Ť Culminó el rodaje de la primera película del realizador
Armando Casas: contar algo más acerca de la condición humana, leitmotiv de Un mundo raro
Ť Recrea la delincuencia y la televisión para explorar
''la necesidad de ser'', sostiene
ARTURO JIMENEZ
Después del proceso de edición y de sus últimos ajustes, ha quedado listo Un mundo raro, primer largometraje del director Armando Casas que recrea los ambientes de la delincuencia y de la televisión para explorar ''la necesidad de ser" de Emilio, un secuestrador que aspira a convertirse en cómico de la pantalla chica valiéndose de la ayuda de Salvador, su víctima y conductor de El show de Tolín.
Este filme, que entre sus atractivos ofrece observar en una secuencia a Carlos Monsiváis interpretando a Carlos Monsiváis, se basa en una visión realista, irónica y con ciertas dosis de humor, ''que no de comedia". Y aunque también se buscaba un producto entretenido, la idea central fue contar ''algo más" acerca de la condición humana.
''Lo que nos interesaba era ver el lado aspiracional del individuo, independientemente de su oficio", precisa Casas. En este sentido, como temática, la cinta se acerca al cine de Fassbinder y su Sólo quiero que me quieran, agrega.
''Ahí aparece el individuo que quiere ser, que tiene la necesidad de que se sepa de él". Para muchos, comenta, aparecer en la televisión y en los medios en general significa ''no ser un ente anónimo".
Esta película de Casas es la segunda producción del Imcine y el CUEC-UNAM dentro de su Programa Operas Primas, que el año pasado dio resultados con Rito terminal, de Oscar Urrutia, nominada para 14 premios Ariel.
Crítica sin escandalizar
Concluida su película, Casas evalúa: ''La cinta fluye bien, no aburre ni cansa y la historia se cuenta, lo cual ya es ganancia".
Durante el rodaje, dice, se evitó por completo que los actores trataran de externar cualquier cosa que tuviera que ver con algo más allá del realismo y la ironía, ''mucho menos hacerse los chistosos". Además, agrega, si el antagonista es un cómico de la tv, la parte actoral de él ya es ''bastante ridícula y sobreactuada".
?¿Qué visión de la delincuencia y de la televisión ofrecerá Un mundo raro?
?Realmente funcionan como marco de los personajes, no como objetivo final. No se trata de hacer una denuncia ni apología de la televisión ni de la delincuencia. No hay un señalamiento moral al respecto ni una visión escandalosa, pero sí una visión crítica. La visión es más del individuo.
Casas recuerda que la cinta parte de un hecho real: un asalto en taxi al coguionista, Rafael Tonatiuh. ''Como él trabajaba de guionista en Televisa, los ladrones vieron su credencial y le preguntaron por su trabajo. Ese lado humano era de nuestro interés".
Sin embargo, acerca de la tv, adelanta: ''Como se ve la televisión en la cinta, creo que no le hará ninguna gracia a quienes trabajan en ella, o a las televisoras".
Un Monsiváis rulfiano
Acerca de la participación de Monsiváis, dice que éste es un invitado al programa cómico El show de Tolín, que conduce Salvador. ''Lo entrevistan, pero los entrevistadores no saben muy bien quién es él.
''El patiño le dice: 'Maestro Monsiváis, es un honor tenerlo aquí, a mí me gustó mucho su novela El llano en llamas, me parece que se podría hacer una gran telenovela con ella'. Y Monsiváis le sigue la corriente. Eso sucede en la realidad, es un choque de dos mundos."
Superado ya el momento de quienes quisieron ver en Un mundo raro semejanzas con el caso de Paco Stanley, Casas comenta sobre la paradoja de que mientras en la película un asaltante aspira a convertirse en cómico de la tv, en la realidad parece haber estrellas del espectáculo relacionadas con la delincuencia: ''Así siempre ha sido y siempre los habrá. El problema es que son modelos a seguir para muchos".
?¿Es la televisión un universo por explorar cinematográficamente?
?Sí, y eso es muy interesante. En el cine mexicano se ha visto poco la televisión, y cuando han aparecido pequeños fragmentos en algunas películas, creo que no presentan cómo funciona.
Desde que Un mundo raro era un proyecto hubo propuestas de Argos, Videocine y Altavista para ser productores, pero ''desgraciadamente" las políticas de Imcine y la UNAM no lo permitieron. Ya concluida, aún se ignora qué empresa la distribuirá.
''Esta cinta es cine que hace la Universidad, con todas sus ventajas: de alternativa, de experimentación, de espacio plural, de absoluta libertad para trabajar."
En el filme, que se exhibirá en marzo durante la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara, actúan Hugo Arana, Emilio Guerrero, Ana Serradilla, Jorge Sepúlveda y otros. La fotografía es de Alejandro Cantú y la edición de Luis Manuel Rodríguez, quien editó Rito terminal y por ello fue nominado para un Ariel.