Ť El país resisitirá la volatilidad, anticipa
Prevé Ortiz un panorama complicado, pero no desastroso para 2001
ANTONIO CASTELLANOS
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, afirmó ayer que el panorama económico para el presente año se ve complicado, pero no desastroso. El país, subrayó, resistirá la volatilidad que se enfrentará en los próximos meses y admitió que la inflación se mantiene en niveles elevados. Es la más alta de los países de América Latina. Por ello, la política monetaria mantendrá su sesgo restrictivo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Héctor Rangel Domene, afirmó que 2001 será un año muy difícil con alta volatilidad en el primer semestre y previó que las metas macroeconómicas tendrán que ser revisadas a la baja. El crecimiento económico podría ser de 4 por ciento o menos y la inflación será superior a 6.5 por ciento.
Al respecto Mauro Leos, vicepresidente de Moody's y Jonathan Heath, manifestaron que los problemas serán más difíciles por la desaceleración en Europa, Estados Unidos y la baja en el precio del petróleo. Coincidieron en que las metas de inflación no serán las que considera el gobierno ni tampoco las de crecimiento económico.
Sin embargo, el gobernador del banco central, subrayó que se mantienen las metas de 6.5 por ciento para diciembre de este año; 4.5, para 2002 y 3 por ciento para 2003, para converger con los indicadores de Estados Unidos y Canadá, aunque mostró su preocupación por el dinamismo de la demanda agregada, a la que no responde la oferta.
Los cuatro participaron en el seminario Perspectivas Económicas para 2001, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en el que Ortiz planteó que las fortalezas de la economía nacional para enfrentar un entorno volátil son: tipo de cambio flexible, sistema financiero sólido, finanzas públicas ordenadas, elevadas reservas internacionales, ausencia de vencimientos importantes de deuda externa y cuenta corriente financiada por flujos de largo plazo.
Una de las preocupaciones actuales la representa la volatilidad en el precio internacional del petróleo que se encuentra ahora en 16.45 dólares por barril, por debajo de la estimación promedio para este año de 18 dólares por barril establecido en los Criterios Generales de Política Económica.
Se requiere, agregó, de una política fiscal sostenible y coordinada con el banco central, como condición necesaria para reducir la tasa de inflación de manera sostenible. Por ello, dijo, es importante concretar una reforma fiscal que permita mantener la solvencia gubernamental, reducir la vulnerabilidad de las cuentas públicas ante fluctuaciones en los precios del petróleo y aumentar el gasto social.
Ortiz sostuvo que la estabilidad de precios es necesaria para lograr el crecimiento económico, la recuperación de los salarios reales, una mejora en la distribución del ingreso y el desarrollo de los mercados financieros.
Hizo ver que para reducir la inflación, es necesario mantener una política monetaria con sesgo restrictivo, ajustar los precios administrados por el sector público con base en los objetivos de inflación de 6.5 por ciento, incrementar los salarios de manera congruente con las ganancias sostenibles en productividad y con el objeto de inflación.