Ť Aclara que no escala por un afán de recibir premios u otros reconocimientos
La alpinista mexicana Karla Wheelock, a dos cimas de lograr el Grand Slam Alpino
Ť Mi vida la mido en metros, en altitud, en frío, en grados, asevera la abogada
Con la designación de Ciudadana Distinguida que el pasado mes le otorgó el municipio de Saltillo, Coahuila, por sus logros deportivos, la montañista Karla Wheelock cerró con broche de oro el fin de milenio.
Tras iniciar en 1999 el proyecto del Grand Slam Alpino, de lograrlo se convertiría a finales de este año en la primera mujer mexicana y latinoamericana en conseguir el ascenso a las siete montañas continentales más altas.
Llegar a la cumbre del Everest (8 mil 848 metros por su
ruta norte) y al Aconcagua (6 mil 962, en Argentina), hace casi dos años,
marcaron el comienzo de su objetivo deportivo, que sólo ha completado
a nivel nacional Ricardo Torres Nava.
En el 2000 siguieron el McKinley (6 mil 149 metros, en
Alaska) el Elbruz (5 mil 633, en Rusia) y el pasado 12 de noviembre obtuvo
su quinta cima continental, al colocar la bandera mexicana en el pico del
Kilimanjaro, en Africa (5 mil 900 metros).
Este año su meta es escalar las dos cimas que le restan, el Cartensz, en Oceanía (5 mil 29), y el Vinson, en la Antártida (4 mil 897); siempre "con el apoyo de mi marido y entrenador Iván Loredo".
"Aún toco puertas" para conseguir patrocinios y culminar el proyecto, asegura la abogada de 32 años. Lleva avanzado 72 por ciento.
"El mes pasado estuvimos en el Aconcagua, en donde sólo Iván logró la cumbre el día 23, pues yo me enfermé, pero ahora me tocó apoyarlo en su ascenso. Uno debe saber cuando no se encuentra a ciento por ciento, que era mi caso", expresó la alpinista, quien destacó que su deseo de ir a Argentina formaba parte de su entrenamiento y continuidad deportiva.
Pero lo fundamental, precisó, fue "pedir apoyos al gobierno y a la fuerza armada chilena para el traslado aéreo Chile-Antártida, con la finalidad de reducir costos de la expedición al Vinson, con la que cerraría el Grand Slam".
Practicar el montañismo "es duro (...) no subo montañas para que me den un premio ni para tener reconocimientos; lo hago porque es lo que más me gusta hacer y se me da.
"Además, te hace crecer como persona y mi calidad de vida la mido en metros, en altitud, en frío, en grados. Y las ganas que tengo de vivir en una situación difícil es lo que me hace apreciar las pequeñas cosas, porque cada vez que salimos arriesgamos la vida."
Este deporte de alto riesgo tiene sus secuelas. "Por ejemplo, mi cara y mis brazos se exponen mucho en cada expedición, debido a los reflejos del sol en las montañas, no quiero pensar cómo voy a estar a los 40 años", comentó, sonriendo.
Agregó que entre sus planes no ha considerado escalar los 14 ochomiles existe ntes, "porque técnicamente me interesan más otras cumbres y además son muchos años los que se emplean para ello".
A la montaña "no la conquistamos; tú la sobrevives, tú vas y si sabes escucharla y hacer las cosas puedes subir y bajar con la convicción de que es un riesgo medido".
No soy feminista
Segunda de tres hermanos, Karla Susana expresó que sus éxitos siempre los dedica a las mexicanas para enaltecer el rol de la mujer en la sociedad, pero aclaró: "No soy feminista".
"Creo en la mujer, pero no en una lucha contra el hombre, sino como complemento de él, para trabajar en conjunto y lograr cosas grandes". Añadió: "Si uno tiene que subir un poco más que el otro, se debe apoyarlo, porque no es una competencia, es permanecer en armonía".
Manifestó que en sus inicios esperaba que su esposo le "ayudará a cargar la mochila por mero detalle, pero él me decía: 'Si quieres subir, aprende', y ahora se lo agradezco".
En su tiempo libre trabaja en talleres y da conferencias para la prevención de accidentes infantiles. Sólo le resta culminar el Grand Slam, procrear "tal vez dos hijos", hacer otros ascensos y seguir trabajando con los menores, "porque me encantan". MONICA RODRIGUEZ