SABADO Ť 6 Ť ENERO Ť 2001

Ť Temor a vacas locas; la medida afecta a 15 países

Australia y Nueva Zelanda cancelan importación de carne vacuna europea

AFP

sydney, 5 de enero. Australia y Nueva Zelanda suspendieron el viernes la importación de carne vacuna y productos derivados procedentes de todos los países de Europa, para prevenir una contaminación de la enfermedad conocida como vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina, ESB).

La medida abarca todos los derivados de carne vacuna y afecta a los 15 miembros de la Unión Europea y a otros 15 países vecinos considerados de riesgo, indicó la Australia New Zealand Food Authority (ANZFA), agencia conjunta de ambos países en materia alimentarita.

La agencia aconseja a los minoristas que retiren de la venta los productos en cuya composición entre la carne vacuna.

La importación de vacuno británico fue suspendida por los países de la Mancomunidad Británica (Commonweallth, incluidas Australia y Nueva Zelanda) en 1996, tras reconocer Londres la posibilidad de que la enfermedad fuera contagiosa a los seres humanos.

La ampliación de la prohibición a los demás países europeos es consecutiva a la propagación de la enfermedad fuera de Gran Bretaña.

Aunque la Unión Europea levantó el veto contra la carne británica en 1999 (excepto Francia), muchos países en el mundo entero han mantenido las restricciones.

El director de la ANZFA, Lan Lindenmayer, explicó que Autralia y Nueva Zelanda no querían poner en peligro su seguridad alimentaria, "entre las mejores del mundo", subrayó.

Consideró "ínfima" la probabilidad de contaminación de los productos europeos a base de carne vacuna importados por los dos países, pero la suspensión de la importación va a reducir aún más ese riesgo, señaló.

La lista de productos prohibidos incluye pastillas de caldo y sopa de Bélgica, paté croata, salchichas danesas, "cassoulet" francés (especie de cocido) y las tradicionales salchichas alemanas bockwurst.

La ANZFA recordó a los usuarios australianos y neocelandeses que la ESB es transmitida por una proteína a través del cerebro y el tejido nervioso de los animales infectados.

La variante "humana" de la ESB, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, es extremadamente rara entre los seres humanos, y afecta solamente a una persona entre un millón cada año.

Sin embargo, hasta el pasado 28 de diciembre se han diagnosticado 88 casos de varianes definitivas o probables de Creutzfeldt-Jakob entre los británicos que presuntamente comieron carne contaminada con la enfermedad.