DOMINGO Ť 7 Ť ENERO Ť 2001

Ť Su doctrina se basa en la seguridad interna, no en la intervención: especialista

Rezago de 50 años en las fuerzas armadas del país
 

JOSE GALAN

No sólo las fuerzas armadas mexicanas tienen un rezago tecnológico de 50 años respecto de otros ejércitos del mundo, sino que su doctrina se basa en la seguridad interna y no en la ideología de la intervención. Por ello, debe replantearse la idea de que participen en fuerzas de paz o en operaciones conjuntas en el extranjero, afirmó Guillermo Garduño Valero, especialista sobre seguridad nacional y fuerzas armadas de la UAM-Iztapalapa.

desfile-militar-2-jpg"Si vamos a jugar con fuego, no es con el adolescente Jorge Castañeda, que no es especialista en pirotecnia, con quien vamos a estar a salvo", advirtió. "Los juegos de salón son diferentes, caben las hipótesis, pero el ámbito de la realidad es mucho más rico. Cuando uno está al frente de este tipo de decisiones, las consecuencias pueden ser muy graves", sostuvo, y reconoció que al interior de las fuerzas armadas hay fuerte oposición a adoptar ese nuevo rol.

"El hecho de que el presidente Vicente Fox haya ido hace unos días a la Secretaría de la Defensa Nacional a pedirles su apoyo, en calidad de comandante supremo, refleja la falta de consenso sobre el nuevo papel que se les está adjudicando", añadió el especialista universitario.

La postura del gobierno de la República por participar con elementos militares en misiones de paz "representa un cambio doctrinario en las fuerzas armadas, que hasta el momento no tienen considerado un escenario externo", pero no sólo eso, agregó, "desde el punto de vista de la coordinación hacia el exterior, sólo la fuerza aérea estaría en posibilidad de participar, pero su rezago tecnológico, al igual que las armas, es de más de 50 años".

Para el académico, no hay personal ?para cualquier misión en el exterior se deberían crear unidades de élite con entrenamiento en el exterior?, y las limitaciones son muchas. "Las fuerzas armadas, tal y como están diseñadas, no están ni siquiera en posibilidad de enfrentar el riesgo mayor de intervención que supone Estados Unidos para México".

Para Garduño Valero, las únicas intervenciones en el extranjero de las fuerzas armadas mexicanas han sido la recuperación de Chiapas y cuando Francisco Villa atacó la ciudad estadunidense de Columbus, "pero en este caso no se puede hablar del ejército mexicano, puesto que Villa estaba enfrentado con el entonces presidente Venustiano Carranza".

"En el sexenio pasado se habló de maniobras conjuntas con fuerzas de la ONU, esto fue en 1996. Pero la canciller Rosario Green lo desmintió, a pesar de que la Secretaría de la Defensa y su titular ya lo habían aceptado. El rechazo de la cancillería echó por tierra el proyecto", recuerda el investigador.

Ahora es la cancillería la que apoya la participación de soldados mexicanos en misiones internacionales, y es la Sedena la que se opone porque, añladió, "las fuerzas armadas jamás han sido proclives a ello en realidad. Y esgrimen las mismas razones que en su momento defendió Lázaro Cárdenas cuando, siendo secretario de la Defensa con Manuel Avila Camacho, expresó: "el problema no es meternos, sino cómo salirnos, y en segundo lugar, si el bloque enemigo gana, qué sería de nosotros, qué riesgos para nuestra seguridad interna traería aparejada una decisión de esta naturaleza".

El especialista asegura que son muchos los riesgos y al parecer el canciller, Jorge Castañeda, "no está preparado para enfrentar las consecuencias de este tipo de decisiones. Por ello debe sopesarse muy bien esta decisión", advirtió, y citó como ejemplo la participación de Argentina en la Guerra del Golfo. "¿Qué ganó Menem con ello? Nada".