Ť Aspiran a gubernaturas con el respaldo del Kremlin
Fin a cacicazgos en Rusia, tarea de los hombres de Putin
Ť Candidatos "independientes", aplastados por el
Estado
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 11 de enero. No son miembros de un mismo partido y cada uno dice tener su propio programa, desde la perspectiva de su trayectoria civil o militar, pero se disponen a cumplir la misión de acabar con los cacicazgos regionales.
Los hombres de Putin, como se conoce aquí a los candidatos a gobernador seleccionados por el presidente de Rusia para la delicada tarea, recibieron todo el apoyo en términos de financiamiento y presión a los rivales, muchos de los cuales no tuvieron más remedio que abandonar la contienda.
Hasta ahora, en las elecciones para gobernador celebradas en los últimos dos meses en 30 de los 89 entes de la Federación Rusa, en la mayoría de los casos se impuso sin dificultad el candidato respaldado por el Kremlin y, en otros, sobrevivieron políticamente sólo los caciques que aceptaron las nuevas reglas del juego.
Quienes no quisieron plegarse a la voluntad de Moscú y osaron enfrentarse al candidato oficial, como el presidente de la república autónoma de Mari-El, Mijail Kislitsin, que encabezaba las encuestas de intención del voto, terminaron aplastados por la maquinaria del Estado y el abundante dinero de los empresarios afines al Kremlin.
La renovación de la élite regional es una tendencia positiva, a menos que la ostensible inexperiencia política de los nuevos gobernadores, muchos de ellos generales del ejército y de los servicios secretos, obedezca al único propósito de crear un sistema de subordinación total al presidente del país.
Tarde o temprano, por las dimensiones y características de una Rusia que no es ya la Unión Soviética, haría crisis un modelo tan centralizado de poder, inoperante sin la nomenklatura partidista y el aparato represivo de otras épocas.
También salta a la vista que el cambio de dirigentes en algunos lugares, como en la región siberiana de Chukotka, muy rica en petróleo y yacimientos de diamantes, sirve para pagar favores o subrayar las preferencias presidenciales entre los llamados oligarcas, los hombres de negocios más importantes del país.
Al menos, no cuadra con el predominante perfil de militar apolítico el nuevo gobernador de los chukchas, los esquimales rusos, el magnate petrolero Roman Abramovich, miembro prominente del entorno de Boris Yeltsin y ahora de Putin, quien se dice no reparó en gastar más de 30 millones de dólares para obtener 91 por ciento de los votos sin contrincante en las urnas, al retirarse oportunamente los otros aspirantes.
Mientras son perseguidos dos de sus antiguos compañeros de corte ?Vladimir Gusinski y Boris Berezovsky, ambos con intereses en medios de comunicación?, Abramovich sigue consolidando su poder económico a la sombra del poder político.
En esta primera fase de elecciones regionales, llama la atención el fin del fenómeno social del llamado cinturón rojo. Algunas regiones de la parte central de Rusia, a pesar de la desintegración de la Unión Soviética, siempre habían tenido gobernadores de filiación comunista, que nunca aplicaron las reformas liberales de Yeltsin y hasta establecían precios subsidiados al pan y la leche.
Gracias a ello, durante años y en cualquier tipo de elección, la votación era invariablemente favorable a los candidatos del partido comunista, lo que dio origen al nombre de cinturón rojo.
Ahora, los gobernadores comunistas más famosos, Iván Shabanov, de Voronezh, y Yuri Goriachev, de Ulianovsk, la tierra de Lenin, fueron derrotados por dos generales, apoyados abiertamente por el Kremlin.
El general de los servicios secretos Vladimir Kulakov fue elegido gobernador de Voronezh y el general del ejército Vladimir Shamanov, que adquirió fama de duro en la guerra de Chechenia, ganó las elecciones en Ulianovsk.
Es prematuro sacar conclusiones definitivas. Apenas se ha renovado el liderazgo de una tercera parte de las repúblicas y regiones de Rusia, pero la tendencia ya está marcada y es de suponer que se mantendrá en los comicios que se llevarán a cabo en 2001.