Ť Continúan los enfrentamientos en Cisjordania; mueren tres palestinos
Los acuerdos de Oslo, "ya no existen", dice Ariel Sharon, aspirante a primer ministro israelí
Ť Pesimismo en ambas partes sobre un posible arreglo antes
de que Clinton deje el poder
AFP, DPA Y AP
Jerusalen, 9 de enero. El candidato de la derecha israelí a primer ministro, Ariel Sharon, afirmó hoy que los acuerdos de paz con los palestinos firmados en Oslo en 1993 "ya no existen" debido a la violencia que comenzó en septiembre pasado, y que este lunes dejó tres palestinos muertos en enfrentamientos con soldados israelíes en vísperas de la llegada del enviado estadunidense, Dennis Ross.
Tanto palestinos como israelíes manifestaron su pesimismo ante la posibilidad de que las reuniones que tendrá Ross con el primer ministro israelí, Ehud Barak, y el presidente palestino, Yasser Arafat, logren un acuerdo de paz antes de que el mandatario, Bill Clinton, deje el poder el próximo día 20.
En una entrevista que publicará la revista judía ortodoxa Kfar Habad, Sharon recordó que la base de los acuerdos de Oslo era que "todos los litigios tenían que ser solucionados en la mesa de las negociaciones y no violentamente. A partir del momento en que hay violencia, esto significa claramente que los acuerdos de Oslo no existen".
En lo que forma parte de sus proyectos de paz en caso de que gane las elecciones de febrero próximo, el derechista adelantó que no se desmantelará ningún asentamiento judío en la franja de Gaza y Cisjordania, ni habrá una repliegue militar israelí de territorio cisjordano.
Sharon precisó que las "concesiones dolorosas" que está dispuesto a hacer es "no reconquistar Nablus y Jericó".
La visita que efectuó Sharon el pasado 28 de septiembre a la Plaza de las Mezquitas fue el detonante de la nueva Intifada palestina, que hasta el momento ha dejado un saldo de 375 muertos, la mayoría palestinos, y trabó nuevamente el proceso de paz.
En las últimas semanas Estados Unidos reforzó su mediación en las negociaciones entre palestinos e israelíes con el fin de alcanzar un acuerdo de paz antes de que Clinton finalice su mandato. El presidente presentó un plan que dejaría a los palestinos con el control de la zona alta de la Explanada de las Mezquitas, y la soberanía de 95 por ciento de Cisjordania y 100 por ciento de la franja de Gaza, pero la Autoridad Nacional Palestina debe renunciar al retorno de 3.7 millones de refugiados.
La secretaria de Estado Estadunidense, Madeleine Albright, afirmó que el gobierno saliente "ha hecho todo lo posible" para que haya paz en Medio Oriente y Washington se siente "frustrado" al no lograrlo.
En tanto, Ross aplazó un día su viaje a la región debido a problemas de agenda, informaron fuentes oficiales. Se prevé que el enviado estadunidense proponga la firma de un borrador de una declaración para que las partes asuman el compromiso de alcanzar un acuerdo de paz duradero, y que sería leída por Clinton antes de dejar el poder y que sirva de punto de partida a posteriores negociaciones de paz.
Después de una reunión con su gabinete de paz, Barak dijo que Estados Unidos mantiene el contacto con ambas partes para "restablecer las negociaciones y la cooperación", y adelantó que Ross intentará llegar a un acuerdo para una "declaración presidencial".
El canciller israelí, Shlomo Ben Ami, afirmó que Israel podría contentarse con una "declaración fundamental sobre los principios base de todo acuerdo futuro" y señaló que sólo un convenio político puede poner fin a la violencia, pero el negociador palestino Yasser Abed Rabbo advirtió que no aceptarán nada que no sea un acuerdo de paz.
Dos palestinos murieron hoy en Cisjordania, en enfrentamientos con soldados israelíes, y otro palestino de 70 años murió a consecuencia de las heridas que recibió mientras trabajaba en su granja. Hamas, a su vez, reivindicó el atentado suicida ocurrido el pasado 1o. de enero, con saldo de 19 heridos, mientras una encuesta reveló que 66 por ciento de los palestinos están a favor de los atentados suicidas antisraelíes.
Además, soldados israelíes dispararon contra el vehículo en el que viajaba el obispo de Nazaret, Bulos Marcuzzo, con destino a la localidad de Zababdé. El obispo acudió entonces a un campamento militar cercado donde un oficial lo acompañó hasta el lugar donde le habían cerrado el paso. Sin embargo, cuando viajaba de regreso a Nazaret, los mismos soldados le impidieron el paso y tuvo que tomar caminos vecinales.