Viva la Frida Kahlo
Raul Diaz
Después de dos años de estarse presentando en Europa en ciudades tan importantes como París y Ginebra, y de acudir a festivales igualmente importantes, como el de Avignon, llega por unos pocos días a nuestra ciudad ¡Viva la Frida Kahlo!, obra con la que el conocido director Enrique Pineda se lanza como dramaturgo y, nada menos, que con un personaje de la talla de Frida.
EL MONOLOGO y su puesta en escena ?que actúa Guadalupe Bocanegra y dirige el propio Pineda?, viene precedidas de muy buenas críticas y viendo la obra uno puede entender el por qué. Y es que en Europa se está haciendo un teatro diferente a éste que, imagino, ha de parecerle un tanto exótico a los habitantes de esos lares, como exótico resulta aún hoy para nosotros el propio personaje que lo origina.
CON LO anterior quiero decir que ¡Viva la Frida Kahlo! no me pareció una obra excepcional ni realmente un opuesto o un "descubrimiento" en relación a las otras varias versiones que sobre la vida de Frida existen, sin embargo, no por ello es despreciable y, sin duda alguna, tiene ángulos interesantes.
COMO NO podía ser de otra manera dado que se trata de un personaje tan conocido, el autor trata de mostrar ángulos de su personalidad ya no digamos desconocidos, pero sí por lo menos menos explotados.
ASI, PINEDA deja de lado lo trágico, que es predominante en otras obras similares, y se va más al humor característico de Frida y nos ofrece una pintora más desparpajada, nada solemne y que, si inevitablemente debe en algunos momentos aludir a sus desgracias físicas, lo hace porque es imposible no hacerlo en una mujer que pasó mucha parte de su vida en salas de hospital y sobre sillas de ruedas. Sin embargo, lo hace de manera irreverente y, por ejemplo, se refiere siempre a su "pata" derecha y sin tomarse muy en serio a sí misma o considerarse un ser excepcional, "diva" o cualquiera otra cosa similar.
TIENE LA obra el mérito, pues, de la antisolemnidad. Empero, no resulta satisfactoria del todo y quizás parte de ello se deba a su duración, que pudo ser menor. Esto quiere decir que si se "peinara" un poco y se suprimieran detalles que poco o nada aportan al desarrollo de la trama o tensión dramática, se ganaría en cohesión y resultados positivos.
POR OTRA parte, el dibujo de los estados de ánimo y las diferentes circunstancias por las que Frida atraviesa están bien marcados en la literatura pero no así en el trabajo actoral, es decir, dramaturgo y director que son uno y el mismo marcaron los momentos de transición pero, aunque atendidos estos por la actriz desde el punto de vista formal, no logra convencer a cabalidad que se pasó de un estado a otro. Aún así, Guadalupe Bocanegra, en general, hace un buen papel.
ASI, UNA visión un tanto diferente de lo que fue esta mujer extraordinaria se presentará únicamente este fin de semana (si la respuesta de público es enorme tal vez decidan prolongar la temporada) bajo los auspicios de la Universidad Veracruzana, en el teatro Rafael Solana del Centro Cultural y Social Veracruzano este sábado 14 y domingo 15 a las 18:00 y 20:30 hrs.