VIERNES Ť 12 Ť ENERO Ť 2001

Ť Ofrece la policía colombiana 50 mil dólares por informes sobre los autores

Condena el presidente Pastrana el atentado en Medellín; provocó tres muertos y 52 heridos

Ť Temen autoridades que la ciudad esté en peligro de perder la sede de la Copa América
 

REUTERS, DPA, AFP Y AP

Medellin, 11 de enero. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, condenó hoy el atentado dinamitero ocurrido la víspera en Medellín con saldo de tres muertos y 52 heridos, y aseguró que "no vamos a dejar que le vuelvan a hacer daño a nuestro país, cuando estamos ya saliendo de las crisis que habíamos atravesado".

Subrayó que era increíble pensar lo que viene sucediendo en Medellín, la segunda ciudad en importancia del país y capital del conflictivo departamento de Antioquia.

Según la policía, una carga de dinamita de unos 50 kilos, colocada al parecer en un vehículo estacionado en un sector exclusivo comercial medillense de El Poblado, estalló aproximadamente a las 19:40 horas del pa-sado miércoles y ocasionó la muerte a tres personas y heridas a otras 52, muchas de ellas de gravedad.

La policía ofreció una recompensa de 50 mil dólares a quien proporcione informes sobre los agresores, cuya acción en el estacionamiento subterráneo del centro comercial El Tesoro provocó además daños a una veintena de locales comerciales y la destrucción de unos 260 automóviles por unos 900 mil dólares en total.

El presidente Pastrana recorrió esta mañana la zona del atentado junto con el ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, el jefe de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, el jefe policial, general Luis COLOMBIA_BOMB_NT0 Ernesto Gilibert, y las autoridades locales.

El mandatario conservador dijo que las autoridades tenían "indicios" de los autores del atentado, pero se abstuvo de adelantar hipótesis, y en el marco de un consejo ex-traordinario en Medellín ordenó a los organismos de seguridad que esclarezcan los móviles y la autoría del atentado.

El bombazo, de enormes dimensiones, causó alarma porque Medellín padeció en-tre 1988 y 1993 una oleada de terrorismo dinamitero perpetrado sobre todo por órdenes del entonces temido jefe del cártel co-cainero de la ciudad, Pablo Escobar Ga-viria, muerto por la policía en diciembre de 1993 durante una redada.

La inquietud surge además porque se te-me que este tipo de acciones dañe la imagen de Medellín, ciudad recientemente elegida como una de las tres sedes de la Copa América de futbol, y Pastrana había presentado el torneo como "la copa de la paz" ante el optimismo de las autoridades del futbol regional y mundial.

En Antioquia operan tanto los paramilitares de extrema derecha como las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional, y el atentado ocurrió en momentos en que el proceso de paz atraviesa por una grave crisis.

Uno de los tropiezos más fuertes fue el asesinato, en diciembre pasado, del comisionado para la paz de la Cámara de Diputados, el liberal Diego Turbay Cote, su ma-dre y otras cinco personas.

No obstante, el gubernamental comisionado para la paz, Camilo Gómez, viajó hoy a la zona de distensión para tratar el tema del canje de prisioneros.

Las FARC, que congelaron las pláticas de paz al acusar al gobierno de no combatir con decisión el paramilitarismo, han anunciado que podrían liberar hasta 150 de los 450 policías y soldados en su poder como un gesto pacificador.

El atentado de Medellín ocurrió poco después de que el gobierno colombiano había anunciado la adopción de medidas para combatir a los paramilitares con la conformación de un comando especial con efectivos del ejército, la policía y miembros de inteligencia, especialmente para hacer frente a la ola de violencia que en los últimos días ha azotado el puerto petrolero de Ba-rrancabermeja y cuyo saldo es de 27 asesinatos en lo que va de enero.