viernes Ť 12 Ť enero Ť 2001

Luis Javier Garrido

La interview

Las entrevistas del presidente Vicente Fox a los medios han ido mermando con rapidez en unos cuantos días su capital político, pero ninguna ha resultado tan desastrosa para él como la que diera a Ciro Gómez Leyva y a Denise Maerker de Canal 40 (5 de enero), pues en ella evidenció una falta absoluta de respeto a los pueblos indígenas y a las instituciones nacionales que abren nuevas interrogantes sobre el futuro de México.

1. Los problemas del país no pueden enfrentarse violentando la ley, y eso es precisamente lo que el gobierno foxista ha ignorado durante sus primeras semanas en las que ha mostrado un desdén hacia la legalidad existente en términos muy similares a los de los últimos gobernantes priístas: torciendo el marco legal para encubrir a sus predecesores, hacer pagar los ilícitos del Fobaproa a todos los mexicanos o resolver los primeros conflictos políticos que se le presentan. El desmantelamiento del régimen priísta no puede hacerse con recursos ilegales, como se pretendió hacer en el caso del conflicto político-electoral de Tabasco, agravado primero por una decisión política del Trife, que sin sustento jurídico anuló las elecciones actuando como un tribunal de consigna, y que ahora se busca "resolver" al acordarse en Bucareli, en turbia negociación con los dirigentes de los partidos, modificar la Constitución y las leyes tabasqueñas a espaldas de la ciudadanía (11 de enero).

2. ƑQué cambio puede verse en México cuando las concertaciones al estilo salinista continúan normando la vida pública, las instituciones del Estado se siguen utilizando al margen de la ley para servir a intereses personales o cuando se busca enfrentar la situación existente en Chiapas reformulando sólo algunos aspectos de la estrategia zedillista?

3. ƑQué diferencia hay entre la visión que tiene Fox del Ejército y la que tuvieron sus predecesores priístas? Las fuerzas armadas mexicanas deben estar agraviadas, pero no porque se les retire de donde nunca debieron estar, sino porque por el contrario se les ha estado usando para suplir la ineptitud de los últimos gobiernos en abierta transgresión a su papel constitucional. Las afirmaciones hechas por Fox al Canal 40, señalando que va "a retener" a parte de los efectivos militares en la entidad, para que realicen tareas policiacas o de promoción social, hacen ver que tiene una enorme ignorancia en materia constitucional o que con mala fe pretende seguir utilizando al ejército como los presidentes priístas: para suplir su propia ineficiencia.

4. La impaciencia de Fox por terminar con el levantamiento armado zapatista, parece haberle hecho perder la dimensión de las cosas, ya que ahora pretende que todo se termine como si nada hubiese pasado y a cambio de nada. Aparenta no darse cuenta de que las señales que le demandaron los zapatistas (retiro de tropas, libertad de detenidos, cumplimiento de los primeros acuerdos), y que a regañadientes dice aceptar, no conducen a resolver los problemas de fondo que llevaron a los pueblos indios a levantarse en armas, sino tan sólo a remover algunos de los obstáculos para la paz generados ulteriormente por los gobiernos de Carlos Salinas y de Ernesto Zedillo: desde la militarización del estado y el encarcelamiento de campesinos inocentes hasta la falta de respeto a los derechos individuales y colectivos de las comunidades.

5. ƑPodrán entender quienes gobiernan que la democracia supone también respetar los derechos individuales y sociales de los pueblos indios?

6. Fox incurre en una confusión cuando dice, a manera de autopropaganda, que él encabeza "un gobierno democrático". El suyo no es un gobierno democrático: fue electo en un proceso que tuvo menos vicios que los anteriores, pero desde un principio empezó a actuar como un gobierno autoritario que busca imponerse sin consenso, como está aconteciendo en Chiapas, donde hasta ahora ha ignorado el sentir de los pueblos indígenas, lo que lo hace parecerse tanto a Salinas y a Zedillo. Cuando declara a la prensa que ya está echando a andar una serie de maquiladoras o sus programas de microcrédito, resulta claro que no entiende que las comunidades se levantaron en armas para defender su derecho a decidir su forma de vida.

7. El sistema autoritario se está reciclando, salvo excepciones del priísmo al foxismo, y esto resulta evidente en la prensa escrita y audiovisual. Las últimas apariciones de Fox en la televisión hacen patente que los medios de comunicación social siguen cumpliendo el mismo papel como aparatos del régimen y que los periodistas continúan actuando ante el Presidente de la República con el mismo espíritu cortesano que en los años del priísmo, sirviendo no a los ciudadanos al cuestionar las políticas oficiales, sino actuando como simples comparsas del poder.

8. El gobierno foxista da la impresión de buscar con urgencia el sometimiento de las comunidades indígenas de Chiapas no sólo porque en lo económico las riquezas de la entidad constituyen un rico botín para los intereses trasnacionales, que requieren tener vía libre para su explotación, sino porque lo necesita en lo político a fin de poder confirmar al exterior y al interior del país, en un año que se presenta como desastroso para la economía, la imagen de que ya todo cambió, y de que México es el paraíso para las inversiones, y lo más significativo es que en esta lógica las comunidades indígenas no parecen contar.

9. El monólogo oficial se hace cada vez más intenso, y por ello hoy más que nunca es necesario para los mexicanos poder escuchar a quienes desde hace siete años se levantaron en armas para luchar por sus derechos, que son los de todos. No extraña por ello que los sectores más intransigentes del nuevo gobierno vean con tanta preocupación el viaje de la delegación del EZLN, que llegará el 6 de marzo al Distrito Federal tras recorrer diez entidades, pues esta visita histórica abre la posibilidad de que la voz de los indígenas alcance una resonancia inimaginada.

10. La voz de los pueblos indios es, a pesar de que la nueva clase gobernante no pueda entenderlo, la que mejor expresa los desafíos del siglo xxi.