MIERCOLES Ť 10 Ť ENERO Ť 2001

Ť Territorios del sueño, exposición del pintor en Mexicanos Galería de Arte

Barrios explora sincretismo entre niñez y magia aborigen


ANGEL VARGAS

La magia y el mundo ritual de los indígenas mexicanos son inherentes a la existencia de Jorge Barrios, quien retoma elementos y situaciones de ambos aspectos para desplegar su universo pictórico, como puede apreciarse en la exposición Territorios del sueño, que presenta en la ciudad de México.

Nacido hace 39 años en Tlaxiaco, Oaxaca, para el artista plástico resulta de suma naturalidad el manejo de tal temática, pues creció en un ámbito donde ''las brujas, los naguales y los hechizos están muy distantes de ser charlatanería" y, por ende, cualquier circunstancia, por común que parezca, adquiere rasgos extraordinarios.

Ejemplo de ello es lo que cuenta Barrios a su amigo Fernando Gálvez de Aguinaga en el catálogo de la citada muestra:

''La casa de mi madre era humilde, tanto, que el techo de madera estaba lleno de orificios que en épocas de lluvia eran goteras, pero que en las tardes soleadas convertían la penumbra del cuarto en un territorio hechizado, que se veía penetrado por franjas de luz. En aquellas zonas de resolana mi imaginación encontraba un territorio mágico, habitado por seres que se desdoblaban desde aquellas columnas de luminosidad".

Desde pequeño, el pintor y diseñador -egresado de La Esmeralda y la Universidad Autónoma Metropolitana- tuvo oportunidad de adentrarse en el proceso creativo, aunque más por cuestiones de sobrevivencia que artísticas: hijo de una familia dedicada a la panadería, en época de muertos le correspondía decorar los panes mortuorios con azúcares multicolores.

Releer a Antonin Artaud

Recuerda nostálgico cuán importante fue el contacto con la masa en esos primeros   SUENIO años de vida para aprender a deleitarse con el manejo de texturas y colores, y comprender el placer de expresarse mediante las manos.

Barrios asume su pintura como el sincretismo entre su infancia y el universo místico y mágico indígena en el que se desarrolló. También están presentes la naturaleza, sobre todo a manera de árboles, y elementos poéticos y oníricos, detalla.

Si bien acepta influencia de la llamada escuela oaxaqueña, en especial de Rufino Tamayo, Rodolfo Nieto y Francisco Toledo, expresa su desacuerdo en que, al igual que a otros jóvenes artistas coterráneos, se le estigmatiza con un estilo, y apunta que ''no necesariamente por ser nativo de un lugar se tiene una capacidad innata".

Con 15 años de experiencia formal y seis exposiciones, el pintor explica que Territorios del sueño -se exhibe en Mexicanos Galería de Arte (Dinamarca 44-A, colonia Juárez)- es la interpretación pictórica de lo que Antonin Artaud describe en Viaje al país de los tarahumaras.

''Al releer el libro me impactó cómo el autor se enfrentó con ese mundo mágico indígena. Traté de ubicar, sobre todo, el aspecto de los danzantes rituales, los cuales a través de la fatiga logran estados de percepción diferente", indica.

Las 14 piezas de la muestra, a decir de Barrios, procuran expresar el misterio ritual y primitivo de un estado de consciencia distinto.