SABADO Ť 13 Ť ENERO Ť 2001
Ť Dice que encontró figuras humanas de varias razas
Mensaje antirracista en los ojos de la Virgen Morena: estudioso peruano
AFP
Roma, 12 de enero. Los llamados "secretos" de los ojos de la Virgen de Guadalupe fueron ilustrados en Roma en el curso de una conferencia celebrada en la Universidad Pontificia Regina Apostolorum por el estudioso católico José Aste Tonsmann, quien afirma que descubrió en los mismos -mediante una serie de análisis realizados con computadora- imágenes de figuras humanas de todas las razas.
"Sí, se trata de un mensaje antirracista, en una época en que se recrudece ese fenómeno", aseguró el ingeniero peruano Tonsmann, quien desde hace 20 años investiga los ojos de la Virgen con técnicas digitales, sistema que le permitió ampliar pequeños detalles a partir del original.
Sus estudios se concentran en particular en las córneas de la imagen, la cual, según la tradición católica, quedó estampada en la tilma que el beato Juan Diego, un indígena azteca, mostró al obispo fray Juan de Zumárraga, tras contar las apariciones ocurridas del 9 al 12 de diciembre de 1531, y que fue convertida en reliquia venerada por los católicos mexicanos.
Cuatrocientos años después de que la Virgen se le apareciera, según la leyenda, a Juan Diego en el cerro del Tepeyac para pedir que se le alzara allí un templo, el ingeniero peruano, investigador del Centro de Estudios Guadalupanos, sostiene haber descubierto la presencia de 13 figuras humanas en los dos ojos de la Virgen.
"Parece una foto, una instantánea milimétrica tomada en el momento en que ocurrió el milagro", dijo. Agregó que todos los personajes descubiertos tienen referencias históricas.
"En los ojos de la Virgen aparecen blancos, indios y negros, todas las razas están en sus ojos. Por eso sostengo que se trata de un mensaje antirracista", afirmó Tonsmann, quien mostró la figura de una mujer negra, posiblemente la esclava del obispo.
Las apariciones de la Virgen, hoy adorada como patrona de México, fueron narradas en el códice Nican Mopohua, escrito originalmente en náhuatl, que cuenta que 10 años después de la conquista de Tenochtitlán, centro del imperio azteca, Juan Diego atravesaba el cerro del Tepeyac cuando se le apareció la Virgen.
Esta le pidió que visitara a las autoridades religiosas y les pidiera que construyeran un templo en el lugar. El indígena fracasó en su cometido varias ocasiones, hasta que, según la leyenda, finalmente la Virgen le entregó un ramo de rosas, que depositó en su tilma, flores que debía mostrar a la jerarquía religiosa.
Al enseñarle a fray Juan de Zumárraga su humilde tilma, apareció marcada en el lienzo la imagen de la Virgen Morena, lo que se considera un milagro.
"Las rosas no aparecen en sus ojos", señala Tonsmann, quien cree que se transformaron en las imágenes, más pequeñas, del segundo ojo, y que representan a una familia azteca compuesta por madre, padre, abuelos y tres hijos.