VIERNES Ť 12 Ť ENERO Ť 2001

DINERO

Enrique Galvan Ochoa

Ť La tremenda corte

Ť Verificentros rebeldes

Ť Impuesto a las promesas

EN LAS próximas semanas, el Poder Judicial tendrá la oportunidad de mostrar con hechos si ha cambiado como los otros dos -el Ejecutivo y el Legislativo-, o sigue siendo un poder sometido. Deberá resolver sobre materias muy delicadas; la lista es larga y abarca litigios de lo más diverso. Por ejemplo: 1) Los verificentros se irán al amparo contra el gobierno del DF porque desde diciembre no admite que automóviles con placas de aquí hagan su examen en Edomex; 2) López Obrador quiere ser liberado por la Corte de la multimillonaria deuda que fue contratada en tiempos en que la capital fue un departamento del gobierno federal; y 3) El PRD pugnará por que se anule la designación del priísta y madracista Enrique Priego como gobernador interino de Tabasco porque se le otorgó el cargo cuando fungía como diputado federal, sin haber pedido licencia, lo cual es una ilegalidad. El magistrado Góngora y sus colegas tendrán, pues, una oportunidad de mostrar que el Poder Judicial es, finalmente, independiente.

Cuentas de colores


A LO largo del año pasado subieron los precios de todo. Cada primer día de mes aumentaron la gasolina y el diesel, la luz y el gas. Son productos manejados por el gobierno y éste repercutió sus propios aumentos en los servicios que ofrece al público. Como resultado, las autopistas mexicanas se encuentran entre las más caras del mundo. Sin embargo, según el Banco de México la inflación fue abatida. La Constitución le confiere la responsabilidad de mantener los precios bajos y, al menos estadísticamente, lo consiguió. Logró el portento de reducir la inflación a un escaso 9 por ciento, es decir, a un solo dígito, después de que en el primer año de gobierno del doctor Zedillo llegó a pasar el 50 por ciento. El problema es que las cuentas del banco central y el presupuesto de las amas de casa no coinciden. Díganle a una señora que la inflación bajó a la hora que tiene que pagar un cilindro de gas y verán lo que les dice.

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HE NOTADO la desesperación que el gobierno federal tiene para recaudar fondos vía impuestos. Le escribo a fin de sugerirle la creación de uno que prodía ser de gran utilidad: impuesto a las promesas de campaña no cumplidas y además olvidadas (yo sé de alguien que tendría que solicitar una partida especial para poder pagar).

Eduardo Madrid

Carmona/[email protected]

Veracruz, Ver.

R: Ese alguien a quien -me imagino- se está usted refiriendo ya metió reversa. Dijo que no lo confundan con los Reyes Magos.

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