JUEVES Ť 11 Ť ENERO Ť 2001
Ť El monto corresponde al pago de 400 mil multas por automovilistas
Indaga la PGJDF fraude por 226.9 millones de pesos a la Tesorería
Ť Empleados habrían realizado los cobros con papelería oficial, pero no ingresaron recursos
Ť Las averiguaciones previas están radicadas en la Fiscalía de Abatimiento de Rezago
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
La misma situación de muchos de los fraudes en el pago de tenencia, predial y agua que investiga la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, y que fueron depositados por los contribuyentes en las oficinas recaudadoras, en donde fueron desviados, ocurre con las más de 400 mil multas que por un monto de 226 millones 92 mil pesos detectó la Tesorería de la ciudad en los dos últimos años.
Aun cuando la denuncia supone el uso de formatos falsos --el denominado F-16--, de las investigaciones que ha realizado hasta el momento la dependencia se desprende que en muchos casos no se trata en realidad de documentos apócrifos, sino que el conductor acudió a pagar la sanción y aun cuando la forma fue sellada en la caja registradora, el dinero no fue ingresado.
Se trata de varias averiguaciones previas acumuladas que presentó la Administración Tributaria por medio de la Procuraduría Fiscal, que van de noviembre de 1998 a noviembre del año 2000 y se encuentran radicadas en la Fiscalía de Abatimiento de Rezago que dirige Fernando Castro Hernández.
El monto total del fraude correspondiente al pago de multas es superior al doble del dinero que logró recuperar la dependencia en todo el año anterior --100 millones 284 mil 250 pesos-- de contribuciones diversas que fueron desviadas de la Tesorería.
Coyotes de por medio, para evitar las largas filas
De hecho, la procuraduría capitalina ha llamado a declarar a más mil 500 personas propietarias de vehículos infraccionados y son muy pocas las que admitieron haber realizado el pago mediante un coyote, aunque aseguraron haberlo hecho de buena fe para evitar las largas filas en las oficinas recaudadoras.
La mayoría dijo que pagó personalmente la multa y exhibió la forma correspondiente del pago con el sello o impresión de la caja. Sin embargo, no aparecen registrados en la Tesorería, por lo que para las autoridades los documentos son apócrifos y los propietarios de los vehículos siguen siendo deudores de la dependencia hasta en tanto se logre determinar al verdadero responsable del desvío.
Funcionarios de la fiscalía advirtieron que los trabajadores de las oficinas recaudadoras de la ciudad serán llamados a declarar, pero ante la falta de elementos que permitan identificar a los cajeros que realizaron los cobros, de acuerdo con la fecha y hora en que se realizó el pago y según lo declarado por los conductores que en algunos casos han aportado retratos hablados, difícilmente se podrá avanzar en la investigación.
En muchos casos se ha buscado a los propietarios de los vehículos infraccionados, pero resulta que, por ejemplo, la multa se pagó en 1998 y el dueño vendió el automotor en 1995, lo que ha complicado aún más avanzar en la indagación de los casos.
Cada día comparecen ante los agentes del Ministerio Público de la fiscalía un promedio de 10 personas relacionadas con estos desvíos, pero la situación es la misma: pagaron. Sin embargo, fue en la Tesorería en donde aseguran se cometió el acto ilícito.
Conductores, víctimas de la corrupción en la dependencia
Las denuncias que presentó la Tesorería son contra quien resulte responsable, lo que en principio ha evitado tener que citar a los conductores como probables responsables, cuando en realidad ellos, al pagar sus multas, fueron víctimas de la corrupción en la Administración Tributaria.
Funcionarios de la fiscalía advirtieron sin embargo que en los casos en los que los conductores realizaron el pago por medio de un coyote, pudieran ser responsables de algún hecho ilícito. Aunque hasta el momento las personas que procedieron de esta manera han asegurado que entregaron el pago íntegro al seudogestor, y un pago adicional por su servicio. Se conoce de casos en los que multas que ascendían hasta 800 pesos, se pagó mucho menos de la mitad del monto de la sanción.
El monto del fraude, advirtieron, pudiera ser mayor, puesto que las personas que pagaron sus multas, pero cuyos pagos no aparecen registrados, para evitarse problemas pagan otra vez la sanción.