Ť El Congreso ratifica a George Bush como presidente electo
Ť Legisladores negros protestan la decisión; Gore la rechaza
Washington, 6 de enero. El vicepresidente Al Gore denegó este sábado las ob-jeciones formales de una docena de legisladores negros y, en su calidad de presidente del Congreso, ratificó la elección de George W. Bush como presidente electo de Estados Unidos, después de una de las elecciones más controvertidas y apretadas en la historia del país.
"Que Dios bendiga al nuevo presidente y al nuevo vicepresidente y que Dios bendiga a Estados Unidos de América", declaró Gore esta tarde al cerrar la sesión conjunta del Congreso estadunidense en la ceremonia en que se acepta oficialmente los resultados estatales del Colegio Electoral, instancia que elige al presidente en este país.
Como vicepresidente, Gore funge como presidente del Senado hasta el fin de esta presidencia, el 20 de enero y, por lo tanto tuvo que presentarse como el oficial encargado de esta sesión conjunta de la Cámara y el Senado que se celebra acorde a la Constitución el 6 de enero después de una elección general y donde se confirman oficial y finalmente los resultados del proceso electoral y su legitimidad.
Las elecciones del pasado 7 de noviembre seleccionaron miembros de las delegaciones de cada estado ante el Colegio Electoral, las cuales se reunieron en cada capital estatal para emitir su voto a favor del candidato presidencial que ganó el voto popular en ese estado. Los votos electorales ratificados hoy por el Congreso fueron 271 para el republicano Bush y 266 para el demócrata Gore (se requieren 270 para ga-nar la presidencia). Pero cuando los votos de los 25 miembros de la delegación de Florida fueron anunciados hoy, varios miembros del caucus negro del Congreso declararon su objeción.
"Señor presidente (del Senado), yo tengo que objetar", declaró el diputado negro Alcee Hastings, de Florida, al darse lectura sobre los sufragios del Colegio Electoral. "Tengo que objetar por las pruebas abrumadoras de mala conducta".
Sentado en el podio dentro de la enorme cámara congresional, Gore interrumpió a Hastings para preguntarle si había obtenido las firmas en apoyo de su objeción de por lo menos un legislador de la Cámara y otro del Senado, como establece la ley. Cuando Hastings indicó que no contaba con el apoyo de ningún senador, su objeción fue denegada como fuera de orden.
Casi inmediatamente después, otro integrante del caucus negro se puso de pie para declarar su objeción a la aceptación del voto: "Señor vicepresidente, hubo violaciones graves del acta de derechos al voto en Florida", declaró la diputada Maxine Waters, de California. Momentos después, Sheila Jackson Lee, de Texas, declaró ante Gore que "la Suprema Corte y no el pueblo de Estados Unidos decidió esta elección".
Gore, quien como candidato presidencial fue el que cuestionó la elección de Florida durante un mes después del día electoral, dijo hoy que estaba obligado bajo la Constitución a declarar fuera de orden estas ob-jeciones a menos de que gozaran del apoyo de por lo menos un miembro del Senado.
Sin embargo, ni uno solo de los cien se-nadores se atrevió hoy a firmar una de estas objeciones. En un momento, durante la sesión, el diputado Jesse Jackson Junior, de Chicago, preguntó "¿Es posible que ni un senador demócrata firmara una de estas ob-jeciones?" Pero ninguno de los senadores presentes aceptó el reto.
Después de las protestas de los 12 miembros del caucus negro más otros dos legisladores, continuó el conteo de los votos del Colegio Electoral. Pero unos minutos más tarde los miembros del caucus negro abandonaron la sala en protesta.
"Lo que intentamos lograr es asegurar que la historia escriba que no mantuvimos el silencio", comentó a la prensa el legislador Hastings. "Siento que en Florida hubo una desilusión y frustración sustancial y que existe ira entre el electorado".
Al denegar las protestas de sus propios partidarios, Gore ofreció una sonrisa en va-rias ocasiones cuando formalmente declaraba que "el presidente (del Senado) agradece al caballero", antes de anunciar que estaba fuera de orden.
Hablando con reporteros en su rancho en Texas, el presidente electo Bush, según in-formó Reuters, declaró que "es un honor... me parece que debe ir a escribir mi discurso de inauguración". Agregó que "quiero ser presidente de todos (los estadunidenses), sin importar si me apoyaron o no".
Esta sesión legislativa marca el fin del proceso legal y político en donde todavía se podría cuestionar o impugnar esta elección, pero la legitimidad de ésta aún estará en duda durante los próximos meses.
Mientras tanto, hoy el periódico Miami Herald reportó las conclusiones de una nueva investigación que sugiere que, en base a las boletas actualmente emitidas, Gore ganó la elección en Florida.