empresas reinviertan su ahorro. Ya se acabaron los tiempos de las empresas pobres y de los empresarios ricos. Incluso, tiene que mirarse a la empresa ?tanto el empresario como el trabajador? con una mística, como un proyecto personal. Porque la empresa es una comunidad humana donde todos somos corresponsables. ¡La propiedad debe ejercerse con responsabilidad social! Y es posible que se llegue a esquemas donde el trabajador pueda ser también accionista...
-¿Será posible? Porque históricamente hablando, los empresarios y su capital no tienen nacionalidad y, como bien ha dicho, en este país hay empresarios ricos, pero empresas y trabajadores pobres...
-Usted se refiere a las grandes trasnacionales que no tienen nacionalidad. Aun dentro de ellas hay que distinguir. Vuelvo a referirme a Dupont. Y hay ejemplos de millones de empresas, de pequeñas, que tienen gran solidez en la economía estadunidense, donde el dueño está en constante contacto con sus trabajadores y éstos tienen una participación accionaria. Ahí hay una responsabilidad social. Esto no quiere decir que admire a las grandes naciones capitalistas, pero tampoco hay sistemas perfectos ni países modelos.
Convencido de que la lucha de clases es un modelo "histórico y filosófico marxista que se refiere a una sociedad que está dividida consigo misma", arguye: "Reconocer que hay seres humanos de primera y de segunda convierte a los centros de trabajo en verdaderos campos de batalla". En cambio, "en la nueva cultura laboral un accionista debe vigilar el rendimiento de la inversión; el directivo hace aportaciones para el desarrollo de la empresa, y un trabajador genera la mayor cantidad de dinero para atender las necesidades de su familia y para llegar, algún día, a ser accionista de la empresa. No hay lucha de clases. Lo que puede haber es conflictos por los intereses de las personas. Los intereses pueden ser diferentes, pero las personas siguen siendo las mismas. El diálogo es la mejor manera de salvar esos conflictos".
-En este diálogo para la reforma laboral, ¿es tiempo de introducir el pago por hora? Fue insistencia de los empresarios cuando lidereaba la Coparmex, y usted recientemente dijo que el mínimo quedará como mero indicador macroeconómico
-Este es un tema en que no puedo dar mi punto de vista. Eso se decidirá en las negociaciones. La reforma a la ley es la señal para crear nuevas maneras de organizar el trabajo, protegiendo el derecho social de los trabajadores. Se establecerán mediciones más puntuales para ver si, en efecto, mejora el nivel de vida. El salario mínimo ya no significa nada. Es una infamia si quisiera verse como un salario.
Poder temporal y poder espiritual
Acostumbrado a posar ante las cámaras, echa porras al fotógrafo de este diario a cada flashazo: "¡Eso...!" El click lo vuelve a sorprender justo al momento de alzar la mano, doblar los dedos y juntar pulgar e índice, y expresa: "¡Aaay... Yo soy sumamente expresivo con las manos y tengo que cuidarme, porque a veces hago ese gesto y parece una majadería. Y, no hombre, no, qué bárbaro, ¡es al revés!".
-Pasando a otro tema, llama la atención el título de su tesis de licenciatura en Derecho. Relaciones entre el poder temporal y el poder espiritual. ¿Qué relación tiene este último con la función del Estado y el poder público?
-La religión judía tiene como fieles a ciudadanos de un Estado, pero debe haber competencias claras entre Iglesia y Estado. ¿Qué tal si el gobierno se pone a dictaminar lo que debe ser la liturgia de la misa? ¡Qué locura, nooo! Yo creo en el Estado laico, y lo que es de Dios a Dios, y al César lo que es del César. Pero como las personas son las mismas; al mismo tiempo son creyentes de una fe ?la que sea?, y ciudadanos de un Estado. Entonces tiene que haber un acuerdo entre las iglesias y gobierno en temas comunes como impulsar los valores éticos en la comunidad. ¿Por qué no ponerse de acuerdo ambas instituciones para impulsar el valor de la justicia, de la honradez, de la veracidad? Cada uno en su ámbito, pero en un acuerdo común. Esto es de sentido común. Por eso digo: ¡Nunca más un clérigo en el gobierno. Nunca más!. Creo en el Estado laico, pero eso no quiere decir Estado ateo. Porque los ciudadanos tienen un derecho a creer, a tener la fe que ellos quieran...
-Las críticas que se han hecho a su persona por las alusiones religiosas que en algunos actos públicos y como autoridad ha manifestado, ¿lo harían cambiar de opinión o en su conducta? ¿Cree que ese tema merece llevarse al debate?
-Depende. Ha habido burlas a mi persona y son bienvenidas. Cuando se burlan por algo a lo que uno ama tanto, como es el caso de Cristo y María, tá' bien ¡Que se burlen de mí! ¿Por qué amo a mi Madre? Eso no me ofende, al revés: ¡Me enaltece, porque hay congruencia entre lo que creo y hago! En esa parte ni me defiendo, pero hay algunos artículos que son verdaderamente intolerantes y hablan mucho de tolerancia. Pero yo sí creo que la discusión seria sobre este tema debe estar sobre la mesa, y debe partir de una premisa absoluta que no está sujeta a discusión, desde mi punto de vista: Estado e Iglesia son entidades diferentes, y debe la Iglesia concentrarse en su misión de salvación, y el gobierno en su misión de bien común. En ese sentido, la discusión es si Estado laico quiere decir Estado ateo. Y si yo le digo a usted: "Esperamos crear, Dios mediante, un millón 300 mil empleos en cinco años". ¿Qué le estoy diciendo? Pues que el ser humano no es dueño absoluto de lo que sucede. Nomás miremos el Popo y démenos cuenta de que hay mil cosas que escapan del ser humano. ¿Qué otra cosa le estoy diciendo? Que yo no me creo Dios, sino una criatura como cualquiera otra y que, por mi fe ?esa fe que nadie me puede arrebatar? yo confió en que se den las condiciones y ?ojo? si yo hago todo el trabajo que me corresponde para crear esos empleos".
Asegura no ser "providencialista", y que en este país "nos vendrá muy bien que los gobernantes dejemos de creernos dioses; en el pasado se creyeron muchos dioses y ya vimos lo que pasó".
Los organismos empresariales deben ser apartidistas
-En 1996, como líder de la Coparmex usted afirmó que la vinculación del sector empresarial con algún partido político, traería un desastre al país. ¿Ahora qué opina?
-Idéntico, pienso igualito. Le voy a platicar una pequeña historia. Cuando yo todavía era presidente de Coparmex, en 1997, se me ofreció contender por un partido político, el que sea, por la gubernatura del DF. ¿Qué hice? Rechace absolutamente el ofrecimiento sin siquiera meditarlo, porque como presidente de Coparmex debía mantenerla al margen del partidismo.Yo dejo de ser líder empresarial, recupero mi condición de simple ciudadano, encabezo ciertos movimientos ciudadanos y puedo, perfectamente bien como ciudadano, ni siquiera como ex presidente de Coparmex, por supuesto que puedo actuar en política y en lo que sea mi vocación. Sigo pensando idéntico: los organismos empresariales deben ser apartidistas y profundamente políticos. Es decir, deben estar profundamente ocupados en la construcción del bien común como interlocutores válidos en los órdenes federal, estatal y municipal. Por lo tanto, no hay en lo más mínimo ninguna contradicción entre aquella reflexión. Hoy la vuelvo a circunscribir con usted.
-Como padre de familia, ¿cuál es su mayor orgullo?
-Mi mayor orgullo es tener una mujer superior a mí.
-¿Y sobre sus hijos?
-Que hasta el momento están aprovechando su libertad para ser buenos mexicanos y buenos cristianos.
-¿Su mayor satisfacción como empresario?
-Haber aumentado el salario de mis trabajadores por la elevación de la productividad, por la empresa que dirigía a niveles muy poco usuales en este país, y haber permitido con ello que muchos de mis trabajadores adquirieran su patrimonio: casas, coches, bienes... Y haber logrado que este grupo humano, la mayoría de ellos, hoy, tiempo después sean extraordinarios amigos, desde mensajeros hasta directivos...
-¿Qué representó para usted recopilar los textos del papa Juan Pablo II?
-Darle una estructura a mi pensamiento de una manera metódica en temas centrales como país, democracia, política, familia, trabajo, empresa, riqueza. Me permitió ?remata- darle un mayor orden a mi pensamiento.