SABADO Ť 13 Ť ENERO Ť 2001
TIEMPOS DE BLUES
RAUL DE LA ROSA
Primera llamada
EN EL mes de marzo de 1978 se dieron los primeros pasos para la realización del I Festival de Blues en México con el viaje que realizamos a la ciudad de Chicago para contratar a los músicos que habrían de participar en este Festival. No sabíamos lo que nos esperaba, pues esos primeros pasos habrían de convertirse en una larga y complicada caminata, el laberinto burocrático era aterrador. Lo importante ahora era ver en dónde iban a tener lugar los conciertos y darle la mayor difusión posible.
CUANDO SE vió la posibilidad de realizar algunos programas radiofónicos previos al Festival, la decisión no fué difícil, pues en esos años sólo existían dos estaciones en dónde esto fuera posible: Radio Universidad y Radio Educación, optamos por la última pues en su programación incluía los géneros musicales mas importantes del mundo y programas con una propuesta novedosa y que (sin proponérselo) crearon un estilo que la radio comercial copiaría años mas tarde, era una estación pionera por varias razones.
Segunda llamada
"AUNQUE HAN pasado los años... nunca ha pasado aquel día", como dice la canción, pues nunca imaginé lo que iba a suceder cuando me presenté ante Miguel Angel Granados Chapa entonces director de Radio Educación y Enrique Atonal, a cargo de la producción, con un proyecto más que modesto: una serie de 24 programas para ser transmitidos durante tres meses previos al Festival. No podía imaginarme que esta propues ta fuera el inicio de una serie que se mantuvo al aire durante 10 años ininterrumpidos y cerca de mil programas dedicados al blues exclusivamente, y aunque la afición era grande, la información era poca.
UNA SEMANA mas tarde se me informó que la propuesta había sido aceptada y de esta manera ingresé a la magia que es la radio. Lo primero que había que producir era la rúbrica del programa. Noches enteras escuchando disco tras disco hasta que aparece la pieza exacta: My love for you will never die, (Mi amor por ti nunca morirá) de Magic Sam, rúbrica que fue definitiva no sólo para identificar la serie sino que fue el "gancho" para que muchos radioescuchas siguieran el programa. Al cumplirse los tres meses se me propuso seguir con la serie. Mi única duda era Ƒde dónde voy a obtener tanta información?. Fue sorprendente ver como poco a poco ésta fluía, la poca que tenía era la que venía en las fundas de los discos, pero ésta era breve y muy dispersa. En las librerías encontré mi biblia: The Story of the Blues del escritor inglés Paul Oliver, y mi fonoteca iba aumentando poco a poco. Mas tarde surgieron los coleccionistas y de esto escribiré despues ya que son una memoria indispensable para la historia de la música. Nunca supuse la cantidad de información, datos, anécdotas, que cada uno de ellos posee: con sólo ver el sello discográfico sabían si la edición era pirata o no, donde se había grabado, etc. En las ocasiones que acudí al tianguis del Chopo para intercambiar discos me sorprendí con el conocimiento y la habilidad para detectar no sólo el estado del mismo, sino el valor que tenía; un día llevé un disco que me lo cambiaron por tres, hoy sigo pensando que me vieron la cara, pero así incrementé mi colección.
ƑQue leer?
THE BLUES Line (de Leadbelly a Muddy Waters) de Eric Sackheim/Schirmer Books, Macmillan Publishing, New York.
UNA COLECCION de las líricas del blues mas notables divididas por temas: mujeres, Texas, New Orleans, Delta del Mississippi, Alabama, Georgia, Chicago, los años 40 y 50. Con ilustraciones de Jonathan Shahn. Más de 200 canciones en su versión original que es el inglés.
ƑQué escuchar?
BARBARA DANE & Lightning Hopkins: Sometimes I Believe She Loves Me/ Arhoolie Records CD 451.
UNA HISTORICA sesión realizada en el año de 1964 en el club "The Cabale" en Berkeley California. En este compacto se conjuntan una de las mas afortunadas Jam Sessions con la cantante blanca Bárbara Dane y el legendario músico texano Lightning Hopkins, ambos con sus guitarras y en algunas acompañados por el piano de Ray Skjelbred, Cuando lo escucho me entra cierta nostalgia del blues que nunca volverá. 17 piezas sin desperdicio.